Tragedia en España: Pedro Sánchez lleva cuatro días sin aceptar la ayuda de Javier Milei
Hasta este lunes no se conoció respuesta por parte del gobierno socialista sobre el ofrecimiento argentino, en un intento de relaciones diplomáticas, luego de la reposición del embajador.
Las recurrentes tormentas en el este de España que provocaron inundaciones masivas la semana pasada y mataron al menos a 217 personas, la mayoría cerca de Valencia, determinaron la suspensión del servicio de trenes de cercanías.
A pesar de este escenario catastrófico que ahora se extiende a Barcelona, el presidente Pedro Sánchez seguía hasta este lunes sin responderle a Javier Milei el ofrecimiento de ayuda.
El jueves el presidente ya había dado instrucciones al embajador argentino en España, Roberto Bosch, para ofrecer al gobierno de ese país y al titular de la Comunidad Valenciana asistencia humanitaria argentina, debido a las inundaciones que golpean a esa región y que produjeron más de un centenar de muertes.
"Frente a la crítica situación causada por las lluvias torrenciales e inundaciones provocadas por el fenómeno de la DANA, el Gobierno argentino puso a disposición el envío de ayuda y asistencia técnica a través de la Comisión de Cascos Blancos", ratificaron desde Casa Rosada. Pero Sánchez sigue clavándole el visto a la gestión libertaria.
Complicaciones en Barcelona
El aeropuerto de El Prat, en Barcelona, amaneció este lunes con inundaciones y goteras en muchas de sus instalaciones debido al temporal de lluvias que azota la región de la capital catalana.
Se producían retrasos generalizados y ya debieron desviarse unos 15 vuelos, según informó el ministro de Transportes, Óscar Puente. El funcionario también comunicó que se constituyó un comité de crisis para "hacer seguimiento de la repercusión por las fuertes tormentas" y que las zonas más afectadas son la terminal 1 y el parking.
Las autoridades pidieron a los ciudadanos de la comarca del Baix Llobregat, donde se ubica este aeropuerto, que extremen las precauciones, eviten los desplazamientos que no sean expresamente necesarios y se alejen de barrancos, ríos y otros cauces.