Francisca tiene 100 años y conoció el mar este verano: esta fue su reacción

Doña Panchita, como todos la conocen en Rincón de los Sauces (Neuquén), donde vive desde hace décadas, hizo realidad un sueño y este verano pudo conocer el mar. El emotivo momento fue en Las Grutas, uno de los destinos predilectos de Río Negro y fue grabado por sus familiares que organizaron con tiempo esta excursión. 

"Empezamos a organizarnos para llevarla a Las Grutas y que pudiera conocer el mar. Que sintiera el mar, que nadie se lo contara sino que ella lo sintiera", contó su nieta Carolina Cano al diario Río Negro. Y añadió: "Allá empezamos a buscar alguna playa que estuviera más alejada de la gente más que nada por los contagios si bien ya tiene las dos dosis".

Carolina fue quien manejó desde rincón de los más de 650 kilómetros que separan Rincón de los Sauces de Las Grutas. En el auto también iban Rebeca (hija de Francisca) y un sobrino de Carolina. Hicieron el viaje en dos tramos y llegaron a la costa rionegrina justo antes de fin de año. 

Tenían una misión y no podían fallar: querían que Paquita, a los 100 años, pudiera sentir el mar. "Hubo viento, por eso entró con ropa. Pero queríamos que lo sintiera. Nos dijo que estaba calentita el agua", comentó Carolina todavía emocionada. 

Según contaron los familiares de Paquita, cuando finalmente pisó la arena y sintió las olas, ella "gritaba y se reía a la vez cada vez que le chocaban las olas  De la emoción. Era la alegría de una niña. Nos dijo que fue una experiencia muy linda". 

La primera vez que Francisca sintió el mar fue en una playa conocida como La Mar Grande, en San Antonio Oeste. "Es una playa extensa y o había mucha gente", contó Carolina quien además agregó que habían contratado un alojamiento en Las grutas y allí se quedaron durante una semana. Habían buscado una playa de fácil acceso, sin escaleras para facilitar a Paquita el acceso al mar. 

Según indica su documento, Paquita cruzó los Andes a caballo con su familia que se estableció en Rincón de los Sauces. Allí ella se dedicó a la cría de animales y al cuidado de la quinta. "Vino a Argentina desde muy chica. En el documento está anotada en 1926. Por lo que calculamos que mi abuela tiene más de 100 años", relató su nieta Carolina quien además agregó que su bisabuela -la mamá de Doña Panchita- vivió hasta los 104 años.