Arde la interna

Las cavilaciones de De Marchi y el "club de los vice" radicales

De Marchi todavía no define cómo jugará, con los tiempos que ya le empiezan a jugar en contra. Las ventajas y desventajas de ir por afuera, con Larreta que le suma más plata que votos. El notable operativo armado por el radicalismo para ofrecer a Suarez como compañero de fórmula de Patricia Bullrich.

Marcelo Arce
Marcelo Arce domingo, 12 de marzo de 2023 · 13:00 hs
Las cavilaciones de De Marchi y el "club de los vice" radicales
Foto: Juan Ignacio Blanco/MDZ

Aparece decidido a romper con Cambia Mendoza, aunque todavía no lo dice. Busca administrar los tiempos para escapar a la presión que le quiere imponer Alfredo Cornejo, pero sabe que no le quedan muchos días más para decidir finalmente qué va a hacer. Ir a la PASO es una opción, porque le será difícil competir por fuera de la coalición oficialista después de que Horacio Rodríguez Larreta dijera que le va a retacear el financiamiento si se termina lanzando a la aventura. Juega con la chance de que lo favorezca la boleta única para escapar del peso de los aparatos partidarios, pero ya transó acuerdos de palabra con algunos dirigentes importantes del peronismo que están expectantes del surgimiento de esa tercera posición que todavía no alcanza a nacer. Está parado en la vereda de enfrente de Patricia Bullrich, pero como casi todo el PRO, está esperando a que en los próximos reaparezca en la escena Mauricio Macri que podría terminar interviniendo en el caso Mendoza. En su menú, figura como clave que Javier Milei lo acompañe como candidato a gobernador. Pero el libertario ya mandó el mensaje: si está Larreta de por medio, no habrá chances.

En esta marea se está moviendo la construcción política de Omar De Marchi por estos días de armado electoral en los que los tiempos que aspira a manejar ya parecen estar jugándole en contra. El lujanino sabe que la salida política al complejo escenario en el que se metió a esta altura es para adelante. No existen chances de que se siente a negociar un acuerdo con Cornejo y solo resta saber de qué manera terminará de encaminar su propósito de convertirse en candidato para la gobernación.



A los propios y a los potenciales socios les está transmitiendo el mensaje de que finalmente correrá por fuera de la alianza que integra desde 2015 con los radicales. Pero todos los que lo escuchan saben que esa jugada no será fácil. Como sea, cada una de las opciones que están sobre la mesa tiene sus ventajas y sus riesgos.

Si se va, el frente que pretende construir podría quedar dotado de una potencia electoral mucho más grande que si se queda. En este punto es vital la posibilidad de un acuerdo con Milei que ya captó la atención de un tercio del electorado nacional y es el candidato a presidente con mayor intención de voto en la provincia. Pero De Marchi ya sabe que si opta por esta vía  no se podrá llevar el sello del PRO (aunque seguro judicializará cualquier decisión de intervención nacional en ese sentido) y, lo más importante, que corre el riesgo de que desde Buenos Aires no le bajen más financiamiento para su campaña.

En este asunto esencial para cualquier candidato en la Argentina, De Marchi apuesta por su vínculo personal con el jefe de Gobierno porteño. "Horacio no es boludo. Cuando vino en la Vendimia todos los radicales lo querían llevar para todos lados. Pero después vino Patricia y la estuvieron mostrando tres días", chicanearon desde su entorno. En el fondo, da la impresión de que Larreta le está girando en descubierto al mendocino. Ya se sabe desde hace un tiempo: De Marchi es una pieza en el tablero de la disputa interna del PRO nacional y las decisiones que se terminen adoptando allí lo terminarán afectando.

