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Elige tu propio veto: el camino que puede recorrer Javier Milei para frenar las leyes que aprobó el Senado

Javier Milei ratificó que vetará toda medida que atente contra el equilibrio fiscal. Qué implica un veto presidencial y qué camino debe sortear en el Congreso para resistir los embates de la oposición.

Javier Milei ratificó frente a empresarios en la Bolsa de Comercio que vetará todos los proyectos sancionados por el Senado el jueves pasado.

Javier Milei ratificó frente a empresarios en la Bolsa de Comercio que vetará todos los proyectos sancionados por el Senado el jueves pasado.

Juan Mateo Aberastain

"Todos saben lo que voy a hacer. Vamos a vetar. Y si aún se diera la circunstancia de que el veto se cae, lo vamos a judicializar", prometió Javier Milei el día en que el Senado sancionó una batería de leyes que en el Gobierno rechazan con el argumento de que comprometen el equilibrio fiscal. ¿Qué necesita el presidente para cumplir su amenaza y qué alternativas se abren en el Congreso?

Qué es un veto presidencial

El veto es una atribución que la Constitución Nacional le otorga al Poder Ejecutivo por la que el presidente puede rechazar total o parcialmente (es decir, todos o algunos artículos) los proyectos de ley sancionados por el Congreso.

Si bien no está explicitado en la carta magna, la mayor parte de la doctrina entiende que la herramienta apunta a consolidar el sistema de contrapesos entre los poderes del Estado y forzar su consenso. En ese sentido, el presidente no necesita ampararse en alguna justificación puntual para ejercerlo y puede fundamentarlo en función de la constitucionalidad, la eficacia, la oportunidad, o simplemente su visión política.

El presidente Javier Milei está a la expectativa de dos medidas clave para el Gobierno que podrían definirse esta semana en el Congreso. Foto: EFE
El presidente Javier Milei ratificó que vetará los proyectos para aumentar las jubilaciones, reponer la moratoria previsional y declarar la emergencia en discapacidad.

El presidente Javier Milei ratificó que vetará los proyectos para aumentar las jubilaciones, reponer la moratoria previsional y declarar la emergencia en discapacidad.

Las leyes en la mira de Javier Milei

Las tres candidatas a recibir un nuevo veto presidencial -luego de las leyes de Financiamiento Universitario y movilidad jubilatoria que Milei denegó en 2024- son las iniciativas para reponer la moratoria previsional, actualizar las jubilaciones y declarar la emergencia en discapacidad.

En paralelo, la cámara alta también dio media sanción a otros dos proyectos impulsados por lo gobernadores para imponer las transferencias automáticas de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) y redistribuir los fondos recaudados por el Impuesto a los Combustibles Líquidos. El Gobierno también rechaza las medidas y adelantó que también las vetará si pasan el filtro en la Cámara de Diputados.

El veto es un arma poderosa, pero no infalible, y debe cumplir una serie de pasos para ser instrumentado. Además, el Congreso puede intentar imponer su voluntad frente a la del presidente, intención que ratificaron algunos sectores de la oposición que ya se preparan para defender la tríada de leyes con uñas y dientes.

Puede dilatarse los proyectos de los gobernadores en Diputados
La Cámara de Diputados será el escenario de la batalla legislativa donde el Gobierno buscará defender los vetos de Javier Milei a las leyes impulsadas por la oposición.

La Cámara de Diputados será el escenario de la batalla legislativa donde el Gobierno buscará defender los vetos de Javier Milei a las leyes impulsadas por la oposición.

El camino del veto

  • Una vez que el Congreso sanciona una ley, esta es remitida al Poder Ejecutivo, el cual puede aprobar y comulgarla vía decreto o no pronunciarse dentro del plazo estipulado, lo cual promulga la ley automáticamente. En ambos casos, la ley se publica luego en el Boletín Oficial y entra en vigencia de acuerdo con los plazos legales.
  • Dentro de los diez días hábiles desde que es notificado, el presidente puede decidir vetar la ley, sea de forma total o parcial. En caso de veto parcial, este puede promulgar la parte no vetada siempre y cuando esto no desvirtúe el espíritu del proyecto sancionado por el Congreso.
  • En caso de veto total o parcial, el proyecto vuelve al Poder Legislativo, que puede aceptar la decisión del Ejecutivo o insistir en su sanción original. Para eso, el Congreso necesita rechazar con dos tercios en ambas cámaras (primero en la cámara de origen, luego en la revisora) la decisión del presidente. Si tienen éxito, la ley se promulga independientemente de la postura del presidente.
  • Sin embargo, si una de las cámaras falla en rechazar el veto, la ley cae y el proyecto no puede volver a tratarse en las sesiones de ese año.
Se cayó la sesión en Diputados, en medio de un escándalo. Foto: NA
Si la oposición insiste con las leyes vetadas por el Gobierno, deberá reunir los dos tercios en ambas cámaras para insistir con los proyectos.

