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Javier Milei sigue armando un zafarrancho en la política que hasta Kicillof y Cristina podrían amigarse

Libertarios, cambiemistas y peronistas kirchneristas están obligados a sobrevivir en la unidad. La idea de sobrevivir, camuflarse hasta que aclare o resistir es más fuerte que las ganas de ganar.
Foto: Instagram (@lalibertadavanzaoficial)
Foto: Instagram (@lalibertadavanzaoficial)

La elección porteña y la categórica victoria de La Libertad Avanza quemaron todos los libros, inclusive los del oficialismo mileísta, que desde el domingo a la noche inició una encarnizada guerra interna para desterrar a los “impuros” que se “infiltraron” en la lucha anti casta.

El domingo a la noche, en la sede libertaria del Hotel Libertador, se vivieron escenas de mucha tensión entre los integrantes de “Las Fuerzas del Cielo” comandadas por Santiago Caputo y los libertarios bonaerneses enrolados con Sebastián Pareja y dependientes directos de Karina Milei.

“Ale, todo fue un quilombo. Realmente hubo momentos donde el aire se cortaba con un hilo dental”, explicó un protagonista de la noche. Tal es así que se sintió nítidamente cuando nombraban a El Jefe o al “Peaky Blinders” porque los aplausos surgían de un sector definido. Nunca el aplauso para la hermana presidencial o para el asesor estrella surgió del mismo lugar y mucho menos abarcó todo el recinto.

En el mundo libertario no reina el dogma que “la victoria acomoda”. Desde el domingo a la noche, desde el ejército de trolls en el que reportan Agustín Romo, jefe de la bancada provincial y Daniel “Gordo Dan” Parisini, surgieron miles de denuncias contra todos los armadores de Pareja. El escándalo de Junín, que terminó con el desplazamiento del coordinador de esa localidad de la jefatura del PAMI, amenazaba con ser una mínima expresión de lo nuevo que se difundió por redes.

Una experta conocedora de este microclima calificó a los twitteros como “tontos útiles” de Caputo que, “en la primera de cambio, y cuando no les sirvan más, les pega una patada en el traste y se los saca de encima”. Igualmente, la fuente consideró que “la idea de Santiago no es mala. Es purificar todo lo que trajo Pareja consigo, que es lo más rancio del planeta político. El tema es que no tiene con quién reemplazarlos” y agregó: “Le mienten a Karina y ella cree en esas mentiras”.

En el entorno presidencial ya daban por hecho un acuerdo con el PRO y, agregan, también con buena parte de lo que era Juntos por el Cambio. “Tendríamos que haber esperado hasta el lunes… Iban a venir regalados de verdad”, confesó un legislador que recordó lo dicho por Pareja en una entrevista hace quince días. A los ex cambiemistas se le quemaron todos los argumentos para no participar del acuerdo al cual se sienten obligados a participar a pesar que la elección se divida en ocho diferentes dentro de un mismo territorio. La posibilidad de armar un frente nuevo quedó descartada.

La duda del millón es si es factible que, más allá que se denomine La Libertad Avanza, Karina Milei y los suyos aceptan inscribir una alianza electoral con los sellos del PRO, la UCR y los partidos vecinalistas aportados por Roberto Costa, ya vestido de violeta desde hace tiempo.

Una mesa que ya tiene acuerdos pre armados. Foto: archivo.

“Es todo o no es nada”, dicen de los dos lados del mostrador pro acuerdo. Se discuten las listas de la Provincia y también de la Nación”. En el primer ámbito los ex cambiemistas tienen mucho para aportar y suplirían las deficiencias de los armados de Las Fuerzas del Cielo, carentes de dirigentes y mucho menos de candidatos. Todavía se discute por qué motivo Alejandro Carrancio se fue a la Secretaría de Turismo y dejó en su lugar a una novata legisladora sin experiencia.

Súbitamente, lo mismo piensan en el entorno del gobernador Axel Kicillof, quien hasta hace una semana daba muestras de no querer acordar con el sector de La Cámpora. Aún no dialogó con Cristina Fernández de Kirchner, lo único que haría descomprimir algo la tensión entre los dos sectores, pero por lo menos no hubo ni insultos ni agravios desde ninguna de las tribunas separadas por la grieta interna.

“En otro momento hubiéramos armado dos listas para competir en la elección provincial, una especie de interna abierta, pero por cargos reales, y luego unificaríamos personería en la lista de diputados nacionales. Hoy no hay ninguna chance que esto suceda”, explicó un experimentado armador de muchas internas desde Eduardo Duhalde hasta hoy.

“Es unidad en todos lados o nada. No te olvides que hay gente muy rencorosa en este sistema”, confirmó una fuente provincial que hoy puso muchas más fichas en favor de la unidad que en cualquier momento del pasado reciente.