El récord de Alfredo Cornejo: nadie gobernó Mendoza por tanto tiempo
El gobernador Alfredo Cornejo cumple 6 años como primer mandatario. Nadie estuvo tanto tiempo en ese cargo. La historia.
Tras la revolución de mayo de 1810 hasta la vigente actualidad, la provincia de Mendoza tuvo más de 140 gobernadores. El primer gobernador patrio fue José Moldes; un comisionado por aquella Primera Junta de Mayo, quien tendrá la tarea de apuntalar, desde su llegada a Mendoza (18 de agosto de 1810) el largo proceso que concluiría con la definitiva ruptura con España en 1816. Su gestión durará solo unos meses y será muy fructífera; siendo él (Moldes, apodado “la víbora”, que morirá envenenado en 1824) quien abrirá la puerta a los nuevos tiempos de emancipación.
En esa extensa lista de gobernadores durante estos 215 años (desde 1810 a 2025) se anotarán entre sus grandes nombres, ilustres héroes de las gestas nacionales. Por ejemplo: José de San Martín, el indiscutido mayor referente patrio y uno de los iconos fundantes de la mendocinidad, quien ejercerá el gobierno provincial como Gobernador Intendente de Cuyo en 1814.
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Pero también en la nómina de gobernantes mendocinos durante ese primer tiempo criollo encontramos figuras con alta resonancia y prestigio nacional como Marcos Balcarce (hasta la llegada de San Martín), Juan Lavalle (1824), Rudecindo Alvarado (1829) y Gregorio Araoz de Lamadrid (1841).
Las etapas de la consolidación provincial
Una primera mirada determinará distintas etapas por las cuales transcurrió la organización política y administrativa de Mendoza.
Podríamos determinar hitos. Por ejemplo; la sanción de la Constitución Nacional de 1853 y la inmediata constitución provincial de 1854. O la Ley Sáenz Peña de 1912, y la nueva constitución provincial de 1916. También los tiempos de gobiernos constitucionales con alternancias militares debido a los quiebres democráticos desde 1930 hasta la década del ’70 o el advenimiento democrático de 1983 hasta la fecha, pronto a cumplir 42 años de ejercicio constitucional ininterrumpido.
Lo cierto fue que desde 1810 hasta la actualidad (reiteramos, 215 años) y sobre aquella fila de más de 140 gobernadores, en donde registramos casos de gobernantes que ejercieron el poder solamente por algunas horas, hasta otros mandatarios que constituyeron triunviratos, fueron relativamente muy pocos los gobernadores que pudieron ocupar el cargo en dos oportunidades o más.
Los gobernadores que repitieron su mandato
En esa selecta lista (con carácter de excepciones a la regla en Mendoza) entre los que repitieron el cargo de gobernador se encuentran personalidades históricas, como José Clemente Benegas, el ilustre Tomas Godoy Cruz, Pedro Molina, Juan Agustín Maza, Justo Correas, Pedro Pascual Segura o Félix “el fraile” Aldao. Todos fueron gobernadores hasta un poco más allá de la primera mitad del siglo XIX. Algunos de los nombrados ocuparon el cargo solamente por breves días o semanas ante las inestables circunstancias políticas, producto de las disputas sangrientas entre federales y unitarios.
Para ilustrar el cuadro de situación pondremos dos ejemplos: Melitón Arroyo, que enfrentó la “revolución de los colorados” en 1866, fue depuesto por los federales, pero a los meses retomó el poder. Otro caso llamativo (extremadamente excepcional) también será Domingo Bombal Ugarte, quien ocupará en once oportunidades la gobernación entre 1863 y 1890, siempre interinamente (en ocasiones solo por horas), aunque nunca siendo electo.
Sin embargo, durante los tiempos de la “Mendoza Moderna”, del fin del siglo XIX y principios del XX, los gobiernos provinciales empezarán a tener más regularidad y las reiteraciones en el cargo de gobernador serán mucho menos frecuentes. Aclaremos además que los mandatos eran de tres años por aquellas épocas. Solo los electos Tiburcio Benegas, Elías Villanueva, José Néstor Lencinas y Emilio Civit repetirán un mandato.
El caso del “Gaucho” Lencinas fue paradojal ya que ocupó por primera vez la gobernación solo por unos días tras la revolución radical de 1905, pues dicho intento revolucionario finalmente terminó sucumbiendo. También el primer mandato de Emilio Civit fue curioso, ya que ganó la gobernación en 1898 e inmediatamente renunció para sumarse como ministro nacional al gobierno del presidente Roca.
Desde la Constitución de Mendoza de 1916
El último periodo de la organización política mendocina que podríamos destacar se circunscribe desde la vigente constitución provincial de 1916 hasta el momento actual. Como salvedad acotaremos, que la constitución mendocina no permite la reelección inmediata de gobernador.
En esta etapa, de los últimos 109 años (1916 a 2025), Francisco Gabrielli fue uno de los dos mandatarios que excepcionalmente pudo repetir su gestión como gobernador. Su primer mandato fue desde mayo de 1961 a 1962, interrumpido por un quiebre constitucional, y el segundo desde 1963 a 1966, también reemplazado por un interventor federal proveniente del golpe cívico - militar que derrocó a Illia. En otra tercera oportunidad, “Pancho” Gabrielli fue gobernador, pero en el marco de un gobierno de facto presidido por el general Alejandro Agustín Lanusse, y que tuvo como abrupto final para Gabrielli, el recordado “Mendozazo” de abril de 1972. En síntesis, “Don Pancho” fue gobernador de Mendoza por 1.988 días. Sumando, los 332 días entre el 1 de mayo de 1961 y el 29 de marzo de 1962 (golpe de estado a Frondizi); los 990 días entre el 12 de octubre de 1963 y el 28 de junio del ’66 (golpe a Illia); y los 666 días entre el 8 de junio de 1970 y el “Mendozazo” del 4 de abril de 1972.
