Ejemplo solidario

Preocupadas por la pobreza, docentes mendocinas tuvieron una idea que cambió la vida de miles de niños

Desde hace más de 6 años llevan adelante un proyecto a través del cual se arman mochilas y bolsos para los niños que están en etapa escolar y que de otro modo no podrían tener sus útiles para comenzar las clases.

Felicitas Oyhenart
Felicitas Oyhenart martes, 9 de noviembre de 2021 · 14:09 hs
Preocupadas por la pobreza, docentes mendocinas tuvieron una idea que cambió la vida de miles de niños
La idea de un grupo de docentes mendocinas ayudó a que miles de niños pudiesen continuar asistiendo a clases.

Un grupo de mujeres docentes, preocupadas por los altos índices de pobreza, actualmente el 40,6% de la población argentina se encuentra bajo la línea de pobreza (Indec), y su influencia en el aprendizaje de los niños en etapa escolar, decidieron unirse para hacer una convocatoria solidaria que llegara a toda la provincia de Mendoza.

Así fue que surgió Proyecto Mochi, una iniciativa solidaria que desde hace seis años logra ser el puente que une a aquellas personas que desean donar y los niños que se encuentran en situación de vulnerabilidad y que por tal motivo, en muchos casos, no pueden comenzar las clases con los útiles escolares necesarios para trabajar.

"Nosotras nos encargamos de ser el nexo entre las escuelas y las personas que deseen armar las mochilas con útiles o bolso de albergada para los niños que estén en etapa escolar”, cuenta a MDZ Adriana Infanti creadora y voluntaria del proyecto.

Proyecto Mochi solidaridad
Desde hace 6 años Proyecto Mochi ayuda a miles de niños de toda la provincia.

Este año, en la primera etapa de inscripción de escuelas ya se sumaron  2400 chicos que esperan sus mochis para comenzar las clases el ciclo lectivo 2022.

“Este año, con la vuelta de la presencialidad en las escuelas, nuevamente la campaña se centra en el sistema personalizado, es lo que más nos gusta”, explica Infanti y añade: “La campaña anterior no armamos mochis porque los chicos no habían asistido a la escuela, las clases habían sido virtuales. En su lugar, armamos kits sin personalizar para que los chicos pudieran reponer lo que ya habían usado”.

Pero este gran gesto solidario se extiende más allá de los útiles. Algo muy especial se genera cuando dentro de las mochilas viajan trozos de papel con mensajes de buenos deseos y también cartas con el contacto de la persona que armó el kit, quien desea continuar en contacto por el niño que le ha sido asignado, en caso de que esa personita precise de ayuda el resto del año.

“Nos llenamos el alma todos los años con todas las anécdotas de la campaña. Es muy grato ser puente, la gente que dona encuentra en nosotros un lugar de ayuda confiable, gracias a ellos tenemos éxito en nuestras campañas”, afirma quien tuvo la iniciativa de hacer andar esta rueda solidaria. Es la sonrisa de cada niño que recibe su mochilita para empezar las clases el cierre de todo el esfuerzo.

Adriana tiene decenas de recuerdos en su memoria, miles de sonrisas que quedaron muy grabadas en ella y el resto de las personas que son parte del proyecto. Pero siempre hay alguna que hace reflexionar sobre el camino que se ha transitado.

“Hace un tiempo fui a la Escuela Pablo Pizzurno ubicada en el Secano Lavallino. Yo iba por otro motivo, pero el director de la escuela nos presentó a los chicos y les dijo que yo era de Proyecto Mochi”, recuerda la mujer. En ese momento se le acerca uno de los nenes de segundo grado, la toma de la mano y le dice: “Mirá te quiero mostrar mi mochila´”. Al ver el bolso y sus útiles Adriana le respondió: “¡Qué lindo!,  ¿esa es la mochi que te donaron?”.

La respuesta del pequeño la dejó sin palabras, él había comprendido cuál era el verdadero objetivo del Proyecto Mochi. “No, nadie me donó nada. Esta mochila la armaron para mi, tenía cuadernos con mi nombre y lápices con mi nombre”.

“El entendió perfectamente que nadie le había dado lo que sobraba, ni que había recibido algo del montón. Este pequeño comprendió que alguien tenía su nombre y le había armado su mochila para empezar las clases”, comparte Adriana.

Proyecto Mochi solidaridad
Las mochilas no solo contienen útiles, muchas llevan mensajes de apoyo para los pequeños alumnos.

¿Cómo funciona el proyecto?

Para que las mochilas lleguen a su destino hay ciertos pasos que deben cumplirse:

  1. Las escuelas se inscriben en el proyecto.
  2. Se procesan los datos y se comienza a asignar.
  3. Las personas interesadas en colaborar se contactan con la organización.
  4. Cada persona arma la mochila o bolso que le fue asignado.
  5. Se entregan las mochis en los puntos de recepción.
  6. La organización retira las colaboraciones para llevarlas a los centros de acopio.
  7. Se clasifican los bolsos y mochilas por escuela.
  8. Los directivos retiran por el punto de acopio las donaciones para entregarlas a cada niño.

Aquellos que deseen colaborar pueden comunicarse a través de la cuenta de Facebook o Instagram de Proyecto Mochi o por WhatsApp al 2616112243

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