Inflación

Con la suba de la carne, las pizzas vuelven a ser la alternativa favorita

Los precios son una incógnita en Argentina: cambian a diario y es imposible saber qué conviene comprar. En el día Mundial de la Pizza, MDZ recorrió las góndolas para mostrar por qué la inflación volvió a ponerla en primer lugar.

Redacción MDZ Online jueves, 9 de febrero de 2023 · 07:06 hs
Con la suba de la carne, las pizzas vuelven a ser la alternativa favorita
Foto: PH Pexels

¿Pedimos o salimos? Podría preguntarse un grupo de amigos pensando en celebrar el Día mundial de la pizza. Y más allá de las ventajas de una u otra alternativa, en la conversación seguro se evalúa el tema del costo: algo cada vez más común en los hogares argentinos. 

"¿Cuánto cuesta?", debe ser una de las preguntas más recurrentes en Argentina hoy. Los precios varían de un lugar a otro salvo para los productos incluidos en la canasta de "Precios justos" con la que el Gobierno espera -a pesar de que la evidencia dice lo contrario- bajar la inflación. Eso sí, aun en los productos estacionales los precios nunca bajan. Al contrario. Día a día los ciudadanos ven cómo su dinero vale cada vez menos. 

Nada llamativo en un país donde la inflación anual fue del 95% y el ministro de Economía, como un manotazo de ahogado busca desacelerar la inflación restringiendo los aumentos en un importante abanico de bienes y servicios que va desde insumos de venta masiva hasta educación privada. 

Exceptuando algunos gremios como comercio -que cerró un aumento paritario del 105%- y camioneros -cuyo acuerdo fue del 97%- y alguno más, en ningún sector los salarios promedio siguen el ritmo de la inflación. Y eso repercute en el estilo de vida de las personas: las privaciones -distintas, según el nivel económico de cada uno- son cada vez más notorias. Y se descubren incluso en  las juntadas con amigos. 

La respuesta a la pregunta inicial -¿Pedimos pizza o salimos?- tiene una respuesta obvia si se trata de economía: conviene hacerlas en casa. Un grupo de 8 pediría entre dos y tres pizzas en un restaurante. La muzzarella de 8 porciones ronda en promedio los $2500. Y las pizzas especiales (con jamón, tomates o cebolla, por ejemplo) suelen costar entre un 20 y un 50% más, dependiendo del lugar.

En caso de hacer las pizzas en una casa, sin excesos pero sin mezquinar en los ingredientes, el gasto posiblemente rondaría los $3.000, cerca de un 35% más de lo que hubiera costado hace cinco meses. En caso de sumar a la reunión bebidas -seis latas de cerveza y dos gaseosas grandes- y snacks, el costo ascendería a $6.500 aproximadamente. Un kilo y medio de helado artesanal casi duplicaría la cuenta llevando el total a $12.000. 

En una pizzería promedio de la Ciudad de Buenos Aires, sin entrada ni postre, el total de la cuenta -calculando tres pizzas en total y una bebida de medio litro por persona (mitad cerveza, mitad gaseosas)- ascendería a 13.800 a los que, para ser justos, habría que sumar algún postre. 

Pizza vs asado: la inflación atenta contra el clásico argentino

Lo mismo que ocurre con la pizza se repite en otras comidas, como el clásico asado argentino. Las parrillas y bodegones -exceptuando, claro está, aquellos que se especializan en recibir al público extranjero- se han convertido en una salida "accesible". Muchos creen que la diferencia de precio entre pedir una parrillada o hacerla en casa no justifica el ritual -que tanto dice de la idiosincrasia argentina- de prender el fuego. 

Con carnes de fama mundial, es lógico que el asado sea una de las comidas icónicas en la mesa de los argentinos. 

Un asado -básico- para ocho personas que incluya 8 unidades de chorizo bombón, 2 morcillas, un kilo de tira de asado y otro tanto de vacío tendrá en casa un valor de $5.170. A eso habría que sumar el pan (algo más de $200), ensalada (unos $450 para una mixta) y bebidas y postre. 

En una parrilla, el valor de la carne y las achuras ascendería a $8200. El pan suele estar incluido en muchos bodegones. Y la diferencia más fuerte de precio está en las bebidas y el postre, que suele ser prohibitivo en muchos de estos lugares. 

Aun cuidando hasta el más mínimo detalle para abaratar costos, la pizza resulta un menú mucho más económico que el asado. Una buena solución, para los amantes del ritual de la parrilla es hacer un mix entre ambos y cocinar pizzas a la parrilla.  

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