Después de la Vendimia, ir a las PASO es una opción. Quizás la que menos lo convenza hoy porque se enfrentará al aparato de Cornejo y de los radicales. Pero aquí confía en que le sacará rédito a la boleta única, que él mismo reclamó hace unos años y que Rodolfo Suarez le concedió. Ir por adentro le garantizará recursos. Pegarse o no a Rodríguez Larreta es inocuo en términos electorales para De Marchi, entre otras cosas, porque las elecciones provinciales de las nacionales son separadas. El asunto entre los dos es que Larreta no le aporta votos para la carrera, pero sí plata.



El miércoles dio una señal fuerte de que está dispuesto a jugar. Los radicales le habían impuesto el ultimátum número cien para que se defina y unas horas antes de ese imaginario momento y con todos dentro de Cambia Mendoza mirándolo, apareció en televisión y redobló la apuesta. Primero maltrató a la gestión de Suarez. “Mendoza está paralizada y quien tiene el verdadero comando es Cornejo”, lanzó.

En este punto vale detenerse. Muchas de las críticas políticas de De Marchi hacia la actual administración radical, tuvieron su correlato técnico esta última semana en la que el IERAL de la Fundación Mediterránea publicó su tradicional Informe Anual de la Economía de Mendoza y sus Perspectivas.

En él, la gestión de Suarez combina malas y buenas calificaciones en cuanto a la realidad del sector productivo. Si se profundiza el balance, el último año de Suarez no fue bueno en este sentido. En 2022 mejoró el turismo, la construcción y subió la demanda de energía con respecto a 2021. Pero volvió a caer la producción de petróleo, fue un mal año para la producción vitivinícola y para la agroindustria; el mercado laboral se achicó y el poder adquisitivo de la gente se hundió un poco más. “De acuerdo a lo previsto en el Anuario 2021, la economía provincial evidenció durante 2022 una importante desaceleración en su ritmo de expansión y tuvo una performance más débil que el promedio de Argentina”, analizó el IERAL.

Y dos elementos clave analizó la Mediterránea. Uno de ellos fue que no todos los problemas económicos de la provincia obedecen a la macro, es decir, que son responsabilidad exclusiva de los desmanejos del gobierno nacional. Latiguillo preferido del gobernador cada vez que le preguntan por la crisis. “Durante los últimos 10 años el empleo privado registrado ha estado estancado, mientras el ingreso per cápita se contrajo fuertemente, desacoplándose una vez más de la dinámica del mundo. Si bien gran parte de esto se explica por el contexto macroeconómico nacional, esta grave realidad debe llevar a los mendocinos a diseñar políticas capaces de mejorar esta situación en forma independiente del escenario nacional”, recomendó el organismo.



Y lo otro. Si bien se rescata de manera positiva el superávit fiscal de 2022 que superó los $9 mil millones, no puede soslayarse que este objetivo se cumplió por el beneficios de la inflación en la recaudación de impuestos y a fuerza de recorte en la ejecución de obras públicas, además de otorgar aumentos salariales a los empleados públicos muy por debajo del impacto del aumento de precios. Algunos trabajadores de la Administración Central y de la Salud, por ejemplo, lograron empatarle ala inflación el año pasado. Pero los maestros, los policías y los judiciales, perdieron. Y por mucho. En el caso de los docentes, quedaron el año pasado al menos 9 puntos por debajo de la inflación anual que midió el INDEC. Dicho todo esto de otra forma: la economía de Mendoza se contrajo el año pasado, tanto en lo que marcan los indicadores del sector público como del privado.

Hacia adelante, el panorama no es más alentador. El 2023 va a ser un año muy complicado para la economía de Mendoza: el Mundo no va a ayudar, la macro de Argentina va a jugar en contra y los motores internos de la provincia van a ser débiles o contractivos”, pronosticó finalmente Gustavo Reyes, uno de los economistas del IERAL que coordinó el Informe.

