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El Gobierno cree que el martes Cristina irá presa: "¿Dónde quedó nuestro pacto de impunidad?"

En Casa Rosada estiman que la Corte ratificará la condena de la titular del PJ y obliga a replantear la estrategia electoral en la Provincia, con un peronismo que necesariamente se abroquelará.

Cristina Kirchner y Javier Milei en la asunción del presidente . Foto: Noticias Argentinas

Lejos de los micrófonos y en las profundidades de los despachos oficiales, en la Casa Rosada creen que el martes Cristina Fernández de Kirchner irá presa. Si bien aluden “ser otro poder y no interferir en lo que resuelva la justicia”, afirman que será un hecho la ratificación de la condena a la titular del PJ por parte de la Corte Suprema, en el marco de la causa “Vialidad”.

“Creemos que va a suceder, que irá presa el martes”, señaló a MDZ una alta fuente gubernamental, que suele tener información privilegiada desde los sótanos del poder.

A pesar de los cuestionamientos públicos del presidente Javier Milei a la expresidenta, a quien le dijo “corrupta” o “condenada”, sus principales alfiles en Casa Rosada critican el proceso judicial que afrontó la titular del PJ. No hablan de “lawfare” y los otros términos que emplea el Instituto Patria para hablar de la supuesta persecución contra su líder, pero creen que no se llevó a cabo una investigación seria y objetiva.

Más allá del “debate judicial”, en el Gobierno empiezan a repensar lo que ocurrirá electoralmente. Hasta este viernes se pensaba en quién iba a medirse contra Cristina en la tercera sección electoral, buscando polarizar contra su adversaria predilecta. Sin embargo, si se ratifica su condena, quedará fuera de juego y podría abroquelar como nunca a un peronismo herido, dividido y con un claro riesgo de perder en su principal bastión.

“Ella romantiza la idea de ser condenada”, indicó este funcionario, clave en el armado electoral de La Libertad Avanza, que piensa como contrarrestar “el plan de victimización” de CFK, que podría potenciar las proyecciones peronistas.

Pese al relato oficial, a los principales estrategas libertarios nunca les gustó el proyecto de Ficha Limpia, el cual se cayó porque, casualmente, los principales aliados del Gobierno en el Senado “se dieron vuelta” en el último minuto y lo rechazaron. Coinciden con el discurso K que solo está hecho “para proscribirla” y que “no le interesaba a nadie, solo a las Mabeles de Recoleta”.

El propio Guillermo Francos habló en diciembre de esta presunta proscripción a la extitular del Senado, desnudando el real plan del Gobierno: elegir de rival electoral a Cristina Fernández de Kirchner. "Eso está en el pensamiento de del presidente de la República. Él cree que para derrotar al kirchnerismo y, particularmente, a Cristina Kirchner, su líder, hay que hacerlo en elecciones. Creo que tiene que ver con eso". Sostuvo el problema que implica "intentar frenarla por otras vías" y "se genere esta victimización, que otra vez capitalice políticamente de alguna manera este hecho".

"Estamos de acuerdo con la ficha limpia y lo que significa, pero no estamos de acuerdo en que esto se pueda llegar a tomar como una especie de proscripción que es el riesgo que se tiene. Estamos generando una proscripción que no es la intención", señalaba el jefe de ministros.

De todas formas, desde la cúspide del poder en Balcarce 50 se mostraron irónicos contra quienes hablaban de “un pacto de impunidad con Cristina”: “¿Dónde quedó el pacto de impunidad con Cristina del que nos acusaban?”, comentó, entre sonrisas, uno de los principales colaboradores de Milei.

Ante este posible escenario de Cristina presa o con claras chances de no poder competir electoralmente, el Ejecutivo reforzará su diseño político para tener que contrarrestar un mayor apoyo al peronismo en la Provincia, donde se podrían cerrar las grietas y lograr, finalmente, una voz unificada para cuestionar el fallo, hablar del supuesto rol del Gobierno en la decisión y amplificar una voz opositora que, hasta ahora, estaba fraccionada y sin perforar en la opinión pública.

Hasta el viernes hablaban de “jóvenes dirigentes libertarios” que servían para contrastar “con la reina de la casta”. Sin embargo, este presumible cambio en el tablero político obligará a los diseñadores de la campaña libertaria a pensar en figuras más contundentes en todas las secciones para evitar un inesperado traspié.