Tienen entre 17 y 21 años y ayudan a pacientes oncológicos
La Comunidad Rover Martín Miguel de Güemes realiza una donación de pelo anual a la fundación "Un pelito más fácil" con el fin de ayudar a personas con cáncer durante su tratamiento.
El cáncer de mama es la principal causa de muerte por tumores en mujeres y se estima que una de cada ocho será afectada por esta enfermedad en algún momento de su vida. Las cifras del Ministerio de Salud, en base a datos del Observatorio Global del Cáncer, indican que cada año se diagnostican 22 mil nuevos casos. A pesar de su alto nivel de incidencia, existen herramientas que permiten detectarlo a tiempo y reducir sustancialmente su impacto: en estadios iniciales tiene una tasa de curación cercana al 90%.
Octubre es el mes de la concientización sobre este tipo de cáncer, cuyo Día Mundial se se conmemora el 19, por eso desde la comunidad Robert Martin Miguel de Güemes, perteneciente al Grupo SCAO de La Plata Virgen de Luján, número 890, un grupo de jóvenes de 17 y 21 años lleva adelante una campaña para recolectar pelo que será usado para el armado de pelucas para personas en tratamiento de esta enfermedad.
"Nos caracterizamos por hacer proyectos solidarios, entre los cuales se encuentra la donación de pelo, que se realiza desde 2017 con el fin de mejorar las condiciones de vida de los pacientes oncológicos. Todo comenzó con Belén Acatoli, antiguo integrante de nuestra comunidad, quien por medio de un programa encontró una organización de Chubut llamada Pelucas de Esperanza. Belu y los integrantes de la comunidad ese año pusieron manos a la obra y realizaron la primera donación de Pelucas de Esperanza en La Plata", contaron a MDZ desde la agrupación.
"A lo largo de los años nos vinculamos con diferentes organizaciones a las cuales les alcanzamos los millones juntados, lo que se nos complica debido a que estas no tenían sede en La Plata. Este año la donación es organizada por Lucía Costa y Florencia Toledo y trabajamos en conjunto con la organización Lado H, Lado Humano, por la campaña Un Pelito Más Fácil, quienes se ocupan de realizar las pelucas oncológicas que son entregadas por todo el país a quien la necesita, de manera gratuita", agregaron.
Cifras y prevención del cáncer de mama
Como no todas las mujeres tienen las mismas chances de desarrollar este tipo de tumores, debido a la injerencia de factores personales y familiares, el primer paso es hacer una consulta entre los 25 y 30 años. El objetivo es evaluar el riesgo y elegir la mejor estrategia de seguimiento. Luego, en pacientes sin riesgo incrementado, desde la Sociedad Argentina de Mastología (SAM) recomendamos una mamografía anual a partir de los 40 años junto al examen físico mamario realizado por un profesional entrenado. Estudios complementarios como la ecografía pueden ser útiles a la hora del diagnóstico.
En cambio, si la paciente tiene antecedentes familiares de cáncer de mama, debe comenzar su tamizaje con mamografía diez años antes de la edad al diagnóstico del familiar más joven. La Resonancia nuclear magnética esta indicada en el seguimiento de la paciente portadora de una mutación o como complemento de los estudios tradicionales, es caso de duda diagnostica.
El diagnóstico clínico ocurre ante la aparición de síntomas que son referidos por la paciente o detectados por el médico en el examen físico. Pueden ser un nódulo palpable, retracción de la piel, secreción por el pezón, induración o la alteración de la forma o consistencia de la mama. Este tipo de hallazgos es más frecuente en mujeres jóvenes y en grupos poblacionales mayores de 40 que no realizan su control anual.
En cambio, cuando se cumple con el tamizaje periódico, la forma de detección más frecuente es la subclínica. En estos casos, los tumores se identifican por imágenes mamarias que expresan un nódulo, microcalcificaciones, asimetría o alteración de la arquitectura de la glándula.
El cáncer de mama se presenta mayormente entre los 55 y 65 años. Sin embargo, cerca de un 7% de casos se da en menores de 40 y otro 10%, en mayores de 80. Por lo cual, la edad no es un factor para subestimar el riesgo. La SAM recomienda que -más allá del calendario- todas las mujeres estén atentas a cualquier cambio en sus mamas y consulten a un especialista si tienen algún síntoma.
En este contexto, el autoexamen mamario es una estrategia útil para fomentar el autoconocimiento del cuerpo y detectar cambios. Se realiza una vez por mes y se debe buscar un bulto, modificaciones en el tamaño y/o forma de la mama, hoyuelos, enrojecimiento de la piel, hundimiento o desvío del pezón y presencia de secreciones. Sin embargo, no se considera una herramienta de diagnóstico precoz ni reemplaza a la mamografía ni al examen mamario realizado por un médico entrenado.
Hay factores de riesgo que no son modificables, como los antecedentes familiares, ser mujer o simplemente cumplir años. Sin embargo, hay otros que sí se pueden controlar si se adoptan hábitos saludables: no fumar, seguir una dieta rica en vegetales, frutas y fibras (reduciendo el consumo de grasas saturadas, sodio y azúcares), limitar el consumo de alcohol (hasta una copa por día), mantener un peso saludable, hacer ejercicio y controlar el estrés.
De cara al próximo Día Mundial del Cáncer de Mama, que se conmemora el 19 de octubre, la recomendación es llevar una vida saludable y cumplir con los controles según la edad, los antecedentes y el criterio del mastólogo de confianza. Porque en la lucha contra esta enfermedad hay una premisa fundamental: ni el mejor cirujano ni el mejor tratamiento suplen el detectarla a tiempo.