Cuidar los pensamientos es tan importante como cuidar el cuerpo. Existen rutinas saludables para administrar la energía de la mente con beneficios de impacto directo en la vida cotidiana, la resolución de conflictos y la mirada positiva ante las experiencias que trae la vida. La meditación es una práctica saludable que combina técnicas de relajación para un equilibrio y balance en todos los aspectos de la vida.

Pero a veces, por mucho que alrededor escuchemos sobre la meditación, comenzar no es tan sencillo como parece y nos encontramos preguntándonos acerca de los que la practican ¿Cómo hacen?

En esta nota te contamos cómo conectar con la meditación a través de 10 sencillas claves ¡Atención!

¿Qué es la meditación?

La meditación es un método para conectar internamente mediante la respiración.

Es una manera positiva de resolver problemas de miedo, ansiedad, estrés y otros males actuales.

Despegarse del lado consciente para viajar al inconsciente al menos unos minutos traerá enormes beneficios, más calma y una sensación agradable de relajación por la que bien vale la pena intentarlo, aunque seas un principiante.

1. Paciencia.

Los resultados no son inmediatos y hay que practicar la constancia. El proceso es largo pero cuando lo aprendas será tan satisfactorio el resultado que habrá valido la pena.

2. Administra tus pensamientos

Los especialistas en meditación señalan que muchos de los problemas de ansiedad se generan por utilizar sólo la parte consciente para administrar tanto pensamientos como actividades.

Al dejar de lado la intuición y todo lo inconsciente la sociedad occidental deja de lado una valiosa manera de vivir. Se trata del lado soñador, creativo en contraposición al racional o lógico.

Conectarse diariamente con lo inconsciente hará que naturalmente baje la presión y puedas fluir.

3. No se trata de dejar la mente en blanco

Dejar la mente en blanco es difícil. Se trata más bien de conectar con este lado sutil, inconsciente y descansar del lado consciente.

4. Un lugar para la calma

Barrer el piso, estirar una mantita que te guste, encender una vela, ir a un rincón de la casa que te resulte agradable, cómodo, a temperatura ideal con el aroma que prefieras son todos trucos que ayudan a que la magia de la meditación ocurra.

Con la espalda recta sobre un almohadón, en posición de loto y con los ojos cerrados deberás focalizar la mirada en un punto, dejar los ojos quietos, colocar las palmas hacia arriba y los brazos sobre las rodillas.

Respira lento y profundo para empezar.

5. Relajar todo el cuerpo

Para mantenerte en “loto“ la fuerza debe estar en los abdominales, el centro de tu cuerpo. No en la espalda.
Empieza a intentar dominar las tres respiraciones según el centro de inspiración y exhalación: torácica, clavicular o abdominal.

6. Mantra

No funciona para todos, pero si una palabra o frase te ayuda, adelante. Es un modo que muchos encuentran para viajar al lado inconsciente y aflorar las ideas más positivas, repitiéndolo al compás de la respiración, en el tono que te resulte cómodo.

7. Japa Mala

Este elemento similar al rosario para los católicos se utiliza para decir los mantras. Son colgantes budistas de 108 cuentas elaborados de semillas de Rudraksha con un penacho en el centro. Sirve para contar cuántas veces se ha pronunciado el mantra. Y permite medir la evolución, a medida que seas capaz de llevar más tiempo meditando.

8. Cuenco tibetano

El sonido vibrante de este objeto facilita la conexión con el interior. Se toca girando el brazo entero en círculos y tocando el borde con un palo de madera o con la misma mano, pero siempre con el codo como núcleo de la energía y no con la muñeca.

9. Mindfulness

La técnica de “estar presentes“ en el momento en el que hacemos lo que hacemos ayuda a conectar con el interior y no actuar “en automático“. Combinar esta técnica con yoga, pilates y meditación es muy útil.

10. Chakras o centros energéticos, ayurveda y otros recursos combinados

Adentrarse en este modo de transitar la experiencia de la vida implica buscar alternativas para tratar distintos estados de ánimo, problemas puntuales y redistribuir el modo en el que circula nuestra energía.

Conocer acerca de los chakras, centros de energía, por ejemplo, colaborará con una sensación de bienestar que a partir de la meditación nos encontramos dispuestos a cultivar.