Cavernas de Poti Malal: piden que sean declaradas como una nueva Área Protegida

Se trata una de las zonas de mayor riqueza natural en el país, con características únicas que la distinguen de otras regiones del mundo. En el Valle de Poti-Malal, a unos 100 kilómetros al suroeste de la ciudad de Malargüe, al menos once cavernas se emplazan en medio un paraíso cordillerano que se extiende sobre más de 25 kilómetros de largo, con tramos en los que el agua de color turquesa intenso se cuela y forma lagos subterráneos únicos: no solo por su belleza, sino porque en sí mismos guardan los datos del pasado lejano de la Tierra.

Estos tesoros, de riqueza inigualable y gran extensión, están siendo estudiados y son preservados de manera delicada, pues desde diferentes sectores se ha solicitado que este valle cordillerano único sea declarado como un Área Protegida de Mendoza. Lo cierto es que en realidad, aún quedan muchas de estas joyas naturales de yeso del período Jurásico por descubrir, advierte Carlos Benedetto, presidente de la Federación Argentina de Espeleología, ciencia que se dedicada, nada menos, que a estudiar el origen y la formación de las cavernas y cavidades subterráneas naturales. La flora y la fauna de estos atrapantes sitios también forman parte de este campo de estudio.

La importancia de avanzar en el cuidado y conservación en este sector no se limita solo a la belleza paradisíaca que, con solo levantar la vista da cuenta de la variedad y la inmensidad del paisaje cordillerano. Más cerca del “corazón del planeta”, los misterios aguardan. “Descubrimos que hay distintas cavernas de tipo cárstico -macizos de roca atravesadas por el agua- interconectadas y esto puede ser muy importante para estudiar cómo era el clima en el pasado”, destaca Benedetto.

La caverna, como un "espejo del cielo"

Sin dudas, uno de los mayores descubrimientos logrados por el equipo de especialistas que lidera Benedetto es la existencia de una caverna que comunica el Valle a lo largo de 25 kilómetros. Sobre el final del delicado y atrapante túnel debajo de la tierra, se hallan las Lagunas Verdes. Los lagos subterráneos, con agua cristalina, forman parte de las particularidades de esta porción única del territorio provincial. El agua que se cuela por las cavernas desemboca en el río Poti Malal. Justamente por eso, desde la entidad nacional están trabajando para que las cavernas, el río y el valle sean declarados como una nueva Área Natural Protegida.

En la cueva San Agustín, las tonalidades amarronadas de la Tierra, contrastan con el color turquesa de estas reservas de únicas de líquido vital. “Es agua a la que no le llega la luz. Es una zona afótica en la que no hay vida. Por lo tanto, podemos decir que el ambiente cavernario es sumamente estable, aunque entre el material de los lagos esté presente el yeso”, explica Benedetto. La unicidad de las cavernas es tal, que se estima que el 90% del patrimonio espeleológico del país se encuentra en todo el sector oeste argentino que comprende el norte de Neuquén y el sur de Mendoza. De hecho, Benedetto destaca que en tierra malargüina el patrimonio espeleológico es más importante que el arqueológico y el paleontológico.

Por ahora, lo cierto es que a nivel provincial la Ley Nº 5978 es la que protege y regula el patrimonio espeleológico de Mendoza. Data de 1993 y deja sujeto a protección toda actividad natural de interés científico. A su vez, la normativa se encuentra amparada en la Ley Provincial Nº6045 del mismo año. La ley es nada menos que la que rige para garantizar la protección de los ecosistemas y la biodiversidad considerados únicos.

Justamente, los espeleólogos solicitan que la biodiversidad de esta zona se analice y conserve desde una mirada integral. Por eso se encuentra en Legislatura un expediente que da cuenta de la solicitud y que desde hace ya varios años permanece "dormido en los cajones". “Lo que se está solicitando es que el Valle de Poti Malal es que sea declarado como área natural protegida, de manera que su diversidad y valor se preserve y quede exento del impacto humano. Por ahora los puesteros de la zona hacen las veces de guardianes del parque. Por eso también pedimos que ellos logren mayor participación en las decisiones finales y se les respete su derecho de acceder a las escrituras de las tierras”, explica Benedetto.

El objetivo de proteger la riqueza del territorio de Poti Malal no es casual. De hecho, el pedido para conservar y cuidar este patrimonio natural único de la provincia, se reaviva en el marco de la polémica por la cesión de las 12 mil hectáreas de tierras cordilleranas para el desarrollo de un centro de esquí ubicado en el valle El Azufre. Sucede que las familias de puesteros que viven en el valle, necesitan de las laderas de las laderas cordilleranas para llevar a pastar a su ganado. En el caso de no poder seguir realizando esta ancestral actividad, la calidad de la producción descenderá y eso podría generar un deterioro significativo en sus condiciones de vida. 

La red local de protección ambiental que se busca ampliar

Hasta ahora, la provincia cuenta con un red de Áreas Naturales Protegidas integrada por 19 reservas que son gestionadas por la provincia. En total, estos territorios comprenden el 13% del territorio local.

Las Áreas Naturales Protegidas declaradas hasta el momento en Mendoza son las siguientes:

- Parque Provincial Aconcagua

- Reserva Privada Villavicencio

- Reserva Natural Bosques Telteca

- Monumento Natural Puente del Inca

- Vías Panorámicas Casuchas del Rey

- Parque Provincial Tupungato

- Parque Provincial Cordón del Plata

- Reserva Natural Divisadero largo

- Reserva Natural Manzano.Portillo Piuquenes

- Reserva Paisajìstica y Cultural Manzano Histórico

- Reserva de Biósfera Ñacuñan

- Reserva Natural laguna del Diamante

- Reserva Natural Laguna del Atuel

- Reserva Natural Laguna de las Salinas

- Reserva Natural Castillos de Pincheira

- Reserva Natural Caverna de Las Brujas

- Parque Científico de Observación del Espacio DS·

- Reserva Natural Humedal Llancanelo

- Reserva Natural La Payunia