El juez que quiere Javier Milei para la Corte puso fin al ajuste libertario en Derechos Humanos
Javier Milei deberá garantizar el funcionamiento de la ex ESMA y de los demás sitios de memoria situados en la Ciudad. El freno al ajuste libertario lo puso una curiosa del mundo judicial.
El juez Ariel Lijo es uno de los candidatos del oficialismo para ocupar un lugar en la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Presentada su nominación, será tema a trabajar en el llamado a sesiones extraordinarias por parte del Gobierno nacional. No obstante, Lijo fue protagonista de un hecho llamativo en un área sensible para la administración libertaria.
La Justicia determinó este martes, en una medida que desafía la avanzada de la gestión de Milei sobre los sitios de memoria, que se garantice el funcionamiento y la existencia de personal en los ex centros clandestinos de la Ciudad. Quien puso la firma para que se cumplimente la norma es, curiosamente, el juez Ariel Lijo, quien se le ordenó a la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación.
Lijo le transmitió la orden al secretario de Derechos Humanos de la Nación, Alberto Baños, quien se encuentra bajo la órbita del ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona. La gestión libertaria había cerrado Virrey Ceballos y el Centro Cultural Haroldo Conti. Sin embargo, el magistrado, a cargo del Juzgado en la Correccional y Criminal nro. 3, dio lugar a un reclamo presentado por la legisladora porteña por Unión por la Patria Victoria Montenegro.

La directiva implica "arbitrar los medios necesarios con el objeto de garantizar una dotación de personal capacitado para que los espacios de Memoria permanezcan en funcionamiento para las actividades que se encuentren abiertas al público en dicho sitio". Además, Ariel Lijo solicitó que "se preserven los acervos y archivos que se han generado a la fecha y que se continúen llevando adelante las tareas de investigación y coordinación pedagógicas".
El Gobierno se encuentra en negociaciones por los pliegos de Ariel Lijo y García-Mansilla. Entre los apoyos necesarios, requiere los de Unión por la Patria, espacio político adepto a la política pro Derechos Humanos y antítesis de la visión actual sobre los '70 que tiene la gestión libertaria.

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