A 20 años de Kirchner presidente

Argentina 2001, 2003 y 2023: la misma película que se repite y aterra

Argentina reedita errores, cifras y crisis que se repiten a veinte años de la llegada de Néstor Kirchner a Casa Rosada. Cristina Kirchner hablará en Plaza de Mayo sin la presencia del presidente y se espera un discurso cargado para bendecir al candidato presidencial.

Pedro Paulin
Pedro Paulin jueves, 25 de mayo de 2023 · 07:04 hs
Argentina 2001, 2003 y 2023: la misma película que se repite y aterra
Socios. Kirchner y Fernández, veinte años atrás. Foto: Archivo Mdz

Hoy será Cristina Fernández de Kirchner en plaza de Mayo la que traiga en memoria las cifras, frases y triunfos del Gobierno que entre 2003 y 2007 emprendió Néstor Kirchner, el presidente con menos representatividad electoral y más adhesión popular en el corto plazo de la historia reciente. Fue hace veinte años, y los escenarios post 2001 son únicamente alarmantes con los actuales, por la tensión social, la deuda, el frente externo, el rol gremial, los paralelismos son incontables. Argentina hoy es 2001 más que 2003, veinte años más tarde. Crisis del sistema de partidos, aumento de pobreza, falta de crédito, el dejabú es total.

Sin soja no hubiera habido kirchnerismo. Cuando Néstor Kirchner llega al poder la soja pagaba 13.5% de retenciones y llegó a 35.5% en 2008, el dólar oscilaba entre los 3.34 y 3.38 por peso y vale 150 veces más hoy, y la inflación anual fue de 3.7% cuando la actual anualizada es 112.4%, un escenario superador al paraíso de aquel jefe de Gabinete devenido en presidente, Alberto Fernández. Cuenta el Centro de Estudios Económicos Argentina XXI que desde 2002, el campo aportó unos 11 millones de dólares por día al PIB.

Viejos socios. Carlos Heller, Florencio Randazzo, Alberto Fernández y Néstor Kirchner.

Kirchner llegaba casi por la ventana, con un escueto 22.4% y el apoyo de Eduardo Duhalde que le permitió avisar que quería competir, era un hombre desconocido en el panorama nacional y con una presencia poco frecuente en medios, tal vez era el marido de una senadora afin al menemismo y aguerrida, dueña de discursos cargados de pasión y diatribas, Cristina Kirchner.

Kirchner explicaba antes de llegar al poder por qué había que privatizar YPF para evitar el despoblamiento del sur, su esposa iba a los canales a dar argumentos por su apoyo a Domingo Cavallo, y la Argentina se encaminaba al crush más fuerte de la historia moderna. La campaña del Grupo Calafate fue exitosa, y la diezmada Argentina lograba instalar al kirchnerismo duhaldista en la Casa Rosada. En 2003 el PIB se expandió 8.7 con respecto al fatídico 2002 tras el intercial fin de la convertibilidad con el Gobierno de Fernando de La Rúa.

Cambiaron las formas, no los fondos. El desempleo de aquel Kirchner era del 16%, no del 6.7% como hoy. Pero en esa época tan solo 1.900.000 personas recibían un plan social, siendo hoy un total de 182 tipos de asistencia social para un total de casi 25 millones de beneficiarios. La Argentina pasó de la creación de empleo a la creación de planes sociales estadísticamente, y no es lo peor: la creación de empleo bajó y creció la de monotributistas sociales que blanquean "changas" para evitar cristalizar la economía informal que supera el 50%. El SIPA (Sistema Integrado Previsional Argentino) planteó un trimestre atrás que 13 millones de personas tienen un empleo registrado, pero que más de tres millones son sólo monotributistas. 

Crisis y final. La caída de Fernando de la Rúa, donde se gestó el kirchnerismo.

En la Argentina de Kirchner el sindicalismo hizo lo mismo que hoy: no representó las demandas populares por la caída del salario y la precariedad laboral. Los cabeza de cada sindicato arreglaron con Kirchner, en aquel momento Hugo Moyano de Camioneros, Armando Cavallieri de Comercio, Luis Barrionuevo de Gastronómicos, Gerardo Martínez de Construcción, Andrés Rodríguez de Estatales, los mismos nombres que se repiten. Todos en silencio soportaron estoicos los tiempos de involución salarial al ritmo del crecimiento de la soja, que permitió acumular reservas como nunca. 

Es la incapacidad de evitar la repetición de errores lo que vuelve a poner en el escenario a la inflación, el aumento de pobreza, la falta de crédito y la caída de salario con informalidad laboral. Hay quienes creen que hoy será un día histórico, donde el renunciamiento de Cristina Kirchner vendrá aparejado de un discurso sin eufemismos y descalificatorio para con su compañero de fórmula.

Archivado en