¿Qué nos dejaron las elecciones del 2023 en términos de paridad de género?
Desafíos y avances en la participación política de las mujeres en Argentina.
La participación activa de las mujeres en la política argentina ha experimentado transformaciones notables, aunque persisten desafíos estructurales que requieren una atención profunda. A pesar de la implementación de leyes de paridad, las mujeres a menudo se encuentran excluidas de los espacios de toma de decisiones.
La igualdad de género es un tema fundamental en los esfuerzos por lograr sociedades más justas y equitativas. En Argentina, se ha dado un paso importante en esta dirección con la implementación de la Ley de Paridad de Género, que busca promover una representación política más equilibrada entre hombres y mujeres.
A nivel nacional, las leyes de cupo iniciales y, luego, la paridad han sido instrumentos cruciales para fomentar la representación femenina en los parlamentos. Mientras en la mayoría de las provincias han adoptado legislaciones de paridad, sólo Tucumán no cuenta con una ley de paridad y continúa con el concepto de cuota o cupo del 30%.
La Ley de Paridad de Género busca romper con la brecha existente en la participación política y promover la inclusión de las mujeres en todas las etapas del proceso político, desde la presentación de candidaturas hasta la ocupación real de cargos legislativos a partir de la introducción de los “mandatos de posición” de las mujeres en las listas, estableciendo la alternancia, la secuencialidad y en caso de renuncia el reemplazo por una persona del mismo género.
De esta manera la construcción parlamentaria llega a números cercanos al 50% de participación por género. Dicha ley tiene como objeto no sólo una mayor democratización de la representación política sino también generar políticas públicas más inclusivas y representativas de los intereses de toda la sociedad. La ausencia de normativas similares para cargos ejecutivos crea una brecha en la equidad de género en estos espacios, a excepción de las provincias de Entre Ríos y Santa Fe que sí cuentan con leyes de paridad para la construcción del Poder Ejecutivo y hasta el Judicial.
Varios estudios indican que la efectividad de la paridad para lograr una rápida equidad de género en cargos políticos depende crucialmente de que la paridad se integre de manera efectiva con los elementos de los sistemas electorales y las dinámicas de los sistemas de partidos y así como también con la existencia de sanciones por su respectivo incumplimiento. Esto explica por qué la ley de paridad no resuelve automáticamente otros problemas que enfrentan las mujeres, persistiendo así problemas para que las mujeres lideren espacios políticos y encabecen las listas.
Elecciones 2023: gobernadoras en descenso, vicegobernadoras en ascenso
En nuestra historia solo tuvimos 9 gobernadoras y, de 24 distritos 17 -es decir el 70%- nunca tuvieron como cabeza del poder ejecutivo provincial a una mujer. Ahora bien, las elecciones de 2023 ofrecen un panorama mixto en cuanto a la participación de mujeres en roles ejecutivos. Mientras que el número de gobernadoras disminuye de 2 a 0 las vicegobernadoras experimentan un aumento significativo, alcanzando un 43,5%. Esta tendencia plantea interrogantes sobre la persistente concentración de varones en el papel “principal” de gobernador.
A pesar de la propuesta generalizada de fórmulas mixtas la presencia constante de gobernadores varones y vicegobernadoras mujeres en el casi 100% de las fórmulas revela una resistencia a la verdadera paridad de género. Este fenómeno refleja un desafío profundo en la distribución equitativa del Poder Ejecutivo. Actualmente solo hay 4 mujeres en el gabinete nacional de 18 ministerios -poco más del 20%- y un 37% de las secretarías de estado según el informe ATENEA 2021.
Este diciembre se define un nuevo mapa del estado en donde ya hay alrededor de tres mujeres confirmadas en las áreas de Seguridad, Capital Humano, Cancillería. ¿Se logrará un avance en la participación femenina en roles ejecutivos claves? Construcción del poder local Un fenómeno similar ocurre en los ejecutivos electos a nivel local. Un relevamiento realizado por el Ministerio del Interior en 2021 mostraba que de 1135 municipios relevados en todo el país, solo 140 (el 12,3%) tenían mujeres intendentes (Ministerio del Interior, Argentina 2021).
Luego de las elecciones 2023 la participación de mujeres en roles de intendencia continúa presentando un panorama profundamente desigual. Con solo el 14,5% de mujeres liderando municipios en Argentina -de 1211 municipios relevados-, surge la necesidad de examinar detenidamente las barreras que limitan la participación femenina a nivel local. Solo la provincia de Tucumán supera el 35% de gobiernos locales llevados adelante por mujeres y hay seis provincias con menos de un 10% de intendentas.
Disparidades significativas
Un análisis detallado por provincias mediante un mapa de calor revela disparidades significativas, llamando a una reflexión profunda sobre las raíces de esta desigualdad. En términos generales, la presencia femenina sigue siendo muy baja en cargos ejecutivos clave del sistema político de la Argentina, como para el poder ejecutivo provincia y municipal. Puesto que estos cargos ejecutivos tienen gran injerencia en la dinámica interna de los partidos y los procesos de definición de las listas electorales (Borner 2009), las mujeres suelen tener roles secundarios en los procesos de selección de candidatos. Las estructuras partidarias siguen siendo espacios masculinizados.

A medida que celebramos los avances logrados, es imperativo reconocer que la ley de paridad es apenas un punto de partida. La transformación cultural debe ser constante para viabilizar una verdadera equidad de género en la toma de decisiones políticas. Las mujeres tenemos que formar parte de las mesas de decisión donde se delinean políticas que afectan a las mujeres directamente. La lucha por la igualdad de género continúa, y los resultados de las elecciones de 2023 nos instan a redoblar los esfuerzos por construir un futuro donde las mujeres no solo sean participantes activas sino también líderes destacadas en la configuración del destino de los 46 millones de argentinos y argentinas.
Según la investigación llevada adelante por Verónica Pérez Bentancur (2021) en el cual se realiza un análisis de la representación política de las mujeres se expone que las principales barreras que deben enfrentar las mujeres están al interior de sus partidos y no en resistencias del electorado al liderazgo femenino; las mujeres no están en los ámbitos en los que se disputa verdaderamente el poder. Los “armadores” son varones. Desde la perspectiva de género no podemos dejar de identificar como obstáculos significativos los desafíos vinculados a conciliar la vida familiar con la política y la violencia política por razones de género.
En fin, la construcción de una sociedad más equitativa implica ir más allá de los números y abordar las estructuras profundamente arraigadas que limitan la participación plena de las mujeres en todos los niveles de gobierno. Como puede observarse, los fenómenos de alta concentración de mujeres en los espacios legislativos se contraponen con los bajos porcentajes de presencia de mujeres en los cargos más valorados del sistema político como lo son los ejecutivos provinciales o el gabinete nacional.
* Paula Noguera es directora de Reventia Consultora

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