Entre la incertidumbre y la preocupación, empresarios analizan el fin de los subsidios al transporte
Poco se sabe acerca de cómo se aplicará la quita de subsidios al transporte público. En Mendoza, reina la incertidumbre en el sector empresarial y ven la situación con preocupación.
A pesar de que el Gobierno, a través de su vocero Manuel Adorni, anunció que el recorte de los subsidios destinados al transporte comenzaría a regir a partir del 1 de enero, lo cierto es que aún se conoce muy poco acerca de cómo se aplicará este ajuste y en el sector reina la incertidumbre.
Antes de dejar su gestión, Rodolfo Suarez firmó un decreto que establecía un incremento en el boleto de colectivo, el cual se pensó de forma escalonada y tuvo la primera suba en octubre, una segunda a partir de diciembre y la última se aplicaría en febrero. De esta forma, los $70 de costo que tenía viajar en colectivo, ahora equivalen a $160 y se esperaba que en febrero alcanzara los $200.
Si bien esta firma se plasmó hace solo algunas semanas atrás desde ese momento hasta esta parte, muchas cosas ocurrieron y, actualmente, este esquema puede modificarse de forma estrepitosa luego de los anuncios de la gestión de Javier Milei. Esto es porque una de las medidas anunciadas por Luis Caputo, ministro de Economía, es reducir el dinero que el Estado destina a subsidios.
En Mendoza, la mayor parte de la tarifa se cubre con fondos provinciales, pero en el contexto actual, el impacto también podría ser importante para el bolsillo de los pasajeros.
Desde la Asociación Unida de Transportes del Automotor de Mendoza (Autam) se mantiene cautos respecto al futuro y esperan obtener más detalles. “La verdad es que no hay claridad, se sabe un poco el qué, pero no se sabe el cómo”, indicó Sergio Pensalfine, presidente de la asociación, antes de mantener un encuentro con otros representantes del sector.
Es que, por el momento, la información ha trascendido es escueta o a través de canales informales. “Todo lo que se está diciendo o se está rumoreando, por lo menos hasta ahora no es información oficial. Se habla de una mutación en el sistema de compensaciones. Primero, achicar eso. Luego, eliminar la distorsión que hay entre el entre el AMBA y el interior del país”, detalló Pensalfine y consideró que, en su opinión, de seguir esta tendencia, el cambio sería positivo.
“Todo eso es correcto. Estaría bien dejar de aplicar el sistema de compensaciones a la oferta y aplicarlo a la demanda. Desde mi punto de vista, está perfecto. Sin embargo, el dilema es cómo se hará”, aseguró, sin embargo, hizo una salvedad: “Hay que entender que de la manera en que se están aplicando los cambios, y si se va a aplicar así de rápido, la modificación será turbulenta, violenta”.
Su argumento se basa en que, según sus estimaciones, el precio del pasaje sin subsidios debería rondar entre los $700 y $800. “No sé cómo vamos a hacer para alcanzar ese valor. Todavía se están recibiendo críticas por la suba a $200 que será en febrero, costo que en este contexto ya quedó prácticamente inválido”, sumó el dirigente mostrándose preocupado por las repercusiones sociales que implicaría el ajusto y sentenció: “Veo que puede ser un pasaje muy traumático, muy brusco y no estamos en condiciones de hacerlo en este momento; ni las empresas, ni mucho menos la gente que tiene que hacerse cargo de ese pasaje”.