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Manuel Pizarro: "La identificación de los caídos en Malvinas permitió su resignificación"

El magistrado es uno de los estudiosos del conflicto bélico que implicó la muerte de 649 argentinos en las Islas Malvinas, entre el 2 de abril y el 14 de junio de 1982. Explica que el proceso para reconocer los cuerpos que no estaban identificados en el cementerio de Darwin fue un avance clave.

Zulema Usach
Zulema Usach domingo, 2 de abril de 2023 · 09:02 hs
Manuel Pizarro: "La identificación de los caídos en Malvinas permitió su resignificación"
Manuel Pizarro es el presidente de la Cámara Federal de Apelaciones de Mendoza. Foto: Maximiliano Ríos/MDZ

Con el alma desvanecida al saber que su hijo había muerto en la guerra de Malvinas, la mujer viajó largos kilómetros al cementerio de Darwin para llevarle al menos un ramo de flores y despedirlo. Al buscar entre pasadizos de cemento y tumbas, volvió a ser testigo de algo peor: el niño al que ella había dado todo su amor y protección; el joven lleno de vida que un día se subió a un avión para estar en las latitudes más frías del Atlántico Sur y defender a su país, ni siquiera tenía una tumba con su nombre. Sumida en la tristeza, esta madre, al igual que muchas otras, solo pudo dejar su ofrenda entre un montículo de flores que las familias de los soldados fallecidos en combate y no identificados iban dejando. La esperanza, se le marchitó, el reloj se le detuvo en un último beso y un abrazo infinito en el que intentó encontrar aún el calor de su niño. 

Tan solo diez años después, tras una serie de acuerdos diplomáticos logrados entre Argentina y el Reino Unido de Gran Bretaña, el grupo de oficiales, suboficiales y soldados que perdieron la vida en combate y cuyos restos no tenían aún su nombre, lograron ser resignificados. La mujer regresó al cementerio, trasladada en silla de ruedas. Llevaba entre sus manos un vigoroso ramo de flores, dedicadas a su hijo y esta vez, las pudo dejar a los pies de la cruz de cemento. En su placa recordatoria, ya no se veía la frase "soldado argentino solo conocido por Dios"; ahora, ella tenía la certeza de que allí descansaba su hijo. 

Manuel Pizarro es el presidente de la Cámara Federal de Apelaciones de Mendoza e integra el Instituto Nacional Sanmartiniano. Pero además es un estudioso de la temática de Malvinas en lo referente a las gestiones que hicieron posible la resignificación de los 649 argentinos que murieron en el conflicto bélico. Recrea con detalles la imagen de aquella madre para dar cuenta de la trascendencia que implicó para las familias de los jóvenes argentinos muertos en combate, la posibilidad de efectuar las pruebas de ADN que en 2020 permitieron identificar con nombre y apellido los restos de los combatientes no fueron identificados en el momento de ser enterrados. Todavía queda realizar los estudios necesarios a siete de esos cuerpos.

Manuel Pizarro es juez de la Cámara Federal de Apelaciones de Mendoza

El proceso para llegar a estos resultados llevó tres décadas y seis Gobiernos democráticos. Hasta ahora fue posible identificar a 122 de los 155 hombres argentinos que murieron en combate sin siquiera tener en su pecho una placa que los identificara. Un desacierto más del gobierno de facto de la época. Pizarro sostiene que esa posibilidad de las familias para rendir homenaje a sus seres queridos en el cementerio ubicado a dos kilómetros de Puerto Darwin (en la isla Soledad) es el resultado de una de las pocas determinaciones en torno del conflicto armado que se mantuvieron -desde su punto de vista- como una "política de Estado".

En entrevista con MDZ, el magistrado hizo un repaso por las deudas pendientes que aún pesan en relación de los combatientes y las falencias en materia de planificación y preparación que existieron por parte de la conducción militar argentina a la hora de combatir en la guerra con Gran Bretaña entre el 2 de abril y el 14 de junio de 1982 en la última etapa de la dictadura. Como consecuencia de la guerra murieron 649 argentinos; 237 de ellos fueron enterrados en el cementerio de Darwin. Pero además, hubo jóvenes sobrevivientes que fueron ocultados ante sus familiares y la sociedad aún cuando ya se había producido el rendimiento argentino. Los sobrevivientes además, sufrieron el desamparo, la estigmatización y la soledad. Sufrieron por años las consecuencias de la escasez de reconocimiento aún siendo ellos quienes dieron su vida a la causa.

Recién en 1998, 16 años después de la guerra los combatientes fueron declarados por la Argentina como “Héroes nacionales”, según la Ley Nacional 24.950. A 41 años del conflicto armado, Pizarro además destaca entre sus palabras, el rol de aquellas mujeres que entregaron todo de sí para asistir a los soldados heridos.

-¿Qué reflexiones le merece este nuevo aniversario de la guerra de Malvinas?
-El 14 de junio de 1982 cuando se produce la rendición en Puerto Argentino, empieza un peregrinar penoso respecto de la identificación de los compatriotas que habían muerto en Malvinas. Una muestra más de la improvisación que tuvo la junta militar que comandó estas acciones de Malvinas. El primer dato triste fue el ocultamiento de aquellos oficiales, suboficiales y soldados que luego de ser considerados prisioneros de guerra estuvieron casi 45 días ocultos por orden de la junta militar, en una especie de oscurantismo, algo propio de aquella época. 

-¿Por qué fueron ocultados ante sus familiares y la sociedad argentina?
-La explicación la deben dar quienes ejercieron ese ocultamiento. El mismo gobierno buscó impedir que los propios soldados contaran lo que había sucedido, para continuar con ese ocultamiento que se llevó adelante con la junta militar desde 1976 a 1983, cuando asume el presidente Raúl Alfonsín. Esta es una primera parte de esta situación. Estos combatientes ni siquiera pudieron tomar contacto con sus familiares, durante más de un mes. Pizarro detalla que el 14 de junio las tropas argentinas, después de entregar todo el armamento, automáticamente son trasladadas al continente. 

