Argentinos en el mundo

Emigró después de que le desvalijaran la casa: "Amo a mi tierra, pero creo que Argentina no me quiere a mí"

Jorge llegó a Bilbao casi por casualidad, pero en cuanto pisó la ciudad supo que ese sería su lugar. Dejó el país tras la crisis de 2001 y asegura que "hay que venir preparado para llorar".

Florencia Rodríguez Petersen
Florencia Rodríguez Petersen miércoles, 25 de octubre de 2023 · 12:48 hs
Emigró después de que le desvalijaran la casa: "Amo a mi tierra, pero creo que Argentina no me quiere a mí"
Emigró por la inseguridad y hoy su objetivo es que todos los argentinos que dejan el país se sientan bienvenidos en el País Vasco Foto: Shutterstock

"Varios factores me llevaron a emigrar", dice Jorge, quien abandonó el país en 2001 y lleva unos 20 años viviendo en Bilbao, al norte de España. "Salí de Argentina en 2001. Había sufrido 9 robos entre 2000 y 2001, en el último me desvalijaron la casa", recuerda. Nombra también "el corralito", esa serie de normas que, entre otras cosas, limitaron a los ciudadanos el acceso a sus ahorros.

El cóctel de inseguridad, normas que lo perjudicaron e incertidumbre acabó empujándolo del país. "Dejé de creer en mi tierra. Amo a mi país, pero considero que Argentina no me quiere a mí", comenta ya establecido en España, el país que lo terminó adoptando y en el que se siente en casa.

Su primer destino fue Canarias. "Tenía una tía viviendo ahí y, sabiendo la situación que estaba atravesando, me propuso venir a conocer y probar si me gustaba. No tenía trabajo, pero no fue difícil conseguir uno", cuenta. Pasaron cinco años antes de que decidiera echar raíces en la península ibérica. "Fue cuando conocí a mi esposa -que es de Ecuador-. Ese fue un punto de inflexión y un gran apoyo. Antes de conocerla no tenía claro si me iba a quedar y hoy tengo un hijo nacido en España", dice. 

Llegó a la capital vizcaína por casualidad. Cuando conoció a su esposa todavía estaba en Canarias, pero recuerda que por esas cosas de la vida, "después de un tiempo recalé en Bilbao, a donde ella vivía, y nunca más me moví". Allí se estableció profesionalmente. Hoy trabaja en importación de insumos de China al mercado europeo. Jorge Nació en el norte, muy cerca de un río, y cree que eso tiene que ver con que se haya sentido a gusto en esta ciudad. "Bilbao tiene una ría que es parte de la idiosincrasia y de la vida de la ciudad. Me gustó eso, el ambiente, la gente -que es muy noble y muy amante de su cultura-", reflexiona. 

A pesar de que ya pasaron más de 20 años, extraña. "Principalmente, a mi familia: mi papá, mi hermano, mis amigos... un poco la comida", enumera. Participa en un grupo de Argentinos en Bilbao con la ilusión de que la comunidad criolla en el País Vasco llegue a ser tan fuerte como en otras comunidades. "Mi intención es que haya una comunidad argentina que sea fuerte, que haya un grupo de personas que puedan ayudar a otras. Eso no existe acá. Hay pequeños grupos aislados, pero no lo suficientemente fuertes", asegura. 

Cómo hacer más fácil la experiencia de emigrar

Jorge confiesa que es muy importante, poder reunirse con otros argentinos "porque es muy bueno cuando uno está lejos poder hablar el mismo idioma". Y desde que llegó a este grupo vio cómo surgen propuestas de encuentro. "Hay que apoyar a las personas que debieron salir de su país, mi país. Nadie sale de su país por las buenas... Y estar afuera y encontrar una comunidad de su mismo país, para compartir un mate, una factura, una compañía, es importante", reflexiona.  

"Me gusta estar atento cuando la gente llega para ver si hay algo en lo que los pueda ayudar", dice y sigue: "En algún momento es bueno poder echar una mano o darle una pequeña guía a los que llegan. Esa fue mi intención: que cuando alguien llega de Argentina al País Vasco tenga una referencia". Cuando él llegó, la realidad era completamente distinta. "No había casi argentinos en el País Vasco. Encontrar a un compatriota era complicado. Tardé mucho en encontrarme con gente de Argentina. Ahora veo que hay una comunidad más grande",

Está feliz por haber llegado a Bilbao. "Me gusta repetir que acá encontré mi lugar en el mundo, porque cuando uno encuentra ese lugar puede echar raíces, se afianza y se siente mucho mejor", afirma y sigue: "No cambiaría absolutamente nada. Creo en el destino y todo lo anterior me ha traído hasta aquí".

Sin embargo, recuerda lo difícil que fue emigrar. "A quien quiera venir, le diría que se prepare para llorar muchísimo, para sufrir la desgarradora sensación del destierro y la sensación de estar absolutamente solo por más que esté con compañía". Además, consciente de que son muchos los argentinos que hoy piensan en salir del país, aconseja que "antes de tomar esa decisión piensen en todo lo que se perderán irremediablemente... por ejemplo, que quizás no puedan darle un último adiós a un ser querido. Eso lo sé por experiencia".

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