La fragilidad del sistema

Detección de abuso en la escuela: lo que el jardín de Lucio Dupuy no vio

El jardín de infantes al que Lucio asistía era un lugar privilegiado para detectar el calvario al que estaba siendo sometido. De hecho, el peritaje póstumo de sus dibujos da cuenta de ello.

Ángeles Reig
Ángeles Reig miércoles, 8 de febrero de 2023 · 07:12 hs
Detección de abuso en la escuela: lo que el jardín de Lucio Dupuy no vio
Foto: Facebook/kiri.dupuy

La tortura y el asesinato aberrante de Lucio Dupuy podrían haberse evitado. Si los sistemas de protección y alerta temprana hubiesen funcionado como corresponde, probablemente, hoy viviría con su familia paterna.

Sin embargo, todo falló: falló el peritaje, el control y el seguimiento que debía hacer el juzgado, falló el sistema de recepción de denuncias, falló la policía, falló el sistema de salud y también falló el jardín de infantes.

Para ser justos con el análisis, hay que reconocer que Lucio se fue a vivir con su madre y su pareja entre julio y agosto de 2020, es decir, en plena pandemia. Tengamos en cuenta que, en La Pampa, las escuelas reabrieron en forma escalonada a fines de septiembre de 2020 y Lucio había sido trasladado de General Pico -donde vivía con su familia paterna- a Santa Rosa a mitad de año. En 2021, luego del cierre de abril, las clases presenciales volvieron a principios de septiembre, tres meses antes de que lo mataran de la manera más brutal.

Hecha esta salvedad, es imprescindible reconocer que el jardín de infantes al que Lucio asistía era un lugar privilegiado para detectar el calvario al que estaba siendo sometido. De hecho, el peritaje póstumo de sus dibujos da cuenta de ello.

La escuela y su rol en la detección del abuso

De acuerdo con las estadísticas del Programa Nacional “Las víctimas contra la violencia” que depende del Ministerio de Justicia, casi el 85% de los agresores de niños o adolescentes pertenecen al ámbito familiar o cercano a la víctima.

En este contexto, por el contacto diario y el vínculo que se establece entre los niños y su escuela, ésta es la institución que mayor capacidad tiene para detectar los abusos.

La licenciada Inés Franck, especialista en detección temprana de abuso sexual infantil en contextos educativos, habla de la importancia de generar “Escuelas Protectoras”. Éstas se caracterizan principalmente por dos elementos, por un lado, un protocolo de acción frente a una situación concreta y por el otro, darles a los niños “pautas generales para que sean más autónomos, para que sepan comunicarse, para que identifiquen a sus adultos de referencia, para que sepan que siempre pueden hablar y contar lo que les pasa, para que ellos se traten bien entre sí y aprendan a resolver conflictos de manera pacífica, para que aprendan a hablar con asertividad”. Estas pautas no solo sirven para prevenir el abuso, sino para desenvolverse mejor en la vida.

Cuáles son las señales de alerta

De acuerdo con Franck, los indicadores son varios. El primero, es el relato del niño, pero las víctimas no siempre cuentan lo que les está pasando. Ahí es donde aparecen las otras señales: un cambio general y brusco en su comportamiento y signos de negligencia, como llegar a la escuela sucio. Otro dato revelador es el conocimiento de la genitalidad adulta no apropiado para su edad y que puede verse en juegos, dibujos o el trato que tiene con sus compañeros.

Frente alguna de estas señales, es preciso que el docente o los directivos de la escuela hagan una consulta con un especialista. Además, “en Argentina, la ley dice que es obligatorio comunicarla a las autoridades de protección de la infancia”, afirma Inés Franck.

Cómo proceder en caso de detectar un abuso

De acuerdo con la especialista, hay cuatro elementos que son imprescindibles: en primer lugar, poner al niño y la defensa de sus derechos como centro de toda la acción. Segundo, conocer bien las leyes y la normativa vigente. En tercer lugar, tener a todo el personal debidamente capacitado. Por último, tener un protocolo que no revictimice. “A veces pasa algo difícil y el protocolo dice que hay que interrogar. No, el protocolo tiene que evitar todo tipo de medida que implique hacerle más difícil la situación al niño”, sostiene.

La licenciada Inés Franck es también coordinadora del Curso Escuelas Protectoras de la Infancia que se dicta a través de la plataforma Integralis en conjunto con la UCA y está dirigido a docentes y directores de establecimientos educativos.

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