Mientras tanto, una nueva era comienza
Los argentinos ya hemos vivido distintos tipos de gobiernos y de esperanzas, algunas han quedado a mitad de camino, otros tal vez ni asomaron el umbral.
El domingo comenzó una nueva era. Un nuevo comenzar. En esta oportunidad ha habido cambios ya con tan solo horas de haber asumido. No se han visto los micros escolares que traían militantes para llenar plazas, no se vieron personas forzadas a ir porque los amenazaban con no darles ciertos planes, ciertos beneficios o vaya a saber con que amenazas los hacían subir de una manera casi involuntaria.
Todos los asistentes al acto de traspaso de mando fueron de manera voluntaria y por sus propios medios. Fueron a vitorear al nuevo mandatario. El domingo tuvimos una etapa que se fue, una etapa que imprimía billetes sin control, el de saltearse la fila para vacunarse. Una etapa en que un padre al que no lo dejaba trasladarse en auto para que su hija haga el tratamiento oncológico y lo hacían caminar kilómetros con ella en brazos mientras que en Olivos se hacían fiestas secretas. Se fue quien con las manos en los bolsillos mostraba indiferencia o falta de respeto al nuevo mandatario.
Se fue el darnos discursos mentirosos y demagógicos. Se fue “el siga, siga”. La lista es larga y ya no está mas. Se fue. El primer discurso fue frente al pueblo y ambos estuvieron bajo el mismo sol abrazante. Ver a los dignatarios extranjero estoicamente, sin moverse, bajo el sol que quemaba, escuchando al presidente Javier Milei fue toda una señal. Luego de su discurso en la Plaza de los Dos Congresos la gente sin que nadie les diga algo comenzaron a levantar la basura generada por ellos mismos. Esa es otra señal de cambio. Nosotros tomamos el rol que tenemos o que podemos generar y tener. De hacer ese pequeño grano de arena en la contribución.
Ningún Gobierno recibió una herencia peor que la que ha recibido este Gobierno libertario. Habrá tiempos difíciles y no le escapó al bulto en su discurso diciendo que “No hay Plata, no hay plata” que el ajuste fiscal caerá sobre el sector público y no sobre el sector privado, que habrá inflación y tal vez un estancamiento de la actividad económica. No vendió esperanzas falsas, demagógicas. Fue duro, pero nos habló con la verdad. No ha hablado despectivamente de ningún otro sector, ni de la Justicia, ni de las FFAA y que no iba a ser un gobierno persecutorio.
En palabras de Patricia Bullrich “el presidente Javier Milei marcó un paso fundamental para la construcción de un futuro en el que la honestidad y la transparencia sean elementos esenciales en la construcción del país. Demostró un genuino compromiso con la verdad, destacando los desafíos que enfrenta la Argentina a nivel económico y social, y mostró una voluntad inquebrantable de cambiar la realidad. Este cambio no tiene vuelta atrás” .
Este cambio por más duro que sea el camino tiene esperanza. Tiene futuro.
* Fabián Díaz Robledo, abogado.