Sergio Massa pedirá el voto enojado con Cristina Kirchner, Alberto Fernández y Gabriela Cerrutt

Sergio Massa sabía cuando decidió ser mascarón de proa de un Gobierno con muy baja valoración por parte de la sociedad, que iba a enfrentar mucho fuego externo, pero subestimó que el fuego amigo iba a ser parte del repertorio que trabaja para que su candidatura sea peor. Lo siente hace tiempo de Alberto Fernández y su vocera, Gabriela Cerrutti, que añade un poco de nafta al fuego con cada sílaba que pronuncia, y lo siente al revés con el silencio de Cristina Fernández de Kirchner cuando lo atacan y sostiene el silencio. "Otra vez la loca mala", le avisan a Massa cada vez que Cerrutti opina en nombre del Gobierno y daña al ministro.

Alberto Fernández sabe que su imagen negativa hoy es lo que generó su apartamiento de los actos, toma de decisiones y campaña electoral. Sabe también que su presencia puede sumar o restar de acuerdo a la audiencia que está del otro lado. Sergio Massa cree que intenta horadar su intento por meterse en un balotaje, y todos coinciden en que Cristina Kirchner está jugando mal su rol. Massa cree que hay una intención de ambos de deteriorar la campaña  y que la ambos creen que la elección está perdida. 

Massa montó en colera cuando se enteró que Alberto Fernández llamaba por su cumpleaños al aire a su programa de radio al periodista Ernesto Tenembaun. Lo mismo le pasa con los posteos, tuits y opiniones de la vocera Gabriela Cerrutti, quien suele colaborar con el ruido del Gobierno en cada palabra. Este domingo hubo mensajes en varios grupos de WhatsApp del tigrense por el posteo de Cerrutti celebrando un día de sol en Instagram, mientras los saqueos y la inflación horadan la campaña de su espacio político. 

Massa sostendrá la doble agenda de ministro y candidato hasta el fin de la semana que viene. Allí se dedicará únicamente a la campaña y comenzará, dicen en su entorno "el verdadero Sergio candidato". Recorrerá los centros urbanos más importantes del país con una explicación detallada de su plataforma electoral. Irá por los pequeños y medianos empresarios que son quienes más empleo generan en el país (se supone que casi ocho de diez empleos son Pyme). 

Una sensación enrarecida quedó del Council of the Americas, donde Sergio Massa en carácter de advertencia les habló sin tapujos a los empresarios y diplomáticos que escuchaban: "lo que tienen que tener en cuenta, es que lo que se arruina con las ideas que se escuchan acá, es su propio capital, su propio dinero". Lo notaron enojado y la percepción de varios dirigentes empresariales es que el tigrense sabe que hoy sus chances de ir a un balotaje son pocas. 

El candidato multitasking enfrenta la lógica tormenta que todos preveían, es quien negocia la deuda, toma deuda, sube los precios, congela los precios, deteriora el salario y recompone en salario. "No se puede ser el policía bueno y malo y Sergio lo sabe, pero él quiso jugar ese juego y ahora tiene que hacerse cargo". La frase, cuenta un ministro, es del propio Alberto Fernández durante la devaluación que llevó al diseño del nuevo paquete de medidas para enfrentar la caída de consumo. 

La jubilación hoy no llega a cien dólares a valores blue. Son 97 dólares con el tipo de cambio libre a 730 para la compra, lo que deja sin discurso a la campaña de Massa sobre el cuidado de los más vulnerables y más grandes. Los votos de los más vulnerables fue una de las peores sorpresas para Unión por la Patria: Javier Milei arrasó en el sector primer voto, que va de 16 a 26. Creen que ahí el economista orilló los 45% y les preocupa. Jóvenes y pobres fueron siempre dos fuertes que el kirchnerismo supo congolomerar para ganar elecciones.