Si la oposición insiste con las leyes vetadas por el Gobierno, deberá reunir los dos tercios en ambas cámaras para insistir con los proyectos.

La estrategia del Gobierno

La tarea del oficialismo frente al desafío que se viene es evitar que la oposición logre reunir la mayoría de dos tercios necesaria para rechazar los vetos del presidente. En el caso de la Cámara de Diputados, el número mágico que necesita La Libertad Avanza es 87 bancas en contra.

Eso fue lo que ocurrió el año pasado, cuando los "héroes" defendieron la voluntad de Javier Milei frente a otro aumento de jubilaciones y de presupuesto para las universidades. Como recompensa, el mandatario agasajó a los legisladores con un asado en la Quinta de Olivos.

Javier Milei no logró asistencia perfecta de los "87 héroes".
El Gobierno irá en búsqueda de los nuevos

El Gobierno irá en búsqueda de los nuevos "87 héroes" para defender los vetos del presidente en la Cámara de Diputados.

En esta ocasión la estrategia es la misma: apuntar todos los cañones a la Cámara baja. El motivo es simple, en el Senado el oficialismo tiene una pronunciada minoría con tan solo 6 bancas, por lo que llegar a las 25 necesarias para bloquear a la oposición -que viene de sancionar las leyes con amplias mayorías- parece un escenario lejano.

Un ejemplo inmediato ocurrió el mismo jueves en que se sancionaron estos tres proyectos, donde también el Senado rechazó el veto de Javier Milei a la ley que otorgaba fondos especiales a Bahía Blanca por la catástrofe climática que sufrió a principios de marzo.

Una definición sobre la hora y una discusión legal

Al momento de publicarse esta nota, el Gobierno se encuentra en plenas negociaciones con los sectores de la oposición dialoguista con el objetivo de garantizar la defensa al próximo veto de Milei. Para comprar tiempo, desde Casa Rosada le confirmaron a MDZ que el presidente esperará hasta el "último minuto" de los diez días hábiles de los que dispone para hacer oficial su decisión.

En paralelo, el Gobierno lleva adelante una discusión legal. Para el oficialismo, la sesión del jueves en el Senado que aprobó las tres leyes no cumplió con el reglamento de la cámara y por lo tanto es inválida, postura rechazada tajantemente por la oposición.

En ese sentido, desde el Ejecutivo adelantaron que iban a recurrir a la Justicia, mientras en paralelo el presidente avanza con su veto. Sin embargo, dos abogados constitucionalistas le explicaron a este medio que si Milei veta las leyes, con ese acto estaría reconociendo la legitimidad de las mismas.

Javier Milei en el Congreso Foto: Juan Mateo Aberastain/MDZ
Javier Milei buscará repetir la estrategia para defender el veto en el Congreso, pero en paralelo avanza con la judicialización. Foto: Juan Mateo Aberastain/MDZ

Javier Milei buscará repetir la estrategia para defender el veto en el Congreso, pero en paralelo avanza con la judicialización. Foto: Juan Mateo Aberastain/MDZ

"En el fútbol, si un jugador es víctima de un foul y se levanta, continúa con la pelota, tira el arco y la erra, no va a pretender que le cobren la falta. Acá pasa lo mismo. El presidente dice que la sesión del jueves pasado fue inválida. Si lo fue, judicialícela. Pero si sigue con la pelota- es decir, veta-, y continúa con el proceso de formación de la ley, está validando. Si después le va mal en la justicia, es como el jugador que tiró la pelota afuera", explicó a este medio Félix Lonigro.

Metáforas futboleras de lado, el concepto apela a la Teoría de los Actos Propios del derecho, que establece que una persona (el Gobierno) no puede contradecir sus propios actos anteriores si estos han creado una situación jurídica que genera confianza legítima en otra persona. Así, si el Ejecutivo veta la ley, con ello convalidaría el proceso del Senado.

Con esa mirada coincide el constitucionalista Diego Armesto, quien afirma que "cualquier tipo de impugnación mediante un veto está reconociendo todo el proceso constitucional" y además señala que en el pasado, "la Corte Suprema ha establecido que no es sano para el sistema republicano y la división de poderes que un poder se meta en otro".

En Casa Rosada rechazan esas argumentaciones y se especula con la posibilidad de que el veto finalmente avance con una aclaración en los fundamentos que incluya la impugnación del Ejecutivo a la sesión, como una vía para sostener la puerta judicial. De cualquier forma, antes de llegar a los Tribunales, la prueba de fuego será en el Congreso.