Javier Milei todavía no despidió a Guillermo Ferraro y ya le piden que "lo arregle"
Los ministros y secretarios de Estado no quieren hablar sobre el escandaloso episodio que produjo la posible salida de Guillermo Ferraro del Gabinete. Aún no hay novedades del tema.
El ministro de Obras Públicas e Infraestructura de la Nación "sigue siendo Guillermo Ferraro, hasta nuevo aviso. Esto alguien lo tiene que arreglar", le dijo hace minutos un importante funcionario del Gobierno nacional sobre la crisis que atraviesa el Ejecutivo por la puja de poder interna y la ausencia de una explicación sobre la salida o no del responsable de la obra pública.
Según se supo, las diferencias entre Guillermo Ferrraro y el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, quien a su vez era el jefe del presidente Javier Milei, cuando ambos compartían su trabajo en el grupo América de Eurnekián, no solo pasaba por el estilo, sino, también, por la consistencia para el trabajo futuro.
Era un secreto a voces que Posse no le permitía designar los funcionarios que pretendía a su ministro y todo estalló cuando las empresas descentralizadas de servicios, comunicación y transporte, todas bajo el área de Ferraro, eran rechazados uno y otra vez.
Posse también mantiene una ya no negada disputa con Guillermo Francos, el "otro peronista" del Gabinete de Milei, al igual que el todavía encargado de la obra pública nacional. Hasta el propio Mauricio Macri, que antes recelaba del ministro del Interior, ahora lo salva y manda sus teledirigidos hacia el jefe de Gabinete.

En la mañana de este viernes se sumó "increíblemente y sin que nadie se lo pidiera" la canciller Diana Mondino, quien consultada sobre la posibilidad de que Luis Caputo, en Economía, termine absorbiendo lo que manejaba Ferraro, dijo que "aunque fuera así no será un superministro".
La manera en que se filtró la posible renuncia del funcionario a cargo de la obra pública nacional, con acusaciones de parsimonia y lentitud en la ejecución de los planes de Gobierno, hicieron estallar el grupo de WhatsApp de los funcionarios y obligó a que un importantísimo funcionario fuera hasta la casa de Ferraro para explicarle que todo se trataba de un mal entendido. "Todo esto fue una canallada y quien lo hizo debe arreglar este mamarracho. Hay mucha mala práxis e improvisación en parte de la administración", le dijo a MDZ una fuente con llegada permanente y directa a Javier Milei.
Todo este papelón se produce en medio de las negociaciones con la Cámara de Diputados por el proyecto "Ley de Bases", más conocida como ley ómnibus, en la que todos los operadores terminan saltando como fusiles rotos. Luego de la "ofensa" que le significó a los diputados ver que le enviaban como operador al publicista Santiago Caputo, desde la Casa Rosada modificaron las formas y el nuevo encargado del Ejecutivo es José Rolandi, de estrecha confianza de Posse, quien se instaló en el despacho de Martín Menem para que el próximo martes haya media sanción.

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