El bombazo colateral que está dejando la experiencia de un Milei que destroza a quien lo enfrente
Las mujeres, periodistas, gobernadores, la vicepresidenta, Martín Menem, y siguen las firmas, caen bajo su campaña moralizadora y anti casta.
“Javier Milei rompió todo. No sólo nos ganó, sino que también hizo un destrozo colateral, que quizás nos sirva a todos para volver a nuestras raíces”, le dijo a MDZ Emilio Monzó, uno de los especialistas de la política artesanal que ahora quedó en crisis por la irrupción de un presidente que todos los días intenta mostrar cómo la dirigencia de los partidos políticos más la corrección política conspiró contra el crecimiento del país.
Javier Milei es “el loco”, “el roto”, “el niño”, pero nunca el genio para quienes forman parte de la plana mayor de la dirigencia preexistente, incluida la empresarial y mediática. Esta última, inclusive, se siente más a gusto con su presencia que con los parámetros racionales de las discusiones y debates de la cuestión pública e institucional. Hablarle a los segmentos con identidad definida da más ranking y no necesita de demasiadas precisiones informativas o morales.
Cuando, en su discurso ante la Asamblea Legislativa el presidente de la Nación, criticó la cuarentena eterna y fundamentalmente el plan de vacunación implementado, a nadie le pasó inadvertido su frase de que podrían haber sido 30.000 los muertos, “de verdad” y no los casi 130.000 que arrojó la cifra aproximada como final tras la cuarentena eterna.
“Ese de verdad no estaba en el discurso, los mató”, se entusiasma un más que experimentado intendente en uso de licencia casi permanente que no hace más que aplaudir este tipo de expresiones, aunque él, en la diaria, siempre prefiera el diálogo y el consenso. El kirchnerismo ama esas formas también.
El gobierno, que elige ir en un camión con acoplado a 150 kilómetros por hora por la Ruta 2 a Mar del Plata sin frenar ni siquiera en las cabinas de peaje, puede llegar a destino con su transporte tan roto que corre el riesgo de terminar sin vehículo ni conductor. Sin embargo, ya consiguió un logró increíble para la teoría de la administración de la pobreza y los planes sociales. Desterró con un solo movimiento la presión de las organizaciones piqueteras de izquierda, paralizadas como nadie porque “no la vieron”.
“La teoría de la contención no funciona más. Los comedores siguen requiriendo, en promedio, de la misma cantidad de alimentos que en los últimos cuatro años, nada más que ahora la queja es porque no hay alimentos frescos”, reveló una fuente de la Secretaría de Desarrollo Social que conduce Pablo De la Torre.
Sin embargo, la economía cruje y quien más lo padece es la clase media, que ahora no sabe cómo renovará su contrato de alquiler o pagará las cuentas de luz, gas, servicios generales y el colegio de sus chicos. El futuro promisorio prometido en cada aparición pública del presidente y sus pocos voceros, es un punto muy muy lejano cuando las urgencias y las privaciones pasan a ser una constante.
Los partidos políticos que hasta ahora condujeron la discusión pública, mientras tanto, se encuentran inertes y sin respuestas para el tsunami de anti política y destrucción de derechos preexistentes encarados por Milei. Ni la Mujer ni su lucha parece importarle y, un día como hoy, se da “el lujo” de cambiarle el nombre del Salón de las Mujeres de la Casa Rosada por el de Salón de los Próceres”, donde el primero en aparecer fue el retrato de Carlos Menem.
Peor fue la explicación oficial del vocero Manuel Adorni cuando dijo que la existencia del nombre anterior era podría significar una discriminación para los hombres”. Fin.
“La gente los banca porque a nosotros no nos quiere más” expresó casi en llamas Juan Zabaleta en un muy comentado artículo publicado ayer por MDZ. El ex intendente de Hurlingham y ex ministro de Desarrollo Social de Alberto Fernández dijo no querer aceptar ningún cargo provincial para “estar libre y poder decir lo que quiera, sin comprometer a nadie”.