Volviendo a De Marchi y su aparición en TV. “Es difícil compartir un espacio con un adversario con el que tenemos diferencias muy profundas”, dijo sobre Cornejo. Y fue por más. Lo trató de “líder negativo” y le soltó una frase más que agresiva desde lo político. “Es lo más parecido a Néstor Kirchner en construcción de poder”, le enrostró.

Cornejo no le contestó con la misma dureza cuando lo consultaron en público por esa afirmación. Aunque la procesión va por dentro. Se muestra fastidiado cada vez que le preguntan por el futuro de Cambia Mendoza y teme por el impacto que el proyecto de De Marchi pueda llegar a alcanzar. Ante un electorado muy volátil como el mendocino, no hay riesgo cierto hoy de que la UCR puede llegar a perder el poder. Lo que sí, De Marchi podría convertirse en una tercera fuerza capaz de constituirse en un tercio de la Legislatura, con todas las complicaciones que implican para un candidato que sueña con obtener las mayorías absolutas en la próxima elección. Para alguien como Cornejo que se autopercibe líder máximo, que se asome en la arena política mendocina alguien dispuesto a poner en discusión su autoridad y con alguna perspectiva electoral además, le resulta algo francamente insoportable.

Con el transcurso de los días, se fueron develando más detalles de esa foto que recorrió el país y para la cual los radicales trabajaron en Vendimia. Fue la imagen en la que Patricia Bulrrich apareció rodeada de dirigentes nacionales de la UCR que mostraron un nuevo alineamiento dentro de la interna del Juntos por el Cambio.



No hay mucho misterio en lo ocurrido. El eje dentro de la UCR y su relación con el PRO se está corriendo hacia la figura de discurso más radicalizado dentro de esa interna que es, asimismo, quien está midiendo mejor en las encuestas. El debate de los radicales es fuerte: Gerardo Morales y Martín Lousteau insisten con su alineamiento con Larreta y referentes que hasta hace nada estaban con ellos decidieron cruzar de vereda. Así como en el 2015 la UCR vislumbró que la sociedad estaba con Mauricio Macri, ahora olfatean que Bullrich puede ser la opción.

Mendoza fue el teatro elegido para mostrar la triste realidad del radicalismo nacional. Sin chances de presentar un candidato potente a presidente, la disputa es ahora por un lugar en la fórmula tanto de Larreta como de Bullrich. Y allí fueron Cornejo y compañía el sábado pasado, con la expectativa de que entre algunos de los dirigentes que acompañaron a Bullrich en esa foto, Patricia termine encontrando a su compañero. “Montaron el club de los vice”, analizaron socarronamente desde el entorno de Rodríguez Larreta a la movida salida desde acá, a la vez que ellos mismos orquestaron un par de operaciones mediáticas en Buenos Aires para contrarrestarla.  

Ahora bien. Para jugar un poco. Bullrich pasó por Mendoza y admitió que podría haber fórmula compartida con el radicalismo. Y ya había deslizado que podría buscar asimismo a un referente del interior y no de la provincia de Buenos Aires, por caso. Siguiendo la imagen: Facundo Manes no encuadraría, por bonaerense. Gustavo Valdés, el gobernador de Corrientes, acaba de ser reelecto en su provincia. Carolina Losada, difícil que una fórmula termine integrada solo por mujeres. Cornejo ya es candidato a gobernador. Y entonces quedan muy pocas opciones entre los que salen allí.

Sí. El que aparece al lado de ella. Puede sonar raro, pero el gobierno de Mendoza armó toda una puesta en escena ( y puso recursos públicos a disposición además) para empezar a sondear la alternativa de que Rodolfo Suárez sea el candidato a vice. Por estos días de frenesí muchos radicales mendocinos con años de militancia se están queriendo balear en un rincón, maldiciendo la suerte de quien, hasta no hace mucho, estaba fuera de toda historia. Pero que por diversas circunstancias de la política llegó a intendente, alcanzó luego la gobernación gobernador y ahora podría terminar encaramado a una candidatura nacional de semejante peso.

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