Avanza el proceso para acceder a "joyas" bibliográficas únicas de Mendoza

Permitir un acceso ágil, sencillo a textos, datos, crónicas y relatos que quedaron a través de los años como segmentos de la historia que han recorrido los mendocinos, es el objetivo de un trabajo de digitalización de ejemplares de los diarios más importantes de la provincia que se está llevando adelante en la hemeroteca de la histórica Biblioteca General San Martín. Se trata de un proceso que se realiza de manera casi "artesanal" debido a la necesidad de proteger y cuidar las piezas originales, que hasta la actualidad, conforman documentos clave como parte del patrimonio cultural local y nacional.

Hasta la fecha, el trabajo de digitalización de la hemeroteca cuenta con un avance del 50% y se espera llegar a cargar en el sistema unas 55 mil imágenes a las que se podrá acceder on line, con solo acceder a la página web a la biblioteca pública que supo ser uno de los bastiones de las gestiones de José de San Martín mientras cumplía su mandato como gobernador intendente de Cuyo, antes de emprender su el cruce de Los Andes, el 17 de enero de 1817. A dos siglos desde la emisión de los documentos para reglamentar la creación de este espacio destinado a promover la educación y democratizar el acceso a la lectura, la tecnología comenzará a ser aplicada para resguardar las piezas y a la vez, seguir permitiendo que todas las personas que lo deseen, puedan contar con las páginas de ejemplares de muchos años.

Resguardar las joyas del tiempo

Jose Luis López, de la empresa P&L Corp, a cargo del proyecto de digitalización de la hemeroteca, destacó que las intervenciones se han iniciado con aquellos ejemplares que por lo general son más consultados por el público. "El proceso se ha iniciado con los diarios que más consulta tienen, por parte de los investigadores, ya que se trata de piezas que, al ser tan requeridas, están más expuestas a posibles daños, debido a la manipulación", indicó López y detalló que el mismo tiempo, esta digitalización, permitirá un acceso inmediato, no solo a investigadores sino a todo el público en general. 

Hasta el momento, ya se ha logrado digitalizar cerca de 55 mil imágenes (unos 12 mil ejemplares por día), en tanto que el objetivo general es superar las cien mil digitalizaciones. "Se está desarrollando, al mismo tiempo, una solución para que todas las personas que quieran ver los diarios digitalizados puedan acceder a ellas a través de la página web de la biblioteca" aclaró López. Quienes están a cargo de las labores más delicadas para intervenir los ejemplares y avanzar en el proceso de digitalización, son personas que ya trabajan en la biblioteca y que conocen las maniobras y cuidados adecuados a la hora de manipular páginas de diarios que tienen muchos años y que requieren de un resguardo minucioso.

Se trata de hecho, de documentación que guarda un valor histórico y patrimonial muy alto. Es un trabajo artesanal, debido a la antigüedad y estado de muchos de los ejemplares. Por esto, es que las personas que realizan las tareas de digitalización son bibliotecarios que conocen sobre la manipulación y tienen experiencia para trabajar con este tipo de documentos", enfatizó el representante de la empresa a cargo de estos trabajos y aclaró que las personas que lo deseen podrán acceder a estos documentos a través de la página web de la biblioteca. 

Fabián Sama, director de la biblioteca pública, destacó que este proceso es clave para la historia de la institución, tanto por la importancia que guarda para garantizar el acceso a los diarios antiguos que dan cuenta de la historia local como para preservar las piezas, que con el pasar de los años necesitan de cuidados intensivos para evitar su degradación. Explicó en este sentido que hasta hoy los diarios más antiguos que son consultados por investigadores son consultados con la expresa obligación de cumplir un protocolo para su cuidado. "En cambio gracias a este proceso de digitalización, todas las personas que lo deseen podrán acceder a la información que necesiten, sin la necesidad de estar en contacto material con los ejemplares", detalló Sama y agregó que este es un gran avance porque de este modo "tanto mendocinos, como personas de cualquier punto de país o del mundo podrán acceder a estos archivos".

La primera institución

La biblioteca pública General San Martín fue el primer espacio oficial creado por los hombres de la ilustración, que con ideas de igualdad y libertad comenzaron a trazar las directrices de una sociedad que requería de un mayor impulso de la educación, desde el acceso genuino a las letras. Fue así como desde los primeros antecedentes que plasmaron su historia, el edificio ubicado en calle Remedios Escalada de San Martín 1843, en plena alameda de la Ciudad de Mendoza, recibió -a lo largo de 200 años- a miles de personas dispuestas ampliar sus conocimientos gracias a los libros. A lo largo del tiempo la biblioteca se amplió, creció, se nutrió de ejemplares de todas las disciplinas y para todas las edades, siendo el sitio por excelencia donde se hallan las joyas bibliográficas más importantes y que son la prueba de ese pasado que los mendocinos construyeron a base de sacrificios.

La institución nació gracias al impulso cultural que vivió nuestro país en 1820. Entre los hombres que participaron de su creación se destacó la figura de José de San Martín, quien junto a otros militares de la Independencia y algunos ciudadanos abogaban por avanzar en la implementación de espacios donde las ideas, el aprendizaje y la lectura fueran accesibles para todas las personas por igual, sin distinciones de ninguna índole. 

Fue justamente en el contexto ideológico de la ilustración y en el marco de un clima social tensionado por la guerra, cuando surgió la necesidad de crear la “Sociedad Biblioteca Mendocina”. Su reglamento (sancionado el 11 de marzo de 1822) plasmó el deseo de crear una biblioteca popular que difundiera “conocimientos útiles”. Se nombró al primer secretario del organismo, Agustín Delgado, y el 9 de julio de 1822, la Biblioteca Mendocina abrió sus puertas a la comunidad. Actualmente la biblioteca mendocina es la única de carácter público a nivel provincial y funciona bajo el ámbito del Ministerio de Cultura y Turismo.