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Máximo Kirchner, Sergio Massa y Axel Kicillof deberán convivir apretados en un lugar porque, si no, pierden

A pesar de las amenazas y operaciones de prensa, todos los sectores de Fuerza Patria saben que ninguno de sus integrantes tiene futuro si se fractura dicha alianza. La mayoría pide que las diferencias se diriman en una PASO y hasta sostienen que Gustavo Menéndez, uno de los pocos que sacó más votos en octubre que en septiembre, y Fernando Gray, dueño de un 0.70 que los hubiera llevado a la victoria, vuelvan a conducir el PJ bonaerense, ese que preside, aún, Máximo Kirchner.

Obligados a tenerse que seguir aguantando, Axel Kicillof, Máximo Kirchner y Sergio Massa saben que la ruptura los deja afuera de todo. 

Obligados a tenerse que seguir aguantando, Axel Kicillof, Máximo Kirchner y Sergio Massa saben que la ruptura los deja afuera de todo. 

Cuenta de X @Kicillofok

Axel Kicillof tiene un doble cepo para concretar su idea de un movimiento que vaya derecho al futuro. Por un lado, sabe que si rompe con Cristina Fernández de Kirchner esa división impedirá que el peronismo vuelva a ganar en la Provincia de Buenos Aires. Y, la segunda, su anclaje en el mismo pasado que el mes pasado rechazó contundentemente un 40% de la sociedad.

La escasa diferencia de 0.30% de votos, poco menos que treinta mil sufragios entre La Libertad Avanza y Fuerza Patria ahora toma otro color. Fríamente, es considerado como un empate técnico. Si bien es una derrota, dolorosa, pero mucho menos que la sorpresiva del 26 de octubre, en la que todo se movía por el espectacular triunfo de septiembre pasado en las elecciones desdobladas.

Tensión con La Cámpora por Presupuesto y Endeudamiento 2026

Por más amenazas que haya de un lado y del otro, todos los sectores que aún conforman Fuerza Patria saben que deben convivir en una cárcel de la cual nadie se puede ir. En estas horas, fuentes cercanas a Kicillof vienen advirtiendo que si La Cámpora, “los primos”, como los denominan, no acompañan el endeudamiento y el presupuesto para 2026, la ruptura será inevitable. “Pago por ver”, le dijo a MDZ un reconocido operador que aún mantiene diálogo con los dos sectores desde su puesto de legislador provincial.

Este lunes, en la Casa de Gobierno, el gobernador citó a todos los intendentes para que escuchen de su boca cómo iba a quedar configurado el presupuesto, la fiscal impositiva y el endeudamiento que necesitará no solo para cubrir esos gastos sino para pagar deuda que data de varios años. En la Gobernación dicen que fue tomada por María Eugenia Vidal.

Sin embargo, los que escucharon las exposiciones de los funcionarios bonaerenses, todas acompañadas por una filmina que detallaba lo que se relataba, se quedaron con sabor a poco. “Son como Fidel Pintos”, graficó un oficialista que suele defender mucho a Kicillof pero sabe que no es muy afín a exponer todo de una vez.

A grandes rasgos, el Ejecutivo provincial necesitará unos US$ 30.000 millones de dólares para cubrir sus gastos anuales y otros US$ 2000 millones para refinanciar deuda flotante. La condición que tienen los intendentes es pedir el acompañamiento de sus legisladores (Kicillof recién ahora tendrá un cuarto de los oficialistas en ambas cámaras) y, si tienen suerte, recibirán un 9% de dicho empréstito. Los jefes comunales quieren 12%. Están a punto de conciliar.

La tensión entre Máximo Kirchner y Axel Kicillof se agudizó cuando “el petiso” se sintió dueño de la victoria de 2019, y fue reelecto de la mano de Alberto Fernández y Cristina Kirchner. De ahí en adelante no hubo paz entre ambos y todos los días hubo un episodio que ayudaba a resaltar esas diferencias.

Sin embargo, la ruptura se expuso públicamente hace poco más de dos años, cuando en plena campaña electoral, Kicillof convocó a armar nuevas canciones y abandonar los viejos éxitos o “covers” de ocasión. El joven Kirchner y sus seguidores camporistas le respondieron que ellos tenían los hits de Juan Domingo y Evita Perón.

Más allá que esté con domiciliaria e impedida para ejercer cargo público, la tobillera de Cristina Fernández de Kirchner parece imantada. Sus seguidores creen, casi con furia, que si ella hubiera estado en la boleta ganaban la elección del 26 de octubre. Todo indica que hubiese sido mucho peor.

Un trabajo realizado por un grupo de consultores llegó a la conclusión que Javier Milei y los libertarios ganaron por contraposición al kirchnerismo, como primer argumento, y porque “a quién ibas a votar”, en segundo término.

Kicillof no suelta tampoco partes fundamentales del viejo relato, que siempre terminará personificando mucho mejor la ex presidenta. Nadie como ella sabe lo que pensaba su esposo. Sin embargo, para no perder ese voto, el gobernador sobreactúa en dogmas del pasado, como lo que hará este miércoles en Mar del Plata al recordar la contracumbre encabezada por Hugo Chávez y Néstor Kirchner en la que le dijeron NO al ALCA.

Ni Chávez ni Kirchner son recordados por su transparencia. Esa relación estuvo plagada de hechos de corrupción y valijas voladoras, similares a las que ahora le salpican a Karina Milei, los primos Menem y la “embajada paralela” armada por Santiago Caputo para relacionarse con Estados Unidos de Norteamérica.

Increíblemente, Kicillof se sigue quedando paralizado en aquella foto cuando a él aún nadie le pudo encontrar un centavo de más en sus declaraciones juradas. El creador del Movimiento Derecho al Futuro necesitará mucho más que un slogan. Tendrá que empezar a confeccionar nuevas prosas y estrofas que le den un significado más remozado al 40% de votos que tiene el peronismo kirchnerista renovador en la Provincia de Buenos Aires, sabiendo, en primera instancia, que hasta nuevo aviso no podrá dejar de utilizar la herencia sin la afluencia y autorización de sus primos.