Rosario tuvo que sacar de circulación una línea de colectivos eléctricos por esta insólita razón

En julio de 2017, Miguel Lifschitz y Mónica Fein, que en ese momento ocupaban los cargos de gobernador de la provincia de Santa Fe e intendenta de la Ciudad de Rosario, habían puesto en funcionamiento una nueva línea de colectivos eléctricos para la ciudad de Rosario: la "flamante línea Q".

Se trataba de un proyecto sumamente innovador y alentador hacia el transporte sustentable con "unidades de primer nivel" que conectaba 14 barrios desde la zona Sudoeste con el área central llegando a la Ciudad Universitaria.

Sin embargo, el intenso calor que vive la ciudad de Rosario en verano generó que estos 12 colectivos eléctricos comprados a una empresa rusa queden fuera de servicio porque las baterías no soportan las altas temperaturas.

Las baterías fabricadas por la empresa rusa Trolza, que actualmente no existe ya que quebró en 2020, no están preparadas para el clima rosarino, generando que se recalienten y se apaguen.

Ahora, la intendencia informó que decidió dar de baja la línea Q de colectivos eléctricos y reemplazarlos por otras líneas. La gestión de Mónica Fein había comprado estos 12 colectivos eléctricos por un monto de 4.100.000 dólares. Una delegación del municipio había viajado en 2014 a Rusia para conocer la tecnología que se usaba para la fabricación de los colectivos eléctricos.

Los colectivos de la línea Q eran híbridos. Es decir, que utilizaban energía eléctrica como los trolebuses, pero también poseían autonomía para realizar recorridos sin cableados eléctricos. 

Aunque se hicieron averiguaciones y gestiones para conseguir los repuestos, la empresa rusa Trolza a quienes se le había comprado estas baterías de litio quebró y los altos valores del mercado, como las dificultades para importar estos productos, presentan un escenario muy complejo para la adquisición de nuevas baterías.  

El presidente del Ente de la Movilidad de Rosario, Rogelio Biazzi, salió públicamente a explicar la delicada situación que atraviesa esta línea que, se puso en marcha en 2017, y que hoy se encuentra fuera de servicio.

“Estos coches fueron comprados en 2017 a la empresa Trolza que está quebrada. Tienen unas baterías que, con el calor que está haciendo en estas semanas, se recalientan y se apagan. Por esto es que preferimos ser más previsibles y reforzar las otras unidades”, indicó Biazzi.