-¿Cuáles son los antecedentes en relación al entierro de los cuerpos en el cementerio de Darwin?
-Hay que decir que Gran Bretaña no solo es un país que tiene mucha más experiencia en guerra, con más de 1.200 años de existencia. Entre la logística que ya tenían afinada estaba el tema de la identificación de los soldados. En lo que es hoy el cementerio de Darwin tenemos el ejemplo principal. En la batalla desatada en la Pradera del Ganso (ocurrida entre el 28 y el 29 de mayo) mueren 67 oficiales, suboficiales y soldados argentinos y son enterrados por los ingleses en el cementerio de Darwin.

Tenemos que figurarnos que en la guerra de Malvinas murieron 649 oficiales, suboficiales y soldados argentinos. Muchos de ellos cuando ocurrió el hundimiento del Ara General Belgrano. Pero los soldados que estaban en el continente no pudieron ser identificados porque no tenían su plaqueta de identificación. Las placas que debían tener eran dos por cada uno, porque una se deja en la tumba y eso permite identificar a esa persona. La otra se envía al país de origen para informar el fallecimiento. 

-Un ejemplo más de todas las fallas que hubo por parte de quienes comandaban el ejército de la época…
-Por supuesto. Y que se va a agravar más. Con el avance inglés quedaron diseminados en la isla Soledad los soldados muertos. Muchos de ellos en la trinchera. Gran Bretaña tiene una comisión de recuperación de los muertos propios y los muertos del enemigo, esta es una de las cosas del derecho de la guerra que se sostienen sobre un sentido de humanidad y responden a convenciones internacionales. Ellos mismos empiezan a recoger a estos soldados argentinos y los van trasladando al cementerio de Darwin.

De hecho hacia 1982 hay un censo propio de los ingleses donde había 211 cuerpos y solo identificados el 30%. No estaban las placas de identificación.

-¿Por qué cree que Gran Bretaña hizo esta tarea de manera más concreta que el propio Estado argentino?
-Los soldados argentinos sí tuvieron códigos de guerra con prisioneros ingleses. Hubo respeto en ese sentido. Lo otro es un tema de previsibilidad y de preparación en relación con el conflicto armado. No hay que olvidar que la guerra de Malvinas se produce en el marco de las decisiones que había tomado la junta militar del 76.

Las relaciones diplomáticas entre Argentina y el Reino Unido de Gran Bretaña se van a retomar en 1989, siete años después del conflicto. Allí es cuando empiezan a surgir los primeros acuerdos que van a tardar casi diez años, cuando ambos países retomen los relaciones diplomáticas.

Esto va permitir que los familiares argentinos puedan visitar a los caídos en el cementerio de Darwin. Cuando llegan los familiares, (que solo pueden ingresar con pasaporte), muchos de ellos no podían identificarlos, la mayoría estaba con cruces y además con una placa que decía “soldado argentino solo conocido por Dios”.

La continuidad de un acuerdo humanitario

Pizarro detalla que los acuerdos diplomáticos entre Argentina y Gran Bretaña se iniciaron en el '99, durante la presidencia de Carlos Menem y luego se sigue hacia el gobierno de Fernando De La Rúa, se extiende durante la presidencia de Néstor Kirchner, luego durante la de Cristina Fernández de Kirchner y en el gobierno de Mauricio Macri para perdurar hasta la actualidad, con el actual gobierno de Alberto Fernández. En el 2003 se firmó el acuerdo entre los países frente a Naciones Unidas en el cual se estipula la necesidad de identificar los cuerpos de los soldados que no estaban reconocidos. 

"Desde 2006 se va a empezar con este trabajo de identificación con los equipos de Antropología Forense de Argentina en un trabajo conjunto con Gran Bretaña, dos países de Latinoamérica y dos países europeos", explica el magistrado al referirse a ese proceso clave para la resignificación de los caídos. "Es una deuda saldada en este sentido, y quiero rescatar que ha sido una política de Estado, como deben ser aquellas que se continúan en forma independiente al gobierno de turno", opina Pizarro. 

-¿Se podría haber resulto antes este reconocimiento?
-Sí, se podría haber resulto antes. Pero hay tiempos que están relacionados con el volver a tener relaciones diplomáticas serias entre los países. Está relacionado con un cambio de actitud de la República Argentina a partir de la reforma de la Constitución para hacer una reivindicación de la soberanía. También juega aquí un papel determinante y no menor que es el desarrollo científico respecto de la identificación de los restos. 

-¿Qué deudas perduran en relación a los sobrevivientes?
-Este proceso que inicia con este ocultamiento pesó mucho en los veteranos. Luego hubo una falta asistencia del Estado de ese momento, asistencia psicológica para ellos y las familias. El Estado nacional ha entregado determinados beneficios pero hay una deuda por parte del Estado todavía. Son personas que fueron a dar su vida por la Patria.

-¿Y desde el punto de vista social?
-Hay que poner en valor que estos oficiales, suboficiales, soldados y mujeres que fueron a Malvinas dieron todo por la Patria, no le pidieron nada a cambio y cuando regresaron muchos de ellos  fueron olvidados. Algunos sufrieron de ingratitud. Es fundamental que esta historia de mantenga viva a través de la educación. Los planes de estudio, deberían tratar la cuestión Malvinas. Generacionalmente ha pasado un buen ciclo y es un buen tiempo para reflexionar. Es importante transmitir a las generaciones qué pasó realmente. 

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