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Tiempos extraños: octubre parece definido, hay dudas que no desaparecen y la economía en la mira

Casi todas las mediciones dan a Javier Milei con un cómodo triunfo en octubre, pero la duda es septiembre. La economía entró en un mundo de conjeturas. ¿Qué quiere Mauricio?

El jueves pasado, Javier Milei encabezó el acto en La Plata.

El jueves pasado, Javier Milei encabezó el acto en La Plata.

Todo es extraño: la lógica abandonó la política y eso se siente de lleno en la economía. Javier Milei eligió no tener problemas con el dólar (y por lo tanto la inflación que es casi lo mismo) de aquí a octubre. Eso significa borrar la incertidumbre del horizonte hasta que pasen las elecciones.

La pregunta sería, entonces, ¿por qué esa incertidumbre se instaló en el mercado cuando no queda claro si el peligro es exclusivamente electoral?

El camino que tomó el Gobierno pasó a mostrar como prioridad un nuevo término que los argentinos empezamos a internalizar con mucha rapidez: el “apretón monetario”. Eso significa, por si alguien no lo entendió, secar la plaza de pesos como nunca se vio para evitar que vayan al dólar. Hay una sola herramienta para hacer eso: presionar a los bancos y subir la tasa de interés.

Y eso es lo que sucede desde hace unos 15 días. El Gobierno, sin que pareciera necesario hasta hace poco, lanzó una explicación netamente electoral: “En una situación con ruido electoral manifiesto, lo último que vamos a hacer es dejar que vayan pesos al mercado”. La frase le pertenece a Luis “Toto” Caputo al mercado.

El Zoom de Luis Caputo

El ministro tuvo que acelerar una reunión de Santiago Bausilli, presidente del BCRA, vía Zoom, con los representantes de los bancos la noche del 14 de agosto ante la bronca de las entidades por el cambio continuo de decisiones y resoluciones con relación al efectivo disponible.

Ese mismo día, más temprano, se les había comunicado, vía un mensaje de Federico Furiase, director del BCRA, que tras la magra renovación de deuda de la semana pasada en la que se suscribió un poco más del 60 % de los títulos que se fueron a colocar, mañana habría otra licitación en términos que podríamos definir como compulsivos para terminar de secar la plaza de pesos y con el resultado de un nuevo salto hacia arriba en la tasa de interés.

Es un horizonte en el que el Gobierno le dice a los bancos que suscriban títulos para entregar los pesos que quedaron dando vuelta (unos $ 6 billones) y que luego podrán computarlos como encajes remunerados. Está claro que un costo hay en la operación. Veremos mañana el resultado.

Tan seria fue la reunión y tan fuerte era la bronca de los bancos que casi ningún integrante del equipo económico concurrió al acto que en ese mismo momento hacía La Libertad Avanza en La Plata para lanzar la campaña bonaerense hacia el 7 de septiembre. En ese acto, bajo la consigna, “Kirchnerismo Nunca Mas”, Javier Milei ataco directamente a Axel Kicillof y describió un escenario de devastación en la provincia de Buenos Aires.

Javier Milei bonaerense

Milei eligió términos como "comunista", "enano" y "tirano de aldea" para describir al gobernador, algo que no parece necesario, habida cuenta que cualquier ciudadano bonaerense no necesita insultar a Kicillof para describir la situación de calamidad en materia de seguridad, limpieza y economía que rodea, principalmente, al Conurbano bonaerense.

Al día siguiente de ese acto, el viernes 15, el mercado recibía el impacto de las dudas por el camino que seguirá el día a día de los argentinos al menos hasta octubre. En Nueva York hubo desplome de acciones argentinas con caída de los ADR que llegan a 9,6% en el caso del Banco Supervielle, pero que tuvieron especial impacto negativo en entidades financieras, energéticas y comunicación.

Tras las operaciones de “secado” de la plaza que lleva adelante el Gobierno, el nivel de la tasa de interés trepó en lo nominal a 69,2%, que se traduce en 80 % para descuento de cheques a PyMEs en bancos o en tres cifras si hablamos de financiación de saldos de tarjetas de crédito. Es decir, el impacto en la economía de los todos días existe. Y mucho más si se piensa que esta situación no parece que vaya a cambiar de aquí a octubre: con este nivel de tasas el impacto en la actividad económica será aún más duro. La contracara es que el dólar, como quiso el Gobierno, apareció domado.

