Cuáles son las únicas 7 provincias donde hubo clases todos los días
La Coalición por la Educación, formada por académicos, especialistas, docentes y exministros del ámbito educativo, decidió conformar un grupo de trabajo para monitorear en cada provincia la cantidad de días efectivos de clase en las escuelas primarias.
De acuerdo con la Ley 25.864, todas las provincias deberían dictar un mínimo de 180 días de clase por año. Además, en 2021, el Consejo Federal de Educación, compuesto por las máximas autoridades educativas de las 24 jurisdicciones, se comprometió a elevar ese número a 190.
Así, a principio de año, cada provincia arma su propio calendario escolar estableciendo la fecha de inicio y de fin del ciclo lectivo contemplando los días feriados o en los que no habrá clases, a fin de cumplir con la cantidad de días establecidos.
En febrero de este año, un informe del Observatorio de Argentinos por la Educación, ponía de manifiesto que, aunque se cumplieran los calendarios escolares a rajatabla, solamente 6 provincias tendrían los 190 días pactados, 17 se limitarían a cumplir con los 180 que obliga la ley y una, Jujuy, quedaría por debajo de la norma con apenas 178 días.
Sin embargo, todos sabemos por experiencia directa o indirecta, que las suspensiones de clases son moneda corriente en la educación argentina, cosa que, además sucede, en numerosas ocasiones, con una liviandad pasmosa: mientras se declara que la educación es una prioridad, se suspenden las clases por partidos de fútbol, por problemas de infraestructura que debieron solucionarse durante el receso, por el calor o por los tristemente famosos paros docentes.
Como un árbol se conoce por sus frutos, una sociedad se conoce por sus acciones concretas y no por lo que declamen los políticos en sus discursos. Así, por más que quieran convencernos de que la educación es una prioridad, hasta que esta decisión no se traduzca en hechos o en decisiones concretas, seguirá siendo un mero "flatus vocis" (palabra vana).
En este sentido, la presión social suele ser una de las formas más efectivas para que la dirigencia política se haga cargo de una responsabilidad que intenta evadir o de un problema que busca ocultar. En el ámbito educativo, tenemos un claro ejemplo de ello: la reapertura de las escuelas luego del COVID se debió, en gran medida, a la voz de los Padres Organizados que reclamaron la vuelta a las clases presenciales ante una dirigencia muy cómoda con la virtualidad. “Clases hay”, decían, pero tuvieron que abrir.
Algo análogo sucede ahora con los días de clase. Los calendarios dicen una cosa, pero la realidad es bastante distinta. Por eso, la Coalición por la Educación, formada por académicos, especialistas, docentes y exministros del ámbito educativo, decidió conformar un grupo de trabajo para monitorear en cada provincia la cantidad de días efectivos de clase en las escuelas primarias.
Consultada por MDZ, María José Navaja, parte del equipo y también referente de Padres Organizados, explicó por qué es tan importante hacer este trabajo de control: “Cuando las escuelas reabrieron en 2021 y los chicos volvieron a clases, nos dimos cuenta enseguida que había muchísima disparidad en el acceso a la escolaridad debido a los protocolos que habían diseñado las autoridades. Entonces, un gran número de estudiantes tenían clases una o dos veces por semana, unas pocas horas; mientras una minoría podía asistir todos los días como antes de la pandemia. En ese contexto surgió la consigna de “Todos los chicos, todos los días, todas las escuelas”, explica.
“Pero cuando en 2022 finalmente se eliminaron las últimas restricciones, empezaron a notarse otros problemas que afectaban el cumplimiento de los días de clases. Más allá de los paros docentes que suelen ser visibles y aparecen computados al final del ciclo lectivo, persisten distintos factores que atentan contra el tiempo escolar: los problemas de infraestructura, el ausentismo docente, los asuetos por los motivos más variados y los feriados locales interrumpen la continuidad de los días de clases y pocas veces son registrados en los calendarios oficiales", agrega.
"Así, algo que parece obvio como es que todos los chicos estén todos los días en la escuela, es algo que en la práctica no se da y “tiene que ver con la protección del tiempo escolar, con el cumplimiento de las condiciones mínimas para luego poder hablar de calidad educativa, sin clases no hay educación”, concluye Navajas.
Un equipo con representación federal
El equipo de la Coalición por la Educación encargado de monitorear el cumplimiento de los calendarios escolares está integrado por Gustavo Zorzoli, Horacio Moavro, María José Navajas, Claudia Romero, Martín Zurita, Marina Smolijan y Jaime Correas. Además, en cada provincia cuentan con un responsable de monitorear los días de clase. Santiago del Estero fue la única que no pudo ser relevada en el mes de marzo, pero sí lo será de abril en adelante.
“Este informe busca brindar información confiable y comparativa sobre un tema muy sensible. La cantidad de días de clase es una condición necesaria, pero no suficiente para garantizar cierto grado de calidad educativa”, sostienen los miembros del equipo.
Marzo ya registró suspensiones
Hace unos días se dieron a conocer los datos del mes de marzo. De acuerdo con lo relevado, solamente en cinco provincias hubo clases todos los días previstos: Mendoza, Salta, Misiones, Formosa, Jujuy, San Luis y Catamarca. En el otro extremo, en la provincia de La Rioja no hubo ni un día de clases, en Tucumán apenas dos y en San Juan cinco.
Los paros, el motivo más frecuente
Los motivos de suspensión monitoreados son: paro docente, que a su vez está desagregado de acuerdo al nivel de acatamiento (mayor o menor al 50%), feriado provincial no contemplado en el calendario, jornada docente, problemas climáticos y otras causas. Durante el mes de marzo este último ítem estuvo relacionado al día de la Mujer, en el que siete jurisdicciones suspendieron las clases a pesar de no ser un feriado.
Por otra parte, los paros docentes con un acatamiento menor al 50% supusieron 33 suspensiones en las distintas provincias, mientras que los que tuvieron un mayor acatamiento implicaron 40. Las jornadas docentes y los feriados provinciales representaron 4 suspensiones y los problemas climáticos 16, de los cuales 13 se registraron en Tucumán.