Repasemos que desde ese tiempo de la renuncia de Francisco Gabrielli en 1972 hasta éste 2025 transcurrieron 53 años.
El segundo caso del gobernador que renovará su mandato desde 1916 será Alfredo Cornejo, quien sumando sus días de gobernador (un periodo completo, más dos años de segunda actual gestión) lleva ejerciendo la primera magistratura provincial una suma de 2.191 días, siendo ya un récord absoluto e histórico de permanencia en el poder mendocino, sin contemplar que cuando concluya su gestión en diciembre 2027, alcanzará los 2.921 días como gobernador.
Haciendo historia
Haciendo historia, y sintetizando, expondremos paralelamente que tras aquel “Mendozazo” del ’72 se sucedieron 23 gobernadores, contando desde los últimos gobernantes de facto de la “revolución argentina” (Luis Gómez Centurión, Félix Gibbs y Ramón Díaz Bessone) que había nacido con Ongania y concluía en 1973 con el triunfo de Cámpora; los constitucionales gobiernos del peronismo con intervenciones federales incluidas (1973 – 76: Martínez Baca, Mendoza, Cafiero, Rodríguez y Pedro Lucero), los cinco del proceso militar (76 – 83: Tamer Yapur, Sixto Fernández, Ghisani, Cejuela y Vidart Villanueva) y los diez gobernadores sobre once gestiones desde 1983: Llaver, Bordón, R. Gabrielli, Lafalla, Iglesias, Cobos, Jaque, Pérez, Cornejo, Suarez, con la reiteración de la segunda gobernación de Cornejo, quien tras dejar pasar un mandato, según estipula la constitución de Mendoza, volverá a ocupar el Sillón de San Martín.
El récord de Cornejo
Por ende, será Alfredo Cornejo el único que volvió a ser gobernador de Mendoza en más de 50 años, pero también ya se convirtió en el gobernador mendocino que más tiempo gobernó la provincia en toda su historia.
Es más; cuando concluya su gobierno allá por 2027, nadie habrá gobernado Mendoza tantos años desde 1810. Y podríamos agregar algo más sorprendente aún. Desde la fundación de Mendoza en 1561, hace 464 años, nadie gobernó tanto tiempo la provincia, pues muy lejos estaban aquellos gobernantes españoles, desde Pedro del Castillo (fundador de Mendoza, el 2 de marzo de 1561) hasta 1810 (llegada de José Moldes), de sostenerse ni por asomo (en virtud a las fluctuantes coyunturas políticas coloniales) al menos a un par de años de gestión como máxima autoridad en el Corregimiento de Cuyo.
Conclusión: el mérito personal y admirable historia institucional
El “Récord Cornejo”, paralelamente, acompañando su capacidad personal para la construcción de poder político, pondera una clara muestra de la calidad institucional provincial, pues Mendoza es la única provincia argentina que no permite la reelección inmediata de gobernador, lo cual obliga a los gobernadores a acumular mucho poder político si quieren liderar transformaciones y cambios profundos en cuatro años, asumiendo en casos, fuertes desafíos cuyos beneficios seguramente estarán muy lejos de materializarse en un periodo de gestión. Ese debería ser el mérito del récord de Cornejo en función de la historia de Mendoza.
En sintonía con lo expuesto sobre la calidad institucional mendocina; para muestras sobra un botón, por lo cual brindamos algunos ejemplos: Formosa en los 42 años de democracia desde 1983 solo tuvo 3 gobernadores: Floro Bogado (1983 a 1987), Vicente Joga (2 periodos: entre 1987 y 1995) y Gildo Insfrán, desde 1995 a 2025 (30 años seguidos). Y nuestro vecino San Luis tuvo cuatro gobernadores entre el ‘83 y hoy: Adolfo Rodríguez Saá (5 periodos seguidos), su hermano Alberto (3 periodos) y Claudio Poggi (cursando su segundo periodo); además de Alicia Lemme, quien completó el último mandato del Adolfo, cuando éste asumió la presidencia nacional en diciembre de 2001 por unos días.
Por ende; ahí radica el mérito institucional mendocino. Hecho que no deja de ser un orgullo para la historia provincial y su sector dirigente, que sin esquivar debates complejos ostenta una fortaleza institucional que en cualquier otra provincia sería impensado. Reconociendo además que más tarde o más temprano, la dirigencia provincial (política, empresarial, sindical, cultural, ambiental, religiosa, etc.) se debe un serio debate que adecue la ponderada Constitución de 1916 a los vertiginosos nuevos tiempos que aceleradamente corren camino a la mitad del siglo XXI, poniendo en consonancia a la Carta Magna provincial con las gigantescas transformaciones que se vienen suscitando en el amplio campo de las dimensiones sociales, económicas, jurídicas y políticas que nos atraviesan a todos. Pero más allá de los récords, seguirán siendo siempre los propositivos liderazgos, la representatividad ciudadana emanada de las buenas gestiones y la respetuosa institucionalidad constitucional, la única manera de escribir la historia de Mendoza y sus necesarias nuevas páginas.



