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Alejandro Nató: ¿Cómo pensar una sociedad mejor?

En Mendoza Prende entrevistamos a Alejandro Nató para charlar sobre ciertos aspectos que debiéramos repensar para avanzar hacia una mejor sociedad.

Paola Arcaná lunes, 8 de junio de 2020 · 19:52 hs
Alejandro Nató: ¿Cómo pensar una sociedad mejor?

Alejandro Nató es abogado, mediador experto en conflictos públicos y de cooperación internacional, con una gran trayectoria a nivel nacional e internacional, especialista en el ámbito académico en derechos humanos en la Universidad de Buenos Aires. Pasó por Mendoza Prende para reflexionar acerca de los aspectos principales que como sociedad considera que debemos revisar, reflexionar y repensar para reconfigurar un modelo comunitario que favorezca a la construcción de una mejor sociedad.

En esta oportunidad en el vivo de Instagram de MDZ el encuentro se generó en un marco de conversación más que entrevista, que propició la apertura para que los temas propuesto por nuestro invitado, como enfoque central de la charla, pudieran ser pensados y reflexionados a partir de los diferentes puntos de vista de todos los que participamos, incluso seguidores que se sumaron de diferentes países.

Hablar de repensar modelos sociales nos conduce a opinar desde diferentes lugares tanto académicos, sociológicos e ideológicos, que suelen generar posturas, con muchos matices, alguno puntos en común otros diferentes e incluso opuestos, que en esta conversación surgieron, dando lugar a un análisis con pluralidad de miradas.

El telón de fondo de la conversación se plantea a partir de considerar que un escenario de crisis es ideal para promover cambios, sin embargo para que nos lleve hacia ese lugar es necesario conducir toda esta energía hacia una dirección constructiva y proactiva.

“Va a depender demasiado de nosotros, el mundo en que estamos tiene su forma de desarrollarse y mostrarse. Una cosa es lo aspiraciones y otra cosa es la realidad; y la realidad es que hasta este parate de la pandemia estábamos en un mundo con ciertas dinámicas a las que nos habíamos acostumbrado de enfrentamientos y desigualdad en la lógica del poder. Para mi es fundamental pensar al Estado, que ya tenia mermada su capacidad de desarrollar múltiples actividades que tuvieran que ver con el reconocimiento de derechos económicos sociales y culturales de la población. A este Estado débil para hacer frente a las necesidades sociales se suman las relaciones sociales entre las personas que se encuentran un tanto agrietadas”.

Alejandro Nató afirma que “los niveles de pobreza que tenemos no deberían existir con el nivel de riquezas naturales que tenemos, por lo que hay una desafección muy grande entre los que ganan con esos recursos, incluso subsidiados por los Estados en muchos casos. Aparece el coronavirus a mostrarnos cómo estábamos sobreviviendo en las dinámicas de desigualdad”

Calificó como discursos libertarios a quienes proponen en este contexto de cuarentena priorizar el ejercicio de las libertades individuales en esta disyuntiva de salud y economía Se pregunta también ¿Cuál es el grado de responsabilidad que tiene la sociedad para ejercer su libertad? ya que es una sociedad bastante individualista “Hay muchas responsabilidades para tener un futuro mejor, hay que poner mucho de nosotros como colectivo”.

- Desde lo político creo si bien en un primer momento se reaccionó bien en atender la pandemia desde lo sanitario, partimos mal si pensamos soluciones a partir de la dicotomía salud o economía, en vez de pensarlas desde un lugar integrador  “cómo hacemos para cuidar la salud y la economía” para empezar a pensar otras soluciones. Por otro lado cuando escucho planteos sobre modelos de país, creo que antes de eso hay otra discusión que nos debemos dar y que tienen que ver con valores fundantes. Porque si se pone en discusión la conciencia social de nuestra sociedad para tener la responsabilidad de ejercer sus libertades, me pregunto cómo hacemos para madurar como sociedad si vemos el resurgimiento de liderazgos que se sostienen en un relato discursivo que presenta fisuras porque no es coherente entre lo que se dice y se hace y deja de ser consistente.

-El debate público hoy está puesto en clave de valores porque hablar de economía y salud y la libertad como un valor no deja de ser parte de lo que está en la discusión política en el mundo entero; hay cierto grado de fisura en la discusión sobre los valores que se deben priorizar. Un tema que me parece central discutir es qué tipo de democracia queremos, debemos profundizarla e incluir la paz como valor, en la que se escuchen todas las voces y algunas hoy te dicen que siguen estando excluidos. ¿Cómo hacemos para achicar la brecha? Hoy en Argentina 11.000 personas pujan para no ser integrados en un proceso contributivo en el país, cuando deberían haber más gestos de los que más tienen. ¿Cómo construimos el bien común?, una sociedad donde quepamos todos y aquellos que tienen que dar el ejemplo lo den.

-Pero ¿Desde qué lugar vamos a discutir un modelo de país y económico? Debe ser desde un lugar consistente y con valores, porque si es desde un lugar en que digo una cosa pero después hago otra, la raíz está mala. Si lo básico no está consistente mucho menos podemos tener discusiones de calidad en las otras cosas que por supuesto son necesarias para definir un modelo de país. Un seguidor te pregunta si es más importante combatir la desigualdad o la pobreza.

-Van de la mano porque ambas son violencia, están del mismo lado de la balanza, tienen una raíz común. Necesitamos trabajar en inclusión social e integración. Y en esto es fundamental la inclusión educativa, hoy la digitalización de la educación está generando mayor exclusión de aquellos que no tienen conectividad. Cuanto más entregue de su producto bruto el Estado a la pobreza mejor es porque tenemos un piso de mayor inclusión al menos de las cuestiones básicas; pero esto es momentáneo, hay que tener políticas públicas estructurales para la inclusión social y acá pongo a la educación y a la educación en valores que habilite a una sociedad ensamblada y diversa, como fundamental.

