Ordenan trasladar la marcha "anti Bolsonaro" por miedo a incidentes

Brasil transita horas ásperas. Al discurso explosivo del presidente Jair Bolsonaro se le opone un descontento social creciente, con una situación sanitaria en franco deterioro y una economía que tampoco arranca. En ese clima, se habían convocado dos marchas multitudinarias para este domingo: una en contra del mandatario y otra a favor, con la complicación extra de que el punto de reunión entre ambas era muy cercano, por lo que se anticipaban posibles incidentes.

Para evitar un baño de sangre, el Juzgado Civil de la ciudad de Sao Paulo libró una medida cautelar en la que se "prohíbe la realización de actos antagónicos en el mismo lugar y fecha". En consecuencia, la manifestación anti Bolsonaro se trasladó a Largo da Batata, donde la gente comenzará a concentrarse a partir de las 14.

Con ello se evitará estar cerca de la Avenida Paulista, sitio en el que se encontrarán los bolsonaristas. 

Tensión

En los últimos días, tras graves acusaciones, muchos organismos dejaron de considerar fiables las estadísticas que difunde el gobierno brasileño a propósito de la pandemia de covid-19.

Lo último que se supo es que había más de 645.000 casos y que las muertes ya superaban las 35.000; pero diversos analistas afirman que esos números representan solo una mitad del descalabro que ha causado la política errática aplicada por el gobierno central, que ya se cargó a varios ministros de Salud.

Eso, sumado a una situación económica preocupante, ha hecho que la sociedad se polarice. El domingo pasado, las barras de varios clubes de fútbol se movilizaron contra el Ejecutivo, "a favor de la democracia y contra el fascismo". En aquella oportunidad ya hubo algunos enfrentamientos.

Durante la semana, entre acusaciones cruzadas, se difundieron datos personales de algunos políticos y de militantes y comunicadores que el bolsonarismo tilda de "terroristas". En los documentos figuraban fotos, dirección, documentos de identidad, cuentas de las redes sociales y hasta hábitos de cientos de ciudadanos opositores. Y hay temor a linchamientos.

¿Qué ocurrirá si hay contacto entre ambas parcialidades? No se sabe. Lejos de calmar los ánimos, Bolsonaro redobló los ataques. Ayer calificó a quienes se manifiestan contra su gestión como "desocupados" y "marihuaneros".