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La trama detrás de los escándalos políticos que sacuden a Guaymallén

Un edil radical dio positivo de alcoholemia y podría ser despedido el jueves 15. La presidenta del Concejo viajó y no hubo sesiones en 20 días. La interna de mano de Marcelino Iglesias que no cesa.
Guaymallén, vive horas frenéticas. Foto: ALF PONCE MERCADO / MDZ
Guaymallén, vive horas frenéticas. Foto: ALF PONCE MERCADO / MDZ

Hoy es el aniversario de Guaymallén y lejos de estar en una fiesta, la comuna se encuentra atravesada por una crisis que va más allá del hecho concreto de que el concejal radical Miqueas Burgoa pueda ser despedido del Concejo Deliberante este jueves 15 por sus propios pares por haber manejado borracho cuando volvía de un festejo partidario en General Alvear. El cuerpo deliberativo sufre fricciones: la presidenta del Concejo, que responde al exintendente Marcelino Iglesias, se fue - de acuerdo a lo que señalan varios colegas de ella- 20 días a Europa y no hubo sesiones en el departamento. La figura de Iglesias contra el actual intendente, Marcos Calvente, es cada vez más fuerte y trae consecuencias políticas de gravedad. 

El jefe comunal ya dijo públicamente que si Burgoa fuera funcionario del Ejecutivo le hubiera pedido la renuncia. Al ser concejal, está supeditado a la decisión que tomen sus pares. El escándalo se desató el sábado por la madrugada, cuando Burgoa volvía de una cena "tradicional" de los radicales (comen paella) y fue frenado por la policía, dio positivo en un test de alcoholemia, lo detuvieron unas horas y le quitaron el auto. Por eso la comuna en general y el radicalismo en particular vive horas muy convulsionadas. Este martes hay un encuentro entre concejales de la UCR para decidir qué hacer. Necesitan los dos tercios para echarlo. Mientras tanto, el edil guarda silencio. Una particularidad es que no viajaba solo, sino acompañado de un influyente asesor de la misma comuna.

Miqueas Burgoa.

El concejal cuestionado empezó en la política desde abajo y llegó a ser Subdirector durante la gestión de Iglesias. Sin embargo, dicen que está alejado de él hace un tiempo. Sostienen que tenía un plan: ser candidato a intendente en el futuro. Claro que ese sueño podría ser frustrado tras haber viajado ebrio la ruta Alvear- Mendoza. El peronismo y los demócratas ya avisaron que van a votar para que lo echen. Lo que haga la UCR es determinante en medio de la interna que tienen: hay ediles que reportan a Iglesias y otros a Calvente. En el primer grupo,hay concejales que no quieren la destitución. 

De hecho, este lunes el intendente habló con la presidenta del Concejo, Verónica Cancela, y le transmitió su postura. Pero Cancela reporta a Iglesias y tienen más aliados dentro del cuerpo. Asimismo, la actual titular del Concejo le debe su continuidad en el puesto a Burgoa, quien se abstuvo en una importante votación a comienzos de febrero cuando el sector de Calvente quería ubicar a la concejal Juana Allende en ese lugar.

El exintendente, que guarda silencio como senador provincial- como contó MDZ-  y tiene una ínfima productividad en cuanto a la presentación de proyectos en la Cámara Alta, se reúne con funcionarios de la comuna en su casa de Corralitos de forma permanente, de acuerdo contaron a este diario varios dirigentes. 

El Concejo Deliberante de Guaymallén 

Pero no sólo tiene estos problemas por estos días el Concejo. Del 18 de abril a 8 de mayo, es decir por 20 días, no hubo sesión. ¿Motivo? La presidenta, Cancela, se fue de viaje. Pidió permiso como corresponde, pero sus pares dicen que se fue a Europa.  Durante esas vacaciones obligadas no se sancionaron ordenanzas, es decir los ediles no hicieron sus trabajo. Cuentan además en Guaymallén, que hay otro concejal que no va a las comisiones, ¿El motivo? En ese horario estudiaría en una Universidad y tiene faltas reiteradas. 

Guaymallén, arde: por estas horas se define el destino de un concejal que podría ser echado el jueves 15 porque este miércoles es feriado- pero quizá esté en juego otro tema: quién finalmente tiene el timón en un barco que tambalea.