Empieza la gestión

Javier Milei exige acelerar la ley ómnibus y confía en Guillermo Francos

Javier Milei necesita la ley que acciona el plan de Gobierno. Guillermo Francos y la negociación parlamentaria con Martín Menem. El factor sindical y la batalla por las obras sociales.

Pedro Paulin
Pedro Paulin domingo, 7 de enero de 2024 · 09:48 hs
Javier Milei exige acelerar la ley ómnibus y confía en Guillermo Francos
Avance. Guillermo Francos busca la aprobación de leyes para el plan de Gobierno de Javier Milei. Foto: Télam

Guillermo Francos logró tener la injerencia que el presidente necesita dentro de la labor parlamentaria. Es sabido a puertas adentro que el diseño de la ley ómnibus no fue ideal, que se agruparon temas que obturan la aprobación conjunta y que el aprendizaje de Martín Menem va lo más rápido que se puede, pero hay plazos y formas que todavía no conoce. Ahora es Javier Milei quien necesita esa ley formalizada para poder avanzar en su plan de Gobierno. 

La reunión durante la semana entre Javier Milei y parte del gabinete dejó en claro dos miradas sobre los cambios: la ansiedad de Patricia Bullrich y del ala dura por resolver una ley que afecta todos los usos y costumbres del comercio, la educación y la regulación laboral, pasando por la vida civil y las jubilaciones. Es ahora el ministro del Interior quien debe ajustar los porotos para que se logre o antes posible, y ya le confirmó al Presidente que si los objetivos se logran, será en junio o julio, no antes. 

Misión. Javier Milei, en la Antartida, a la espera de la aprobación.

La mirada de Francos choca con la de Bullrich, quien entiende que todas las transformaciones se deben llevar a cabo lo antes posible y con las mínimas formas del decoro, algo que no recomienda el ministro. El trabajo que viene llevando a cabo con gobernadores, intendentes y legisladores es de cintura, con sutileza y desde una forma transaccional en el buen sentido, que le permite acumular favores para resolver problemas. No es lo que cree mejor Bullrich, quien prefiere ir al choque lo antes posible, mientras el ordenamiento de la economía le da plafón a Javier Milei

En el Senado el triunfo está asegurado, la comisión de tratamiendo de DNU tendrá entonces mayoría de manos levantadas, luego habrá que esperar la aplicación y el tifón de cautelares que buscarán cobijo en jueces que reciban y tengan una mirada amigable con los parates a la medida de los reclamos opositores. 

EL fuero contencioso es el destino para las reformas de fondo, sabido el rechazo de la Cámara del Trabajo, que buscará delimitar el accionar oficial argumentando el perjuicio que genera en los trabajadores. Otro capítulo de roce con el gremialismo, que verá perder los aportes compulsivos de cada trabajador cada treinta días, si las ambiciones de Javier Milei se llevan a cabo. 

Hay equipo. Guillemo Francos, Victoria Villarruel, Omar de Marchi y Martin Menem.

El avance de Javier Milei está apuntado a los sectores que saben, tienen mayor rechazo de la sociedad: los sindicatos. Los popes sindicales con cincuenta, sesenta años de vigencia sin alternancia ni democracia interna, saben que sus días están contados con la forma anterior a Javier Milei. Las operaciones para frenar el cambio son totales y a través de distintos actores. El pie de guerra está desatado y lo encabezará Hugo Moyano, preocupado por su situación judicial. 

La imagen negativa de la marca sindical le da tranquilidad al Gobierno, quien sabe que puede avanzar sin pausa en ese frente, no así con otros. Dentro del marco de trabajo durante el verano estará también ir por el comienzo del adoctrinamiento de los gobernadores que, viendo el achicamiento del envío de dinero a sus huestes, quieran sobrevivir con armonía el vínculo con una gestión que prohibe los discrecionales millonarios fondos que mandaba Sergio Massa en tiempos de no nato Unión por la Patria. 

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