Una historia de abusos en el Verbo Encarnado
Luis fue confiado por sus padres al seminario menor de la institución en San Rafael cuando tenía 12 años. Desde ese momento comenzaron sus tormentos. Más denuncias contra la Iglesia.
Luis logró salir de su tormento a 18 años de haber ingresado en el Verbo Encarnado (IVE), polémica congregación religiosa fundada en 1984 por el religioso Carlos Buela en San Rafael. Hoy logró rehacer su vida e incluso perdonar a los que lo agredieron, pero quiso contar todo para que no le suceda a nadie más.
El dramático testimonio llega en momentos de intensa conmoción social por las denuncias de abusos de religiosos contra niños hipoacúsicos en el Instituto Próvolo de Luján de Cuyo.
"Me ocurrió a mí, pero tengo el conocimiento de que le pasó a otros chicos", señaló Luis, quien se presentó como "víctima de abuso del Instituto Menor en el Verbo Encarnado". El joven hoy tiene 31 años, pero los abusos comenzaron cuando tenía 12.
"Yo lo oculté y no se lo conté a nadie por temor a quien me agredió", señaló Luis, cuyo apellido será reservado en MDZ, porque a 19 años de esta aberrante situación, todavía tiene efectos en su vida.
"En 1997 me ocurrieron cuatro abusos sexuales en poco tiempo, en un mismo mes, en el 2005 se lo conté al superior, Gabriel Zapata, más adelante, el año pasado, me di cuenta de que no se había hecho nada y repetí la denuncia con el obispo de San Rafael, Eduardo Taussig. Él tomó mi denuncia (canalizada a través del derecho canónico), esta vez por escrito y decidí no hacer la civil porque estoy esperando que la Iglesia determine algo", apuntó.
El joven se mantuvo en la institución hasta el 2015, cuando se dio cuenta de que nadie había hecho nada con su denuncia, y luego de repetirla, esta vez por escrito, se retiró a vivir a otra provincia.
"Nos mintieron; hace poco me enteré que el fundador del Verbo Encarnado (Buela) tiene denuncias por abusos de sacerdotes, y nos lo ocultaron, no se comunicó al IVE. Ahora vamos a empezar a decir la verdad por el bien de los demás, porque puede haber más casos. Yo me enteré de dos más el año pasado, personas que fueron abusadas en el mismo año que yo, pero por otras personas, no lo sé", agregó.
El joven, quien aún espera una respuesta de la institución en la que confió durante tantos años, explicó que quien abusó de él aún continúa siendo parte del IVE, pero ha sido enviado a otro monasterio. "No se dedica solo a hacer penitencia, va al seminario y se sigue presentando como sacerdote cuando el código de Derecho Canónico manda su expulsión inmediata; no ha sido castigado como corresponde".
Pese al terrible daño que le causó el sacerdote que abusó de él (en ese momento el agresor era seminarista pero fue ordenado muy poco tiempo después), Luis quiso dejar en claro que "perdona a todos", aunque desearía que fuera el sacerdote quien se disculpara con él y con su familia.
"El abuso sexual que sufrí siendo un niño de 12 años fue, cuatro veces en el mismo mes, y fue tocar el cuerpo del otro", explicó Luis, a quien todavía se le hace difícil exteriorizar su tormento.
La mentira del "padre" Carlos Buela
"Con respecto al padre Carlos Buela, sé a ciencia cierta que ha acosado sexualmente a un sacerdote amigo mío en Roma y está siendo investigado desde el año 2010 y que se lo condenó y el papa Francisco ratificó la condena. Sin embargo los superiores del IVE han ocultado esta noticia a sus miembros", explicó Luis.
Ya fue procesado, no es sacerdote (Carlos Buela), y lo siguen consultando como si fuese un santo; él es un abusador y un adicto al alcohol, apuntó Luis a modo de expresión de deseo, debido a que el padre Buela puede seguir ejerciendo el ministerio pero no de forma pública.
"Buela nunca dejó de visitar el IVE; es el 'mito del padre Buela', es intocable, intachable y un santo, pero resulta que en realidad es un psicópata", señaló el joven.
Luis se decidió a hablar porque supo que recientemente le ocurrió algo similar al sobrino de un compañero suyo, por lo que todas aquellos que han sido víctimas de abuso en el IVE se han empezado a reunir para que su verdad salga a la luz.
"La cabeza de la institución está corrompida, y no me extrañaría que el que me abusó a mí hubiera sido abusado", explicó y agregó que el IVE "ha caído en eso", a tal punto en que todos los que se animen a denunciar van a ser acusados y perseguidos por otros integrantes que confían ciegamente en ella.
"Queremos que los que están ahí, en esa secta, se despierten y que vean que hay mucha gente buena, porque se hacen muchísimas obras buenas, se ayuda a los pobres y se van a las misiones más difíciles, pero el problema es el padre Buela y sus seguidores", finalizó el joven.
MDZ intentó comunicarse durante los últimos días con los representantes del IVE pero hasta el momento de la publicación del presente artículo no obtuvo respuesta.
*Los fragmentos de texto aquí presentados corresponden a la denuncia canónica que se elevó al obispo de San Rafael quien, a su vez la envió al Vaticano.
Un canonista colaboró en la redacción de los textos para ajustarlos al derecho canónico y explicó que en este caso, como en el resto de los abusos la Iglesia considera que no están prescriptos hasta tanto no hayan pasado 20 años desde que se hubiera cometido un hecho.
El mismo sacerdote explicó que gracias a las reformas que impulsó el Papa Francisco, los obispos están obligados a denunciar cualquier tipo de presunción de abusos, de lo contrario serán cómplices, e igualmente culpables del hecho.