Impacto inmobilario

Rosario sufre el éxodo de miles de familias por la violencia narco

Desde el sector inmobiliario admitieron que el fenómeno comenzó varios años atrás, pero advirtieron que se profundizó en el último tiempo a partir de los enfrentamientos entre bandas narcos y la pandemia. La mirada de los intendentes de Pérez y Roldán.

José Graells
José Graells domingo, 26 de marzo de 2023 · 07:11 hs
Rosario sufre el éxodo de miles de familias por la violencia narco
Foto: Telam

La violencia cotidiana que se respira en Rosario, producto de los enfrentamientos sangrientos entre bandas narcocriminales, atraviesa todos los sectores de la sociedad y provoca cambios de hábitos, económicos y hasta de vida. En ese sentido, desde hace unos años, muchas familias comenzaron alejarse del centro y decidieron refugiarse en ciudades periféricas como Funes, Pérez o Roldan.

Desde la Cámara Inmobiliaria explicaron que no se trata de un fenómeno nuevo y que tampoco tiene una única razón. Desde el sector apuntan que el proceso data de al menos una década atrás y se dio en consonancia con otras ciudades del país. Al principio, fueron como casas de fin de semana que con el tiempo se readecuaron. 

La época también coincide con el momento en que comenzaron a incrementarse los hechos de violencia. En 2014 se cometieron 250 homicidios, la cifra más alta hasta el 2022 cuando llegó a 287 en todo el Departamento Rosario. 

La situación de éxodo también se explica por el hecho de que en Rosario rige desde el 2010 la prohibición de crear nuevos barrios cerrados y countries dentro el ejido urbano. Al momento de su sanción en el Concejo Municipal, surgió para preservar de las especulaciones inmobiliarias la zona noroeste de la ciudad, de fácil acceso, conectividad y varias hectáreas. 

Vivir más seguro

La posibilidad de vivir más seguro y con espacios verdes en un barrio cerrado o en una ciudad aledaña más calma, que permita ir y venir durante el día, se transformó en una posibilidad concreta para muchas familias de clase media y alta. 

Además de la inseguridad y los enfrentamientos violentos, desde las inmobiliarias apuntan a la pandemia como otro factor decisivo que favoreció la salida. Incluso entre inquilinos que a similar precio entre un departamento y una casa a pocos kilómetros, prefieren alejarse. 

La ribera del Paraná, una de las zonas más exclusivas de la ciudad

“No hay una salida masiva de la ciudad, pero sí un corrimiento de algún sector de la sociedad en busca de tranquilidad y aire libre. Las familias que están en condiciones de poder pagar tratan de tener más seguridad y tranquilidad”, apunta Andrés Gariboldi, presidente del Colegio de Corredores Inmobiliario de Rosario en diálogo con MDZ

A partir de eso, se da el crecimiento en ciudades como Roldán, Pérez, Funes e Ibarlucea, a pocos kilómetros de distancia de Rosario. En la mayoría de los casos, y al margen de las particularidades, se trata de localidades que cuentan con todo tipo de servicios comerciales, institucionales y educativos. 

“Desde hace diez años recibimos a familias, primero buscaban tranquilidad y luego se sumó el problema de la inseguridad”, comenta Daniel Escalante, intendente de Funes, localidad situada a 25 km de Rosario, con un poco más de 15000 habitantes. 

Según explicó, a partir del Plan Procrear se dio un fuerte impulso en la compra de terrenos y la construcción de viviendas a mucho menor valor que Rosario, en club de campo o directamente en zonas más amigables respecto a la tranquilidad y los espacios verdes. “Teníamos mucha disponibilidad de lotes y la diferencia económica era muy grande”, remarcó Escalante. 

Por su parte, Pablo Corsalini, intendente de Pérez, ciudad a 12 km de Rosario, indicó que “la migración se viene dando en los últimos siete años y por varios motivos”, entre los que apuntó la tranquilidad y el perfil productivo e industrial que adoptó la localidad. 

“Mucha gente aprovecha que consigue trabajo y ya se queda en Pérez con toda la familia, decide cambiar el estilo de vida, más vinculado a lo social, aprovechando los espacios públicos y la tranquilidad”, agregó. 

El barrio donde viven los suegros de Messi en las afueras de Rosario.

A diferencia de lo que ocurre en localidades como Funes, donde por ejemplo tiene una casa la familia de Lionel Messi y donde predomina un tipo de construcción más imponente vinculada a sectores empresarios, en Pérez se destaca el trabajador de clase media. 

Barrios violentos de Rosario 

La extensa geografía de la ciudad muestra diversos rostros: por un lado, la prosperidad representada en gigantes y modernos edificios frente a las aguas del Río Paraná, con servicios y seguridad privada y por el otro, los barrios postergados, carentes de infraestructura y donde crece la marginalidad. 

Ludueña, Larrea, Empalme Graneros, Villa Banana, Triángulo son algunos ejemplos de barrios que muestran el deterioro social que vienen sufriendo desde hace, por lo menos, dos décadas y reflejan la precariedad con la violencia permanente entre bandas. Tiempo atrás fueron lugares de clase media trabajadora, pero que se estancaron ante el abandono estatal. 

“Las propiedades que están allí son difíciles de vender o pierden mucho valor, es difícil encontrar demanda en esos barrios”, comentaron desde el Corredor Inmobiliario. 

En muchos casos, se trata de grupos familiares que buscan vender para dejar el barrio por mayor tranquilidad, para ir a otros puntos de Rosario o directamente salir y emprender algo nuevo.

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