Financiamiento Universitario

La encrucijada en la que quedó atrapado Alfredo Cornejo tras el veto de Javier Milei

El gobernador pretende mantener su relación armónica con el gobierno de Javier Milei, pero en sus tropas hay soldados decididos a plantarse contra el veto a la ley de Financiamiento Universitario.

Mariano Bustos
Mariano Bustos jueves, 3 de octubre de 2024 · 15:13 hs
La encrucijada en la que quedó atrapado Alfredo Cornejo tras el veto de Javier Milei
Foto: Gobierno de Mendoza

La incomodidad es notoria e indisimulable. El veto de Javier Milei a la Ley de Financiamiento Universitario amenaza con generar heridas dentro del radicalismo mendocino, donde conviven dirigentes alineados con el espíritu de las medidas del gobierno nacional junto a otros que no logran digerir ese sapo. La estrategia hasta el momento ha sido "fingir demencia", pero el veto podría ser un cachetazo de realidad. ¿Qué postura tendrá Alfredo Cornejo respecto al veto presidencial y cuál será la orden que le bajará a sus diputados nacionales? La respuesta aún es difusa.

Por un lado, Julio Cobos ha dejado claro que rechazará el veto e incluso adelantó que intentará convencer a su compañero de banca, Lisandro Nieri, para que haga lo mismo. Nieri es un diputado estrechamente ligado al gobernador de Mendoza y en la sesión en la que se aprobó la ley se abstuvo de votar. Por el momento esa sería su postura al tratar el veto, pero recién la semana que viene terminará de definirse.

"No estoy de acuerdo con una indexación salarial, no corresponde, no se realiza en ningún otro sector. Por otro lado, con salarios reales en pisos históricos perpetuaría el poder adquisitivo del salario universitario docente y no docente en niveles bajísimos", argumenta Nieri para justificar su posición.

Julio Cobos confirmó que quiere convencer a Lisandro Nieri de votar contra el veto.

En cambio, la otra diputada "cornejista" que tiene una banca en la Cámara Baja dio a entender que votará en rechazo al veto igual que Julio Cobos. "Nosotros discutimos la necesidad de acompañar el reclamo universitario e iremos en ese camino. Es lo que hemos discutido mayoritariamente en nuestro bloque", manifestó Pamela Verasay el viernes pasado en diálogo con MDZ Radio.

Pero la situación es aún más compleja si se contempla la amplia participación de funcionarios provinciales en la marcha universitaria de ayer. Sobre todo la presencia del ministro de Educación y director General de Escuelas, Tadeo García Zalazar. El exintendente de Godoy Cruz es el ahijado político del gobernador y para muchos su participación es interpretada como una señal de parte del gobernador.

"No se ha metido directamente Cornejo a opinar sobre este tema, pero me parece bien que a lo mejor ha utilizado al director General de Escuelas que salió a respaldar y marchar. Será su forma de manejarse con un equilibrio que él cree que tiene que realizar para no disgustar y mantener el equilibrio en la relación institucional con la Casa Rosada", aseveró Julio Cobos en MDZ Radio. 

Dentro del gabinete provincial hay funcionarios que consideran imprudente la sanción de la Ley de Financiamiento Universitario. Advierten una jugada política para desestabilizar al gobierno de Javier Milei y se despegan de otros radicales que salieron a desempolvar sus banderas históricas. Pero entre esos "abanderados" no está solo Martín Lousteau. Un amplio sector del radicalismo mendocino ha tomado ese estandarte. La exministra Claudia Najul, el intendente de Ciudad Ulpiano Suarez, el presidente de la Cámara de Diputados Andrés Lombardi y hasta el propio Tadeo García Zalazar.

El vínculo entre el radicalismo y la Universidad Nacional de Cuyo es carnal. El propio Alfredo Cornejo dio sus primeros pasos de su carrera política en la Franja Morada. Las autoridades de la universidad, Esther Sánchez y Gabriel Fidel, están claramente identificadas con la UCR. 

Por ese motivo el veto de Javier Milei al financiamiento universitario pone en jaque la estrategia de "fingir demencia". Más de uno tendrá que tragarse un sapo a regañadientes. El gobernador se encuentra ante un enorme desafío: mostrar cintura política para no caer en desgracia con la Casa Rosada sin que eso alimente el descontento de su tropa propia.

Archivado en