Se confirmó la consecuencia más grave de la pandemia en las escuelas

El regreso a la presencialidad plena en los establecimientos educativos de todo el territorio nacional se fue dando paulatinamente. Es indiscutible el impacto que tuvo la pandemia en los procesos de aprendizaje de niños, niñas y adolescentes que se vieron obligados a modificar abruptamente sus hábitos y formas de aprehensión del conocimiento por el advenimiento de la pandemia en Argentina y el mundo.

Los meses de agosto y septiembre estuvieron marcados por el regreso a las aulas en diversas provincias y la re-vinculación de los estudiantes. En un principio regresaron a la presencialidad plena los alumnos del nivel inicial y primario y esta semana le tocó el turno a los colegios secundarios y el nivel superior.

El anuncio del regreso a la presencialidad plena no abarcó a todos los estudiantes ya que quedan grupos que aún siguen asistiendo a clases a través de sistemas de burbujas alternando presencialidad con virtualidad. Una de las causas es la infraestructura ineficiente que poseen algunos establecimientos educativos que se ven imposibilitados para contener la totalidad de los estudiantes en espacios reducidos aplicando el distanciamiento correspondiente.

"Es bajo el riesgo de contagio del coronavirus en las escuelas siempre y cuando se usen barbijos y se mantengan protocolos de distanciamiento social" destacaron desde el Centro de Control y Prevención de Enfermedades.

Se espera que las próximas semanas se continúe trabajando para garantizar el regreso de todos los alumnos que aún permanecen recibiendo educación virtual. En cuanto a la posibilidad de una tercera ola que tenga como protagonista a la variante Delta, los especialistas afirman que la escuela debe ser lo último en cerrar.

En cuanto al regreso a la presencialidad plena por provincia, la realidades son muy diferentes. "Formosa y Santa Cruz sólo tuvieron algo de presencialidad en las localidades más chicas, mientras que las ciudades más populosas, con mayor matrícula escolar, sólo recuperaron parcialmente la presencialidad luego del receso de invierno", destacaron desde Padres Organizados. 

"Lo cierto es que el Observatorio de Retorno Presencial a las Aulas no brinda esa información desagregada, así que los datos que tenemos son gracias a los relevamientos que estuvimos haciendo con los grupos a través de las redes sociales", explicó Navajas.

Datos que preocupan

Según datos obtenidos de la Organización Mundial de la Salud, el 72% de niños y adolescentes han sufrido trastornos mentales producto de la cuarentena. El estudio fue llevado a cabo entre junio y agosto de 2020 en 130 países de las seis regiones de la OMS con el objetivo de evaluar las alteraciones sufridas por los servicios de salud mental, neurológicos y de tratamiento de las toxicomanías como consecuencia de la covid-19. 

"Es indiscutible que la escuela es fundamental para el desarrollo y el bienestar de los niños, no sólo para la adquisición de conocimientos sino también para el fortalecimiento de aspectos emocionales y sociales, el cuidado de aspectos nutricionales, de la salud y la realización de la actividad física" fue una declaración emitida de Sociedad Argentina de Pediatría.

La pandemia afectó sensiblemente las estadísticas de deserción escolar, las cifras en los países subdesarrollados hablan del 7% al 15% de estudiantes que abandonaron la escuela, en contraste con las cifras registradas en el año 2019 donde la tasa de abandono escolar era del 3%. En Argentina, el abandono afectó mayormente a niñas, niños y adolescentes que forman parte del 62% que están en condiciones de pobreza. Entre las causas se encuentran la desconexión digital, la falta de una política de bimodalidad y la imposibilidad de acceder a una movilidad social ascendente.

"Al menos 1.5 millones de estudiantes abandonarán la escuela después de la cuarentena" destacaron desde la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO).

Según voceros de "Padres Organizados", hay muchas dificultades relativas a la recuperación de contenidos y la desvinculación que afectó a más de un millón de niños y adolescentes. "Pensamos que ninguna de estas dos cuestiones se encuentra correctamente consideradas por las autoridades responsables", destacaron.

"Argentina y Venezuela encabezan el ranking de los países que más cayeron en la cobertura de vacunación infantil. Es un dato sumamente preocupante porque puede derivar en la reaparición de enfermedades prácticamente erradicadas como el sarampión o la varicela", agregó una de las referentes de Padres Organizados, María José Navajas.

Padres organizados

Durante el 2020 surgieron grupos a través de las redes sociales que comenzaron a militar el regreso a las aulas a lo largo de todo el territorio argentino. Un ejemplo es el de Padres Organizados, quienes, en más de una oportunidad, se manifestaron para visibilizar el impacto de la virtualidad en los niños, especialmente en miles que se desvincularon de la escuela.

"En un primer momento el grupo se armó por la ocurrencia de una mamá que es además diseñadora gráfica y se le ocurrió hacer placas para llamar la atención sobre el tema en las redes sociales (especialmente en Twitter)" explicó Navajas.

La Red de madres, padres y familias se conformó en septiembre de 2020 a partir de una carta donde solicitaban al gobierno nacional que garanticen el derecho constitucional a la educación de todos los niños y adolescentes de Argentina. El escrito presentado en ese momento contenía argumentos que avalaban tan petición e indicaban a las autoridades su responsabilidad de establecer un plan de regreso a las clases presenciales para todos los niveles educativos y en todo el territorio nacional.

El pedido realizado por el grupo de Padres Organizados se extendió a nivel nacional recibiendo miles de adhesiones por parte de reconocidos especialistas de la salud y la educación de nuestro país. A partir de entonces, el grupo no dejó de multiplicarse y comenzaron a tener representatividad en 21 provincias. 

"Esa acción nos permitió una mayor visibilidad y generó que nos contactaran madres y padres de diferentes lugares del país. Paulatinamente se fueron armando grupos de “Padres Organizados” con su logo y el nombre de la localidad a la que pertenecían, con cuentas en redes sociales como Twitter e Instagram", agregó Navajas.