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Juicio por el Próvolo: obispo que investigó pide 'callar y esperar”

En la jornada inaugural del histórico juicio contra los curas por los abusos sexuales a alumnos del instituto, Alberto Bochatey pidió “esperar un poquito el juicio” para que sea el tribunal y no la opinión pública la que dicte sentencia

lunes, 5 de agosto de 2019 · 20:09 hs

El obispo auxiliar de La Plata, Alberto Bochatey, designado por el papa Francisco en 2017 para investigar los casos denunciados de abuso sexual en el Instituto Próvolo en nuestra provincia y La Plata, valoró que la justicia ordinaria busque la verdad y la justicia y llamó a “esperar un poquito el juicio”.

Justo el día del inicio del juicio oral contra dos curas y un ex empleado del instituto, todos acusados por abusos sexuales a niños sordos, Bochatey fue golpeado durante la madrugada por delincuentes que ingresaron a la parroquia San Agustín de Ciudad, donde los ladrones se alzaron con 700 dólares, unos $ 20.000, 600 euros, 1.000 pesos uruguayos y una notebook.

“Es un paso muy importante que se busque la verdad y la justicia, pero hay que esperar un poquito el juicio”, dijo hoy el obispo que en 2017 fue designado por el Papa Francisco en 2017 para investigar los casos denunciados de abuso sexual en el Próvolo en Mendoza y La Plata.

En diálogo con la prensa, el religioso destacó que hoy la Iglesia es muy estricta en cuanto a tolerancia cero y las normas del papa Francisco para que se suspenda y expulse a los sacerdotes hallados culpables, no así a quienes aún son imputados”.

“Conociendo los hechos verdaderos, es aberrante, ya los hemos dicho muchas veces y hasta el Papa Francisco”, resaltó, aunque dijo que este “es momento de callar y esperar”.

Asimismo, lamentó que en su rol de investigar los hechos sucedidos la querella nos ha prohibido contactar a las víctimas con el argumento de no revictimizarlas”.

Bochatey y el padre Ángel Rodríguez, de 64 y 68 años, “fueron golpeados y maniatados por delincuentes que entraron a la iglesia por los techos luego de romper una reja alrededor de las 3 de la mañana”, informó la policía.

Tras lograr desatarse llamaron al 911, mientras se investiga el robo que hasta ahora no tiene relación con el juicio oral ni los abusos cometidos por los religiosos.