Defensa: Luis Petri y las Fuerzas Armadas conmemoraron al Estado Mayor Conjunto
El ministro de Defensa, junto a jefes de las Fuerzas Armadas, participó de la ceremonia que recordó la creación del organismo estratégico para la defensa nacional.

Luis Petri, en el acto junto a los jefes de las Fuerzas Armadas.
Foto: @luispetriEl ministro de Defensa, Luis Petri, participó junto al jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas (EMCO), brigadier general Xavier Isaac, en la ceremonia conmemorativa por el 77° aniversario de esa institución.
Acompañaron durante el acto los jefes militares del Ejército, teniente general Carlos Presti; de la Armada, almirante Carlos Allievi; y de la Fuerza Aérea, brigadier mayor Gustavo Valverde, además de funcionarios del ministerio.
Te Podría Interesar
El rol del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas
El Estado Mayor Conjunto de las FFAA, fundado el 9 de septiembre de 1948 a través de la Ley N° 13.234, es el organismo encargado de gestionar los recursos militares en tiempos de paz y de coordinar las funciones de los Estados Mayores Generales del Ejército, la Fuerza Aérea y la Armada.
Su función primordial es asistir y asesorar al ministro de Defensa en cuestiones de Estrategia Militar y realizar el Planeamiento Estratégico Militar, con el propósito de contribuir, en forma articulada con las demás Fuerzas de la Nación, al Sistema de Defensa Nacional.
En este sentido, se constituye como el elemento clave para que la política de Defensa pueda modernizar el Sistema de Defensa Nacional, garantizando que la estructura militar esté preparada para enfrentar las exigencias que se presenten.
La conducción estratégica militar supone la tarea de identificar las tendencias principales del conflicto armado de la época, anticipar planes y doctrinas y priorizar los recursos disponibles para enfrentarlos.
La guerra interestatal no es el único tipo de conflicto donde se juega la supervivencia de un Estado; el presente y pasado inmediato muestran otras expresiones bélicas transnacionales (crimen organizado transnacional, el narcotráfico con armamento militarizado, el terrorismo internacional, las guerras híbridas, la inteligencia artificial aplicada a ciberataques) que son tan letales como el conocido choque armado entre ejércitos regulares de las naciones.
Estas nuevas (y no tanto) formas de agresión ya tenían respuesta militar en la manda constitucional del país, pero fue cercenada por decretos sucesivos del gobierno kirchnerista.
La última Conferencia de Ministros de Defensa de las Américas (XVI CMDA), celebrada en Mendoza en 2024, avanzó y plasmó el acuerdo en que el terrorismo internacional es una amenaza que afecta la seguridad global.
El punto 18 de la Declaración final dio consenso a la moción de Argentina y quedó así: “Que el terrorismo internacional sigue siendo una amenaza que debe motivar a intensificar la cooperación entre los Estados miembros con el objetivo de disminuir la incidencia de este flagelo en la estabilidad internacional. Lo anterior, en conformidad con la Convención Interamericana contra el Terrorismo (CICTE) y otros instrumentos internacionales relevantes, y en estricto cumplimiento de la legislación interna de cada Estado”.
Con el andamiaje formal de consenso de 22 países del hemisferio, sumado a la redefinición de tareas de las fuerzas ante agresiones de organismos paraestatales extranjeros, organizaciones terroristas u organizaciones transnacionales que estableció el decreto 1112, Petri concretó el Operativo Roca de despliegue de efectivos y medios a zonas de frontera.
Reafirmación del rol militar en fronteras y ante agresiones no estatales
En la ceremonia realizada en el edificio Libertador, sede de la cartera de Defensa, del Ejército y del EMCO, el ministro ponderó la implementación del decreto N° 1112, que habilita a los militares a misiones contra el terrorismo y otras formas de agresión no estatales. El discurso que pronunció Petri ante militares y la cúpula de las tres fuerzas fue una arenga revalorizadora de esas tareas.
“Modificamos un decreto caprichoso, arbitrario, que diezmaba y limitaba las capacidades y misiones de las Fuerzas Armadas y recuperamos capacidades que nunca se debieron perder, porque estaban claramente habilitadas por la Ley de Defensa, como la posibilidad de custodiar objetivos estratégicos, como la posibilidad de actuar y prevenir atentados terroristas, teniendo en cuenta que la Argentina ya fue víctima de dos atentados terroristas en las últimas décadas, con la voladura de la AMIA y de la embajada de Israel”, afirmó.
Remarcó en otro párrafo: “¿Cómo no iban a estar las Fuerzas Armadas involucradas en la defensa, protección, el control y la vigilancia de nuestras fronteras? Si allí, en los límites, es donde se juega la defensa de la integridad territorial y, fundamentalmente, la defensa de la soberanía. Por eso establecimos la modificación que hoy claramente le da la posibilidad a las fuerzas de poder intervenir, de actuar y de cumplir con ese rol que manda la Constitución: el de defender a los argentinos, defenderlos ante cualquier agresión o amenaza externa que los ponga en peligro”.
Y también reseñó misiones subsidiarias de cooperación con la ciudadanía ante catástrofes: “Las vemos actuar en la adversidad, ante las urgencias de una emergencia social. Es allí donde las fuerzas todos los días dan muestra de su capacidad, de su valor, de su entrega, arriesgando la vida en Zárate, en Campana, en Bahía Blanca, en incendios e inundaciones, en temporales contra la nieve como en Santa Cruz y Chubut, y con imágenes y acciones que nos llenan de orgullo y llenan de orgullo a millones de argentinos”.
La oportunidad no daba para mencionar otros asuntos que preocupan al denominado instrumento militar, entendido como los cuadros que forman las instituciones armadas.
La “conjuntez” de los uniformados, representados en quienes formaron en las escalinatas del edificio Libertador, esperan una señal del Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, Javier Milei, en torno a dos problemas acuciantes: la situación salarial y la de su obra social.