Para volver a la nueva normalidad necesitamos repensar algunas cuestiones, cómo generar nuevas convivencialidades, cómo hacer para que verdaderamente haya una rehumanización, cómo hacer para vincularnos con la naturaleza desde un lugar donde ella vuelva a ocupar el lugar central desde una lógica antropocéntrica, cómo buscar un vínculo donde todo seamos más compresivos. La transformación en la cultura es fundamental y es durante este durante que debe permitir una madurez social del hacia dónde vamos, estoy seguro que vamos a ser mejores que lo que éramos porque este parate nos permitió introspección y reflexión.  

Mas que una lógica de igualdad de oportunidades tenemos que pensar en igualdad de posiciones en la que las asimetrías sociales se reequilibren a partir de nuestras prácticas sociales; debemos mirarnos a nosotros mismos y definir qué es lo que podemos hacer juntos para construir esa sociedad mejor, para transitar un camino y un transito porque también el proceso cuenta, que nos sirva para seguir creciendo. Todos tenemos que pensar algunas cosas que pasan para generar un mejor mañana, aumentaron los femicidios en esta etapa, la violencia intrafamiliar, lo que nos dice que hay dinámicas relacionales que están siendo cada vez peores entre nosotros mismos y que debemos revisar, la vecinocracia policial de balcón y el tema de la niñez no es menor porque hay mas abusos sexuales. Nuestro aporte desde el campo de la gestión constructiva de conflictos es importante para promover cambios, que también deben darse en relación a la justicia, porque nuestros mecanismos debieran estar antes que el juzgamiento.

-Es importante para una sociedad mejor revisar nuestro propio comportamiento individual, nuestra propia ética, y en esto coincido que los modelos colaborativos de gestión de conflicto permiten a las personas pensarse y resignificarse desde otro lugar y ayuda a consolidar un tejido mas permeable para transformarse y evolucionar, que sea capaz de exigir otra cosa también porque el Estado muestra a diario enormes deficiencias institucionales que no requieren dinero para mejorar sino una conducción con ideas claras, principios y un rumbo definido y no veo que la sociedad esté muy atenta a eso para exigirlo.

-El Estado no es solo los ocupantes de los cargos de gobierno, la participación ciudadana le puede dar una dinámica superadora al Estado. Hay una sociedad muy solidaria pero son los de abajo y es acá donde pido solidaridad de todos los sectores, veo gestos grandilocuentes de muchas personas que trabajan en comedores, miles de personas que trabajan por otro y esta en los sectores mas bajos, ¿cómo pensar un atravesamiento social donde esa co-responsabilidad sea para todos? Hay sectores que no pueden quedar ajenos a la solidaridad.

-No veo que la solidaridad sea una cuestión de clase económica, creo que va atada a  valores y ética que va mas allá de la posición económica.  Y en esto hay un punto central, todos sabemos que el asistencialismo continuado aumenta la pobreza de un país y sin embargo es lo que vemos, detrás de eso no podemos pensar que hay un desconocimiento técnico, sino mas bien una decisión política de ir hacia ese rumbo e incluso de cierto provecho de sostener esa situación de empobrecimiento no solo material sino también cultural del tejido social. Desde ese lugar es muy difícil ver el programa social al que hay que contribuir si, otra vez, la base no está clara.

-Hay una erosión social lógicamente, hay polarizaciones y confrontaciones que tiene que ver con lógicas antagónicas que algunos llaman la grieta. Yo quiero traspasar esa barrera y mirar la sociedad desde otro lugar un poco mas arriba porque si la sigo mirando de la grieta no podemos avanzar, hay que parar la pelota. Hay opacidades, contradicciones y ambigüedades que vienen desde siempre y que las tenemos todas las personas, que somos gratos e ingratos al mismo tiempo, lo que si digo es que en los momentos de crisis es donde quiero verlos aportando lo que tienen que aportar, y no me refiero solo a Argentina, en el mundo la concentración de riqueza es uno de los mayores problemas que tiene la sociedad, para hablar de desestructurara la pobreza estructural como planteas vos porque si no es mas de lo mismo, lo que quiero primero es desconcentrar la riqueza. Aprovechemos que se para la pelota para mirar el campo de juego , ver a quien le vamos a hacer un pase, si tenemos la camiseta sucia o limpia si la pelota esta mojada o no, es bueno que acontezca para co-construir una rehumanización .

-Si hablamos de concentración del poder creo que eso viene de la mano de una concepción del poder como algo finito por lo que hay que competir, como una fuente que se agota, cuando en realidad el poder es algo sinérgico que se genera crea y construye y esa responsabilidad de cambiar la mentalidad si la tienen aquellos con más oportunidades manejo de poder para pensar desde una inteligencia más evolucionada; no se trata de nivelar para abajo ni de empobrecernos o intentar esquemas de distribución de lo que hay que para algunos puede ser más o menos equitativos, sino de desarrollar una inteligencia que es consciente que el poder es un elemento vivo que se multiplica. Esa creo debiera ser una nueva ética para quienes ocupan lugares de liderazgo.

-Con un estado garantizando reglas también porque ese es su rol. Vuelvo sobre una sola idea, si queremos ser mejores tenemos que empezar por nosotros mismos y promover una ética solidaria pero también de un sistema de valores donde queramos vivir en un mundo en que cabemos todos y apostemos a ese mundo todos.

-Nos vamos con ese compromiso de intentar ver qué es lo que cada uno puede poner de lo mejor de sí mismo para lograr una sociedad mejor.