Salud

¿Qué le hace la meditación a tu cerebro?

Esta prácticaoriental está siendo utilizada cada vez más en tratamientosy terapias occidentales. ¿Cómo incide en nuestro cerebro? Seguí leyendo y te contamos. 

martes, 19 de febrero de 2019 · 09:50 hs

Juan Carlos es un joven cordobés de 73 años que corrió conmigo 100 kilómetros a través de la Cordillera de Los Andes. Además de eximio deportista, me confesó que hace años practica meditación. Pudo sortear situaciones difíciles con una calma queme pasmó.El cerebro no es un órgano fácil de domar, pero,algunos años de investigación comienzan a echar luz sobre alguna forma de adquirir cierto control sobre él.Y en esto,parece que los orientales, por lo menos históricamente,llevan la delantera. No sé si ustedes se acuerdan de Kwai Chang Caine, o Kung Fu, el personaje llevado a la fama por David Carradine. En un capitulo dijo: “todas las acciones verdaderas en la vida, son simples”. En eso consiste la meditación, en la simpleza de dejarse llevar.El término “meditar” se origina en “meditatum”, que significa “para reflexionar”.Y apunta a un modo de ser más sereno, calmo y flexible.Implica poder adaptarse a los estrepitosos cambios del mundo externo con un bajo costo emocional y afectivo, logrando dominar los pensamientos.La meditación es una práctica marcadamente antigua, que, se cree, tuvo origen en la India miles de años antes de Cristo. Existen documentos datados 3000 años a.C. que expresanqueyase practicaba la meditación en Oriente. A través de la ruta de la seda, sepropagó, sobre todo, al judaísmo, que lo fue transformando en rezo. La fe cristiana no la aceptó fácilmente.Unos siglos más tarde,filósofos como Voltaire y Schopenhauer hablaron de ella y pidierontolerancia hacia los budistas.En 1927 se hizo la primera traducción al inglés del Libro Tibetano de los Muertos.Hoy, la práctica de la meditación es aceptada mundialmente, y, aunque su finalidad originaria se mantiene intacta, se han descubierto otros objetivos, comorelajarse, disminuir el estrésy mejorar la salud en general.Dentro de la tradición budista, existen tres formas de meditar: Atención Focalizada: La persona se concentra en los ciclos de respiración-exhalación.Pretende controlar y centrar la mente en el momento presente.

Conciencia Plena: también conocida como mindfulness. Observar y concentrarse en lo que se ve y se oye, como así también en las señales internas del cuerpo y en los pensamientos, sin dejarse llevar por ellos, para poder controlarlos.Compasión y Benevolencia:Se busca cultivar un sentimiento de bondad hacia otras personas, sean conocidas o no.Promueve una actitud altruista hacia los demás.Cuenta la historia que la Sociedad de Neurociencias invitó a su reunión anual del año 2005 al14 dalai lama para que hablara. Miles de científicos se revelaronpidiendoque se dejara sin efecto tal contrariedad. El dalai, muy humildemente, preguntó por qué no podría haber relación entre una ciencia milenaria y una moderna. Los dejó pensando. Y así empezó la seguidilla de investigaciones que buscaban esclarecer ese nexo.Numerosos monjes budistas y asiduos meditadores empezaron a someterse a electroencefalogramas, escáners cerebrales y una larga lista de etcéteras mientras realizaban meditaciónpara que la ciencia pudiera obtener pruebas fehacientes de la interacción cerebro-meditación.Y los resultados no se hicieron esperar.Se descubrió que, luego de cierta práctica de una actividad meditativa, ciertas zonas del cerebro aparecían más desarrolladas que el resto. Así como cuando uno realiza una actividad física y los músculos implicados se tonifican y se marcan, lo mismoocurre con el cerebro.Las áreas cerebrales más “tonificadas” con la práctica de la meditación son las que se encargan de regular los procesos atencionales, la planificación y organización de informacióny el control emocional. Por supuesto que esto es sólo el comienzo y habrá que seguir investigando, sobre todo a través de diseños longitudinales (a lo largo de varios años).Hoy se aplica cada técnica para determinados objetivos. Se estima que la atenciónfocalizada es sumamente útil para mejorar los procesos atencionales. El mindfulness es utilizado para patologías como trastornos de ansiedad (ataques de pánico, fobias), depresión y para mejorar los trastornos de sueño.La benevolencia y compasión se utiliza para controlar la ansiedad, sobre todo en momentos difíciles. También ayuda a mantener a raya los pensamientos negativos y destructivos y aumentar el control sobre emociones también negativas, como la tristeza exacerbada y la angustia.Científicos de las universidades de Harvard, Yale y Wisconsin llegaron, a través de diferentes estudios, a la conclusión de que la meditación produce cambios estructuralesy funcionalesen el cerebro, mitiga los efectos inflamatorios del estrés biológico y modifica la acciónde enzimas implicadas en la activación y desactivación de genes. De hecho, hay quienes afirman que la meditación ayudaría a ralentizar el proceso de envejecimiento celular.

Intentando acortar brechas entre fe y ciencia, la práctica de la compasión y benevolencia podría llevarse a cabo como una filosofía de vida, por lo menos, nos permitirá mejorar como seres humanos y enriquecerla calidad de vínculos que construimos día a día.Meditémoslo. 

Lic. Cecilia C. Ortiz/ Mat.: 1296/licceciortizm@gmail.com