De la ola de calor en Mendoza al temporal en Buenos Aires: la importancia del sistema de alertas tempranas
El sistema de alertas tempranas del Servicio Meteorológico Nacional y el conocimiento pleno de las amenazas existentes en cada ciudad son las dos claves a tener en cuenta, según una especialista.
Este último fin de semana se registró en Mendoza una fuerte ola de calor que, en su pico máximo, llegó a una temperatura de 44.9°C en las estaciones Mendoza Aero, superando el récord del 30 de enero de 2003, cuando alcanzó 44.4°C. En contraste, en la zona Este de la Argentina se dio una situación completamente diferente. Allí, hubo un temporal que causó estragos en la zona Sur de la provincia de Buenos Aires y, a su vez, en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). De hecho, el viento de hasta 150 km/h y las fuertes lluvias provocaron destrozos que dejaron como saldo 13 muertos y 14 heridos en la ciudad de Bahía Blanca.
En diálogo con MDZ, Claudia Mariana Castillo, especialista en Comunicación Preventiva, hizo énfasis en la importancia del sistema de alertas tempranas del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) y en cómo debe conocerse con claridad qué amenazas meteorológicas tiene cada ciudad para así poder prepararse e implementar acciones de prevención.
Castillo, que es diplomada internacional en Gestión, Prevención del Riesgo de Desastres, Políticas Públicas y Cambio Climático, expresó: "En Mendoza debemos saber las amenazas meteorológicas: temperaturas extremas de calor y frío, vientos -que no es solamente el Zonda, sino también el Sur-, vientos de ráfaga de tormenta, alertas volcánicas y tormentas convectivas, casi las más grandes de Sudamérica. Es vital que sepamos que tenemos alertas de esa índole. Este fin de semana estuvo bien abordada la comunicación preventiva del Gobierno provincial. También hay que trabajar mucho con el Servicio Meteorológico Nacional a partir de la Ley 27.287, que es la ley del Sistema Nacional para la Gestión Integral del Riesgo (SINAGIR), a la cual adherimos. Esto avala que las ciudades tengan amenazas de las que hay que prepararse".
Precisamente, el Sistema Nacional para la Gestión Integral del Riesgo (SINAGIR) fue creado en octubre de 2016 tras la sanción de la Ley 27287. El mismo, está integrado por el Consejo Nacional para la Gestión Integral del Riesgo y la Protección Civil, el Consejo Federal de Gestión Integral del Riesgo y la Protección Civil, la Secretaría Ejecutiva y la Red de Organismos Científico Técnicos para la Gestión del Riesgo de Desastres (Red GIRCyT). Tiene como objetivo integrar acciones y articular el funcionamiento de los organismos del Gobierno nacional, los Gobiernos provinciales, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y municipales, las organizaciones no gubernamentales y la sociedad civil, para fortalecer y optimizar las acciones destinadas a la reducción de riesgos, el manejo de la crisis y la recuperación.
Castillo indicó que "el SMN tiene un sistema que se ha dado a través de la utilización de tecnología en estos últimos meses con notificaciones en aplicaciones. Te llega una notificación al celular según la ciudad en la que estés. Por ejemplo, 24 antes del sábado llegó la alerta del Zonda. Falta más comunicación y que Mendoza trabaje con el SMN. La comunicación es lo más importante: decir lo que puede llegar a pasar y saber que están las amenazas, que pueden suceder como fenómeno extremo. En Mendoza hemos tenido 15 alertas de viento Zonda en el 2023, de los cuales 14 se cumplieron. Cada ciudad debe tener datos propios porque cuanto más conocemos las ciudades, más podemos prepararnos".
En tanto, al ser consultada sobre la injerencia del cambio climático en este tipo de situaciones, Castillo aportó: "Tenemos amenazas meteorológicas que van a pasar siempre. En Mendoza tenemos todas las características geográficas y climáticas para que sea un lugar de tormentas convectivas severas. El cambio climático es la manifestación de fenómenos meteorológicos extremos. Por eso se ve en Argentina y en el mundo la manifestación de estos fenómenos extremos. ¿Se puede asociar esto con el cambio climático? Quizás lo podremos saber dentro de 10 años con los estudios del CONICET, la UBA y el SMN. No todo es cambio climático".
"Cuando tengamos los estudios de los científicos de Argentina y podamos saber estos informes que da el Intergovernmental Panel on Climate Change (IPCC), en donde sabemos que las condiciones extremas han ido manifestándose con mayor recurrencia y que las olas de calor también. ¿Los científicos pueden atribuírselo al cambio climático por el calentamiento global? Si, ahí se puede decir que hay relación, pero todavía no. Si bien los fenómenos se van a manifestar por todo eso que está pasando, necesitamos estudiar más. Por ejemplo, los 15 alertas de Zonda que hemos tenido en Mendoza o las tormentas muy severas que se han dado toda la semana en diferentes lugares del país. Mediante estudios vamos a poder saber si hay relación directa con el cambio climático. Tenemos que estar preparados y lo más importante para esto son las alertas tempranas, que salvan vidas", sumó la especialista".
Qué es el sistema de alertas tempranas
Según indica el sitio web oficial del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), se trata de la nueva herramienta que disponibiliza información oportuna frente a la posible ocurrencia de una amenaza meteorológica, con el objetivo de apoyar la toma de decisiones de todos los sectores de la población. El SAT proporciona a la sociedad un sistema de información gráfica sobre potenciales amenazas meteorológicas y su vigilancia. El fin del SAT es ayudar a tomar medidas pertinentes ante un riesgo posible.
En este sistema, el SMN unifica la comunicación de los alertas, las advertencias y los ACP. El SAT está diseñado para que el usuario pueda visualizar rápidamente qué región del país puede ser afectada por fenómenos meteorológicos adversos, el nivel de intensidad de los fenómenos y el tiempo de duración de la situación meteorológica.
Las advertencias y los alertas brindan información para que la población se informe o prepare con anticipación al fenómeno meteorológico. Generalmente se emiten 24, 48 o 72 horas previas al evento. Por otro lado, los Avisos a muy Corto Plazo (ACP) instan a la población a tomar acciones rápidamente, ya que el fenómeno puede ocurrir en un tiempo inferior a 3 horas.
Para establecer el nivel de alerta, se tienen en cuenta los siguientes parámetros y criterios: intensidad del fenómeno, basada en umbrales meteorológicos; factor adverso, situación no necesariamente meteorológica que puede aumentar el impacto del fenómeno meteorológico (saturación de suelo, movilización de población, sequía, entre otros); y probabilidad de ocurrencia de un evento meteorológico que representa una amenaza. Se considera también la incertidumbre propia de los pronósticos. En general, cuanto más lejano sea el plazo del pronóstico, mayor será la incertidumbre del evento. Las alertas y advertencias se actualizan todos los días a las 6 y a las 18 horas, pero, si la situación meteorológica lo requiere, se realizan actualizaciones adicionales fuera de dichos horarios.