El peronismo, que vuelve a ver a dirigentes “casta” como Miguel Angel Pichetto una referencia, ahora se pregunta “cómo lo dejamos ir. A la par, también coquetea con otros políticos que estaban casi postrados por su rechazo social como Guillermo Moreno.
El ex secretario de Comercio Interior hasta se animó a defender a Clarín en contra de la posible llegada de Elion Musk al mundo digital argento. “Por lo menos sé donde vive y trabaja Magneto, podemos discutir pero también hablar… Con los Musk de la vida ¿con quién debatis?”. A pesar de sus modales, su histrionismo y poca plasticidad para los nuevos tiempos, Moreno tiene un significado idéntico a su significante y, ante el mundo nebuloso y gaseoso del resto de los referentes de Unión por la Patria, ya es toda una ventaja.
Los Moreno, Pichetto, Monzó, Zabaleta, sumados a Martín Llaryora, Fernando Gray, Facundo Moyano y Julio Zamora, entre otros, están sueltos, con tiempo y espacio para buscar aliados y amigos en un nuevo tiempo político. Podrán no ir todos juntos, y es muy factible que así suceda, “pero por lo menos tenemos que aprovechar la oportunidad de volver a juntarnos con los que pensamos igual. No se si son estos u otros, pero donde estábamos no teníamos razón de ser ninguno, ni nosotros ni los del PRO ni los radicales”, dice uno de ellos.
Los antiguos socios de Juntos por el Cambio están en su peor momento. Su representatividad está en crisis absoluta, tal cual estuvo el radicalismo cuando Mauricio Macri le cooptó todo su electorado en los centros urbanos, empezando por el porteño pero que luego se extendió a las grandes urbes del Gran Buenos Aires, desplazándolo de distritos claves donde siempre dominaban como Vicente López, San Isidro y Mar del Plata.
Macri cree que el rumbo y el ritmo son los correctos en los feroces cambios que propone Javier Milei. Tiene, sí, reparos sobre las formas y los costos que el mismo pueden provocarle a la sociedad y teme que su fracaso final termine con todas las ideas por las que él pregonó aunque haya fracasado en su primer intento.
Sin embargo, el apoyo no significa que no quiera tener un reaseguro para su fuerza, el PRO, con varios aliados del radicalismo con el que constituyeron Cambiemos. Ahí, seguro, no estarán las dos mujeres fuertes del proyecto original, Elisa Carrió ni Patricia Bullrich, ambas en las antípodas del ex presidente de la Nación. “La fusión está lejos… Muy lejos. Es más, creo que es muy posible que vayamos en listas separadas y metemos los dos por cada lado” dijo uno de los que componen la escueta mesa chica macrista.
“El peronismo irá fracturado también. Los radicales algunos vendrán con nosotros pero otros estarán con Emilio, los cordobeses y alguno más… La elección de 2025 será época de pesca y cada uno se llevará un poco del océano”, expresó un macrista peronista de los que abundan en la política doméstica.
En una oficina de diagonal norte, en la que suelen reunirse todos los que alzaron las dos manos en favor de la fenecida Ley Bases, siguen preguntándose si lo sucedido con los sueldos de los diputados y senadores nacionales fue una "estrategia pensada para volver a sentar postura en temas sensibles" o, directamente, "otra muestra de desconocimiento de la burocracia de Victoria Villaruel y Martín Menem que Milei aprovechó para matarlos".
¿Por qué matarlos? Preguntó MDZ. "Porque a los dos los considera tibios que arreglaron con la casta", reveló el diputado oficialista que se suma a la mirada conspirativa que crece cada día más en la Casa Rosada. Ahí también creen que el ex jefe de la ANSES, Osvaldo Giordano, dejó al descubierto, a propósito, el desaguisado de los brokers de seguros.
"Lo tiró cuando lo echaron... ¿Sabés por qué lo hizo? Porque él sabía que el tema había sido debatido cuando se discutió el tema del DNU y Federico Sturzenegger quería ponerlos en el decreto y la Ley Ómnibus y alguien le dijo. "No, eso no se toca". Lo verosímil siempre es más fuerte que lo verdadero cuando quien gobierna cree que nadie lo valora o respeta.