¿Los talibanes representan al islam?
Hemos escuchado en los últimos días suficientes noticias acerca de los talibanes: su regreso al poder y sus temerarias leyes sociales.
Al hablar de ellos, rápido nos viene a la mente imágenes de unos hombres armados con grandes turbantes y pronunciadas barbas que reprimen a las mujeres en público. Sin embargo hay algo que no termina de cuadrar para la persona sensata: que se subraye y recontra subraye que son musulmanes, además de islamistas, y que se amparan en el Corán.
Primero habrá que enseñar a la gente algo: no todo musulmán es islamista. Pero ¿Qué significa ser islamista? Ese vocablo se usa muy a menudo de manera errante. Antes que nada, se debe conocer que ese término no tiene una connotación negativa, como siempre se lo pretende dar. El adjetivo “islamista” se lo debería usar únicamente para calificar a quien se vincula a un partido islámico o defiende una postura política afín. Existen muchos partidos políticos islámicos en los países que profesan esa religión desde hace muchas décadas.
Pero volvamos a los talibanes, ¿son musulmanes o no?
Bueno, ellos dicen serlo, sin embargo, eso no significa que estén poniendo en práctica los valores y principios del islam como debe ser.
Los talibanes son un grupo religioso, político (e islamista) armado que han hecho frente a invasiones militares extranjeras en los últimos 30 años. Impera mucho en ellos su cultura Pashtu y tradiciones regionales, las cuales algunas no concuerdan con el islam que se practica en muchos países musulmanes.
Lo que sí hay que subrayar cuando se hable de los afamados talibanes es esto: el islam es practicado por 1.800 millones de personas alrededor del mundo que aman la prosperidad y la convivencia pacífica, promueven la dignidad del hombre y la mujer por igual y no están de acuerdo en cómo ese grupo quiere llevar las cosas.
Algo más que se debe mencionar: el islam es una religión que fomenta de manera enfática la justicia, la igualdad entre todas las personas y el buen trato al prójimo.
En el Corán leemos: “¡Gente! Los he creado un varón y una mujer, hice de ellos pueblos y tribus para que aprendan (cultura y ciencia) unos de otros. El más noble de ustedes ante Dios es el más piadoso” (49:13). Lo que significa que no existe el racismo en el islam ni la superioridad de un hombre sobre una mujer, ya que una mujer puede tranquilamente ser más piadosa que un hombre y por lo tanto ser mejor ante Dios que un centenar de varones.
Está muy mal querer señalar a los talibanes como el ejemplo de lo que es implementar la Sharía (ley islámica) o de ser musulmán.
Cualquier persona o grupo que no implemente correctamente las enseñanzas del islam no puede jamás ser tomado como su referente o ejemplo de esta fe.
No existe el racismo en el islam ni la superioridad de un hombre sobre una mujer
El islam, desde su muy inicio, dignificó a la mujer enormemente. La Sharía le otorga a la mujer explícitamente el derecho a la vida, un trato digno, aceptar o rechazar una oferta de matrimonio, el derecho a la manutención, divorcio, herencia, educación, trabajo y la lista sigue. Quien prive a una mujer de cualquiera de sus derechos no está implementando el islam ni su ley.
En la antigüedad, fue una musulmana la que fundó la primera universidad del mundo. Empezó como una madrasa que otorgaba títulos en Fez, Marruecos, en el año 895. Fátima Al-Fihriya heredó una fortuna de su padre y lo volcó para que se fomente el conocimiento, ya que éste, según el islam, es lo más valioso después de la fe.
Es evidente que los talibanes no pueden representar al islam si no cumplen cabalmente las enseñanzas y valores del islam, si no otorgan todos los derechos que esta fe garantiza a los ciudadanos que habitan Afganistán. Es tan simple como eso y hay alguien que tiene que decirlo y bien claro. No necesitamos más islamofobia de la que ya existe.
* Salim Delgado Dassum, egresado de la facultad de Jurisprudencia Islámica de la Universidad de Medina, Arabia Saudita, es Imâm de la Mezquita Al-Ahmad, Buenos Aires.