Matemáticas

Qué es la discalculia, el capítulo olvidado de las neurociencias

Un grupo de psicólogos y psicopedagogas están diseñando un test para facilitar el diagnóstico temprano de este trastorno. Cómo las tecnologías educativas pueden ayudar en el tratamiento de la discalculia.

Luciana Tixi y Agustín Pardo
Luciana Tixi y Agustín Pardo sábado, 11 de junio de 2022 · 07:05 hs
Qué es la discalculia, el capítulo olvidado de las neurociencias
Foto: Freepik

Este sábado en Wumbox tendremos una Master Class sobre “Habilidades matemáticas y discalculia”. Para adentrarnos un poco en este tema cada vez más relevante, conversamos con Inés Zerboni, licenciada en psicopedagogía, MSc en neuropsicología pediátrica por la University College of London y una de las pocas especialista en discalculia en nuestro país. Junto a un grupo de psicólogos y psicopedagogas están diseñando un test para facilitar el diagnóstico temprano de este trastorno.

¿Qué es la discalculia?

La discalculia es un trastorno específico del aprendizaje que impacta en la adquisición de habilidades aritméticas. Este trastorno está presente desde el nacimiento. Las dificultades que provoca tienen un gran impacto en la vida diaria de las personas y sin una intervención, esas dificultades se mantienen hasta la adultez.

La aritmética es la rama de la matemática que se ocupa de los números y de las reglas que regulan las operaciones entre ellos. Las personas con discalculia tienen un problema para entender el valor de los números y las operaciones de suma y resta. Muchas veces vemos pacientes con discalculia que se manejan muy bien con la geometría, porque justamente la geometría no compromete la aritmética. Pero a la vez, varios autores sostienen que la aritmética es un pilar para aprender operaciones más complejas como las del álgebra.

Si no se trata adecuadamente, la discalculia puede arrastrarse a lo largo de la vida y tener impacto en muchas áreas, por que la aritmética está muy presente en la vida cotidiana. En la niñez, además del impacto académico, también afecta la vida cotidiana y emocional porque los niños y niñas van a dejar de jugar a ciertos juegos para no quedar expuestos al error. Por otro lado, sin un diagnóstico certero los chicos van construyendo creencias erróneas como “soy un burro”, simplemente por no saber que tienen este desarreglo. En la adolescencia, sin una intervención a tiempo, también puede afectar la autoestima y hasta la elección de la carrera para evitar aquellas que tengan muchas matemáticas. Y lo mismo en la adultez: si no fue tratada, esas dificultades se arrastran y vemos adultos que tienen que contar de uno en uno para sumar. Por eso insistimos en que es muy importante el diagnóstico temprano y la intervención adecuada que va a permitir desarrollar estrategias compensatorias.

- ¿Se sabe por qué se da esta dificultad?

- Sí, los estudios demostraron que se nace con discalculia, no es que aparece repentinamente en 6 grado. Hay un componente hereditario y tiene una base neuroanatómica: los cerebros de las personas con discalculia tienen un patrón cerebral diferente, super específico. En estudios se vio que los cerebros de los chicos con discalculia, comparados con los de un grupo control, tenían un menor volumen en el surco del lóbulo intraparietal, y menor volumen de materia blanca en el fascículo superior longitudinal. Esos estudios también demostraron que tenían activaciones atípicas en las redes neuronales aritméticas, es decir que la manera en que se les activa el cerebro a las personas discalcúlicas es distinta, y esto es así porque buscan ayuda en otras partes del cerebro para poder realizar las operaciones.

- ¿Cómo se relaciona con la dislexia?

- Muchas veces se habla de la discalculia como la “dislexia de los números”. No son el mismo trastorno, pero tienen un índice de comorbilidad asociado, es decir que es esperable que si es dislexico pueda ser discalcúlico o tenga un déficit de atención.

- ¿Por qué no se conoce tanto la discalculia?