Las tasas en el centro de la escena

La incógnita , además, es el in crescendo que fueron mostrando las tasas. La secuencia fue más o menos así: en abril, el BCRA se corrió del mercado y dejó que los problemas de liquidez los solucionen las entidades entre sí. Los pases se habían terminado. En mayo, el promedio de tasas superó el 30%; en julio, alrededor de 40,9%; y ahora, en agosto, 69,2%. Septiembre es otro tema.

Al mismo tiempo hay dudas que se instalaron en el mundo de los negocios, que no parecen coincidir con la lógica, pero que están impactando con fuerza. Desde hace un par de meses comenzó a consolidarse la idea entre algunos inversores extranjeros que es preferible vender posiciones en Argentina y esperar a octubre; en algunos casos esas decisiones se toman, inclusive, en rubros con un potencial de negocios altamente positivo hasta en el corto y mediano plazo. Y en este punto el dólar y la política parecen ser la respuesta a esa curiosidad.

“A este dólar y con las dudas que hay de acá a octubre es mejor salir y después veremos. Nadie duda de Javier Milei y del momento positivo que Argentina tiene por delante. Mucho menos del modelo económico que se quiere aplicar, pero hoy es ganancia salir y esperar”. Así le definía esta semana un analista de mercado a MDZ la situación ante el interrogante de algunas operaciones de venta de activos que parecen no tener explicación.

Incógnita por la salida

Un caso es el de la operación de compra de YPF a la francesa Total de los yacimientos La Escalonada y Rincón de la Ceniza. Se trata de áreas de Vaca Muerta que tienen proyecciones de explotación más que positivas. YPF las compró en US$ 500 millones y Total salió del lugar. Es decir, una salida del negocio en momentos en que Vaca Muerta entra en un momento excepcional.

En materia de telecomunicaciones sucedió casi lo mismo. Una de las mayores operaciones de los últimos tiempos se dio en momentos en que los controlantes externos encontraron la mejor ventana de salida al valor del dólar actual y en frente tuvieron a un solo comprador posible. La operación se cerró y se liquidó inclusive antes de haber pedido autorización al regulador del gobierno para hacer la transferencia y con el peligro pendiente de una sentencia en contra de Defensa de la Competencia. Cosas que pasan en Argentina.

Al mismo tiempo la política activó este fin de semana un cierre de listas tan ecléctico como pocas veces se vio. Cristina Fernández de Kirchner, desde su cárcel-departamento, y desafiando día a día a la Justicia al punto de pretender que la Corte Suprema se expida sobre las condiciones de cumplimiento de su condena, logró colar nombres y modos a las listas de Fuerza Patria.

Cierres que no convencen

Jorge Taiana e Itai Hagman, un hombre ligado a Juan Grabois, encabezan las listas a diputados en la provincia de Buenos Aires y la Capital Federal. No parece que la competitividad haya sido el bien a resguardar en esta decisión. Los Kirchner no pudieron colar el apellido en ningún lugar decisorio, lo que habla del fin de una era.

En el PRO, Mauricio Macri aparece y desaparece de los conciliábulos de decisión, sin una estrategia demasiado clara. Se sometió y también al PRO, al poder de veto de Karina Milei en el armado de listas. El expresidente, dicen quienes lo conocen bien, entra y sale de escena porque cada tanto siente la necesidad de volver a proteger a su hijo, el partido político que fundó, pero no tiene interés alguno en candidaturas futuras. Su lugar hoy está lejos, en la representación institucional de la FIFA y de ahí no se quiere mover.

Milei aprovecha todo y se mueve a sus anchas, mas cuando no tiene un solo rival adelante que lo desafía seriamente. Cada movimiento que hace la oposición parece favorecerlo. El kirchnerismo nunca hizo tanto por un adversario y el resto insiste tanto en sus errores que parecen forzados. Es la nueva Argentina que en octubre deberá mostrar sí o sí cuál es el camino.