Más allá de la pelea entre Kicillof con los Kirchner, otros actores influyen decididamente en que todo estalle
En cada espacio bombardean los acuerdos cada vez más lejanos en el seno de Fuerza Patria. Mario Secco, de Kicillof hoy, pero igualmente furioso cristinista hasta 2023, le recriminó a sus "primos" y a Sergio Massa que ponen trabas. Mayra Mendoza no fue a una actividad de Kicillof en su localidad, Quilmes.
Axel Kicillof y Máximo Kirchner
La reunión de ayer entre Gabriel Katopodis y Mariano Cascallares por el lado de Axel Kicillof, Rubén Eslaiman, Alexis Guerrera, por el Frente Renovador y Facundo Tignanelli y Juan Pablo De Jesús por La Cámpora y el antiguo grupo que encabezaba Martín Insaurralde fracasó rotundamente y la posible aprobación para el endeudamiento que requiere el gobernador está a punto de naufragar nuevamente.
Para nada ayudan las expresiones de los “gurkas” como Mario Secco, intendente de Ensenada, antiguo furioso cristinista y ahora kicillofista, en la que también involucró directamente a Sergio Massa como parte del problema y no de la solución. Quozás el intendente diga en público lo que escucha en privado, en el que hay pedidos que Kicillof está dispuesto a volver a ordenar.
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Tampoco optimiza el nivel de confianza que el propio gobernador fuera a Quilmes, donde gobierna Mayra Mendoza, la cristinista intendenta afin a La Cámpora, casi sin aviso. La excusa fue una actividad en el Centro de Estudiantes de la Universidad Nacional de Quilmes,. La jefa comunal no fue y le advirtió que todavía no tenía certezas de las obras que tenía que recibir su municipio durante este año y los proyectados para el próximo.
Este martes, en la reunión de Presupuesto y Hacienda, las bancadas minoritarias que hasta hace dos años conformaban Juntos por el Cambio rechazaron el tratamiento del endeudamiento. Ellos esperan, al menos, una explicación por parte del Ejecutivo para acompañar. “Hacemos lo mismo que a nivel nacional. Si no explican y negocian, no aprobamos”, contaron antes de ingresar a la reunión con el resto de las bancadas.
Si bien los radicales, el PRO y los coalicionistas no tienen capacidad para reunir los dos tercios que trabe el tratamiento, si a ellos se les suman los libertarios, el número mágico sí aparecerá. La misma situación se da en el ámbito del Senado provincial.
Los opositores, muchas veces no oficialistas, que no es lo mismo, saben que el año que viene, con la nueva composición de las Cámaras, no tendrán la misma capacidad de negociación. Pero también observan que la división en Fuerza Patria es tan fuerte que hagan lo que hagan nunca aparecerán como culpables de la crisis que se avecina.
“Te juro que nadie nos vino a ver. Hablan con nuestros intendentes, les dicen que hablen con nosotros… Pero ellos nos piden lo que mismo que le piden a ellos. Plata para paliar la crisis que tienen y por la cual muchos no podrán pagar los aguinaldos de fin de año”, le confió a MDZ uno de los principales operadores opositores. https://www.mdzol.com/politica/mientras-cristina-fernandez-kirchner-intenta-no-caer-el-olvido-axel-kicillof-impone-sus-condiciones-n1385076
El tema de Kicillof con sus propios aliados, inclusive con los de su propio “club”, el Movimiento Derecho al Futuro, es sinuoso. Gabriel Katopodis, por ejemplo, quiere seguir siendo ministro de Obras Públicas como lo vino haciendo desde hace dos años. Sin embargo, escucha que algunos del propio riñón del kicillofismo lo empujan a aceptar como senador provincial, cargo por el cual fue electo en las pasadas elecciones desdobladas del mes de septiembre. Todavía nadie puede precisar, ni desde las cercanías del gobernador como del propio funcionario que haya existido esa charla concreta que tanto se deben.
La charla con la legislatura, en la que participan los intendentes, los verdaderos hacedores del triunfo de septiembre, ronda sobre el monto que ellos recibirán como fondo de fortalecimiento, un eufemismo que se creó en la época de María Eugenia Vidal cuando Manuel Mosca y Federico Salvai armaron un sistema de compensación a los opositores renovadores y del Grupo Esmeralda para que sus leyes, inclusive los endeudamientos, sean aprobados.
El año pasado el monto que había sido acordado pero que nunca se ejecutó fue de $170.000 millones de pesos, algo así como una masa salarial completa anual para cada municipio. Ahora se reclama algo parecido, pero Kicillof, empoderado por lo que considera una victoria propia en la desdoblada de octubre, y con la pelea directa contra Máximo Kirchner, cree que todos lo quieren extorsionar y está dispuesto a llegar hasta el final sin ceder, salvo que los otros depongan las armas primero.
“Nosotros ya le dimos la derecha en todo. Esto es para los municipios para que puedan pagar los aguinaldos”, se ataja un operador de la legislatura. Inclusive “estarían acordados otros temas como los cargos a completar en la Corte Suprema”, agregó.
Pero como el Diablo se esconde en los detalles, ahora la tensión se da por el pedido del kirchnerismo de proponer a Máximo Kirchner como presidente del PJ dentro de esta negociación presupuestaria. Unos lo niegan, otros lo afirman. Este teléfono descompuesto, que puede darse en la relación con la prensa, sin embargo, es el que subsiste entre ellos diariamente.


