El discreto acto peronista que protagonizó Alberto Fernández

La visita de Alberto Fernández a Mendoza incluyó un evento masivo, pero poco tradicional para el PJ: se desarrolló dentro de un hotel cinco estrellas.

Ocurrió apenas terminó la conferencia de prensa, en un amplio espacio ubicado en el mismo primer piso del hotel Intercontinental de Guaymallén, donde se desarrolló el contacto con los periodistas. Los militantes de Alberto Fernández y Anabel Fernández Sagasti comenzaron a llegar esta tarde a ese sitio.

No era una actividad para la prensa. Pero desde afuera se pudo ver el armado: un escenario con una mesa y varios micrófonos, y muchas sillas abajo. 

Según pudo saber MDZ, los lugares del escenario estaban reservados para el candidato presidencial, la candidata para la gobernación, el postulante a vicegobernador en la provincia y los cuatro intendentes peronistas que van por la reelección.

También se supo que tendría algún tipo de protagonismo en el evento el candidato a intendente de Guaymallén, Alejandro Abraham, en su calidad de anfitrión departamental.

En los pasillos se reconoció que el acto tendría un matiz popular. Pero con peronistas "de saco", sin bombos ni banderas, y en un espacio cerrado.

Muy serenos, fueron dejándose ver en el primer piso del Intercontinental Jorge Giménez, Guillermo Amstutz, Guillermo Carmona y hasta el propio Carlos Ciurca, quien se siente muy cómodo en su nuevo rol de armador y no piensa en volver a "figurar" como antes.

Ciurca es una suerte de enlace entre Fernández Sagasti, Unidad Ciudadana y el peronismo clásico mendocino, al cual conoce como la palma de la mano. Supo estar muy enfrentado con Unidad Ciudadana, pero con sus líderes "no ocurrió nada grave". Nada de lo que no se pueda volver, por lo menos en el PJ.

La serenidad marcó el estilo y las emociones de los militantes que asistieron a esta tarde peronista en hotel cinco estrellas. Se lo vio, por ejemplo, al diputado y armador político nacional Wado de Pedro, en animada conversación con el presidente del PJ mendocino, Guillermo Carmona.

Todo el mundo se mostró muy amigable y risueño, seguramente debido al resultado de las PASO nacionales, que colocaron a Alberto Fernández a un paso de ser el próximo presidente de los argentinos.

Fernández se queda a dormir esta noche en el hotel y antes de irse a la cama tenía previsto animar una cena con empresarios, de convocatoria muy acotada: 40 personas en total.

Durante la conferencia de prensa, habló de las economías regionales, de la necesidad de priorizar, si le toca llegar a la presidencia, los sueldos, jubilaciones y tarifas, de la intención de encender la economía y de su decisión (más allá de alguno que otro gesto de "colaboración" con el Gobierno Nacional) de desentenderse de los estertores del dólar, que es responsabilidad de Macri.

No reaccionó ante ninguna pregunta y hasta hizo un chiste cuando lo consultó la corresponsal de Clarín, medio con el cual tiene un diálogo más que fluido últimamente. "Soy el hombre de Clarín", afirmó.

Prometió que en economía será "pragmático", en un contexto de peronistas que verdaderamente se muestran pragmáticos en sus gestos y que hablan de ser "socios" de los empresarios.

Sólo se puso firme en la defensa del ex presidente brasileño Lula Da Silva y al único político que le hizo la cruz fue a Lino Barañao, el secretario de Ciencia y Tecnología que sobrevivió al kirchnerismo, pero que no seguirá en el Gobierno si Alberto Fernández llega a la presidencia.

Los peronistas mendocinos necesitan que su éxito electoral se derrame en Mendoza y por eso sobraron frases de elogio de Alberto F. para Fernández Sagasti. "Siento cariño, respeto y gran admiración por su condición política", dijo de entrada.

Del mismo modo, atacó a Alfredo Cornejo, líder del candidato a gobernador con el que competirá el PJ, Rodolfo Suarez. "No lo entiendo a Alfredo, tal vez está irritado por el resultado (electoral), espero que recupere la cordura", respondió cuando le mencionaron afirmaciones de Cornejo sobre el "poder simbólico" del candidato presidencial de Todos y su responsabilidad con el Gobierno Nacional.

Y de Cornejo se volvió a acordar al final: "Alfredo acompañó a Macri y Mendoza padece la economía de Macri, como todo el país. Los gobernadores solos no pueden. Si quiso, no pudo", cerró Fernández, para gusto de su candidata a gobernadora.

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