- Una vez una profesora me dijo “la discalculia es el capítulo olvidado de la neuropsicología”. Hace poco hice una investigación tomando una base de datos de artículos científicos para comparar cuántas publicaciones había sobre dislexia y sobre discalculia. Encontré que en los últimos 30 años había 8005 artículos sobre dislexia contra 534 de discalculia, lo que es realmente muy poco.  Entonces es esperable que los profesionales no sepan, no estén al tanto de este trastorno, que falte formación entre docentes y psicopedagogos. Lo llamativo es que la prevalencia de personas con discalculia es muy parecida a la de la dislexia. En promedio, se habla de un 5% de la población tiene discalculia. Pero más allá de esto, las investigaciones fueron aumentando y cada vez se sabe más.

- Vos estás trabajando en el desarrollo de un test aplicable en colegios para ayudar a distinguir personas con riesgo de discalculia. ¿Nos podés contar acerca de eso?

- Como las neurociencias ya nos demostraron que el diagnóstico temprano es crucial, junto con un equipo de profesionales estamos trabajando en un test de screening que se llama test de habilidades numéricas básicas (TNB) para poder identificar tempranamente el riesgo de tener discalculia desde los 5 años. Esto lo estamos poniendo a prueba en algunos colegios. No es una herramienta de diagnóstico, pero sí es un recurso nuevo y muy valioso porque no hay herramientas en español.

- ¿Cómo se puede tratar la discalculia y cómo podemos apoyarnos en las tecnologías de la educación?

- Cuando hablamos de tratamiento, cuanto más temprano se pueda intervenir, mejor. Cuando hago tratamiento psicopedagógico para pacientes con discalculia, me gusta pensar en un tratamiento global, con muchas patas, no solo de repetición de ejercicios de aritmética. Este tratamiento tiene diez pilares:

  1. Objetivos específicos: establecer con ellos los objetivos esperados
  2. Hacer una buena psicoeducación: explicar de qué se trata la discalculia
  3. La mentalidad de crecimiento
  4. El trabajo en equipo con los padres y el colegio
  5. Trabajar en generar bases sólidas, trabajar los conceptos básicos para que los automaticen
  6. Intervención multisensorial para trabajar primero con lo concreto y luego ir abstrayendo
  7. Hacer explícito lo implícitos, aclarar cosas que los discalcúlicos no se dan cuenta
  8. La regulación de la ansiedad: enseñarles a regular los nervios que le provoca enfrentarse a los números
  9. Las intervenciones digitales: apoyarse en las plataformas para sostener la práctica
  10. Las estrategias metacognitivas: incentivar la reflexión acerca de cómo se aprendió.

Está comprobado, según Brian Butterworth, que las personas con discalculia olvidan lo que aprenden. Entonces las intervenciones digitales son claves para que puedan practicar y reforzar lo que se vio en la sesión psicopedagógica. Las plataformas como Wumbox son un muy buen apoyo para completar el tratamiento. Está comprobado que las intervenciones digitales son muy beneficiosas porque las personas pueden practicar la cantidad de veces que quieran y desde cualquier lugar porque lo pueden hacer desde un teléfono. Además estas plataformas son un entorno seguro para la práctica, los niños saben que si se equivocan no pasa nada, pero a la vez el docente o terapista puede hacer un seguimiento. Incluso la misma plataforma se va adaptando al rendimiento del alumno corriendo siempre esa zona de Desarrollo próximo que hace que los chicos quieran mejorar.

Este sábado 11 de junio la Dra.Silvia Renata Figiacone junto a la MSc. Inés Zerboni brindarán una Master Class a través de Wumbox sobre Habilidades Matemáticas y Dislexia. Allí se trabajará sobre los aportes de las neurociencias para enseñar matemáticas. Si querés sumarte a este evento, podés inscribirte en este link.

*Luciana Tixi y Agustín Pardo forman parte de Wumbox, una plataforma de aprendizaje adaptativo argentina a través de la cuál niños de 3 a 12 aprenden jugando. Si te interesa conocer más sobre Wumbox podés escribirnos a través de este link.

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