Polémica decisión del juez

Caso de la "valija fúnebre": Martearena condenó a 25 años a los tres acusados

El caso que se resolvió en un juicio por jurados generó polémica porque el magistrado se opuso a condenarlos a prisión perpetua, la única pena posible por el crimen que cometieron

jueves, 15 de agosto de 2019 · 21:52 hs

El juez Eduardo Martearena finalmente condenó a los hermanos Abel y Rafael Yañez, y a Mariano Gutiérrez, a 25 años de prisión. 

Los tres acusados fueron considerados culpables por un jurado popular en el juicio celebrado la semana pasada por el asesinato de Juan Leonardo Lucero (27), ocurrido en julio de 2017 en el oeste de Godoy Cruz. En ese momento el magistrado debió condenar a prisión perpetua a los acusados, ya que era la única pena posible al estar imputados por homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas y por alevosía.

Sin embargo, el magistrado se opuso a establecer la pena que correspondía, entendiendo que la prisión perpetua "es un castigo inhumano" y considerando que "viola las convenciones internacionales de derechos humanos".

Martearena, como juez técnico, había diferido la decisión de la condena. Esta tarde se realizó la audiencia a la que había convocado. El fiscal en jefe de Homicidios, Fernando Guzzo, insistió en pedir la condena a prisión perpetua asegurando que la interpretación del juez fue "caprichosa y arbitraria".

En este sentido, Guzzo consideró que el magistrado debió haberse inhibido de participar en el proceso cuando fue designado como juez técnico, ya que sabía que si el jurado llegaba a un veredicto de culpabilidad iba a tener que condenar a prisión perpetua a los acusados.

Además, en su alegato hizo referencia a un fallo de la Corte en el que el juez Omar Palermo asegura en su voto que la pena de prisión perpetua de ninguna manera puede ser considerada inconstitucional.

La defensa de los hermanos Yañez pidió que se cambie la calificación y que sean sentenciados a 8 años de prisión por homicidio simple, mientras que los abogados de Gutiérrez pidieron la libertad del acusado al considerar que el fiscal Guzzo no podía volver a solicitar la prisión perpetua para su defendido. 

Guzzo anticipó que presentará un recurso de casación a la sentencia dispuesta por Martearena y será la Corte quien decidirá si el magistrado interpretó la ley de manera errónea o no.

El caso

El 10 de julio de 2017 encontraron el cuerpo calcinado de Juan Leonardo Lucero (27) en el oeste de Godoy Cruz. El joven recibió una brutal golpiza que lo dejó inconsciente y luego fue prendido fuego en una valija cuando aún estaba con vida, según pudieron reconstruir los investigadores tras el hecho.

La semana pasada, en su alegato final, el fiscal de Homicidios Gustavo Pirrello explicó las pruebas contra los acusados y cómo fue el crimen que bautizó como "la valija fúnebre". Según explicó Pirrello, el crimen se registró el 10 de julio a la madrugada en la casa de los hermanos Yañez, quienes interceptaron a Lucero, lo golpearon hasta dejarlo inconsciente, lo metieron en una valija y luego lo prendieron fuego tras arrojarlo al canal colector Los Cerrillos.

"Lucero estaba vivo cuando lo prendieron fuego. Tenía humo en vías respiratorias, puños de boxeador y estaba en posición fetal, señales de que aún respiraba cuando lo prendieron fuego", explicó Pirrello.

En cuanto al móvil del crimen, el fiscal lo vinculó a un conflicto de drogas entre Lucero y los hermanos Yañez. "Lucero le había robado droga a Rafael Yañez. El asesinato fue un ajuste de cuentas", consideró Pirrello.

Con respecto a la vinculación de Mariano Gutiérrez con el crimen, el joven habría sido quien trasladó a los hermanos Yañez a deshacerse del cuerpo en su auto y lo habría hecho a cambio de cocaína. Gutiérrez dijo que uno de los hermanos Yañez lo llamó porque iba a hacer un viaje y subió la valija a su auto, pero el joven asegura que desconocía que en el interior estaba el cuerpo de Lucero.

Sin embargo, el fiscal Pirrello resaltó que Gutiérrez le había confesado a una amiga su participación en el crimen. Además, destacó que el joven tenía en su poder el celular de la víctima -que activó unas horas después del asesinato- y en el baúl de su auto hallaron restos carbonosos.