El referente radical que acompañó a Alfredo Cornejo en su asunción como gobernador de Mendoza

Alfredo Cornejo se convirtió este sábado en gobernador de Mendoza y uno de los invitados al acto realizado en la explanada de Casa de Gobierno fue el diputado nacional Rodrigo De Loredo, quien viene de protagonizar una semana de tensión en la Cámara baja del Congreso tras la división del bloque de la Unión Cívica Radical (UR), que, finalmente, terminó unificándose. Para el legislador cordobés, Cornejo "influyó" en la tregua alcanzada.

Para De Loredo, Cornejo "significa mucho" para el partido. "Por eso estoy acá. Primero, por una amistad con Alfredo y, segundo, porque se acaban de unificar los bloques del radicalismo, que era necesario en este contexto de riesgo de atomización parlamentaria muy grande. Entonces, el primer aporte que puede hacer el radicalismo es ordenarse y estar unido con una actitud cooperativa y colaborativa. Y Alfredo Cornejo fue de los dirigentes que más influyó para que la UCR se unificara. Tercero, porque observamos en Mendoza un modelo de gestión y un radicalismo de gestión, que, de alguna manera, significa un espejo en el que la Argentina tiene que verse. Y construye una opción de gobierno que la UCR tiene que mostrar en el país", señaló el legislador oriundo de Córdoba.

Concretamente, lo que sucede es que la UCR logró el último miércoles encarrilar las negociaciones y, tras idas y vueltas, a partir del 10 de diciembre habrá una sola bancada radical con 35 integrantes y presidida por el propio Rodrigo De Loredo.

Hasta el martes, el radicalismo se encaminaba a partirse en dos fracciones: una de 23 legisladores que incluía a los nueve de Evolución e impulsaba a De Loredo como titular de bloque, y otra de 12 integrantes que proponía a Facundo Manes para encabezar la bancada. La táctica de colocar a De Loredo en dicha posición no era compartida por el grupo liderado por Manes, que cuestionó la decisión de "premiar" con la presidencia del bloque a alguien que tan sólo dos años atrás lideró la fuga del sector de Lousteau, rompiendo la unidad del radicalismo en la Cámara de Diputados. Asimismo, aseguraban que el cordobés era el "interlocutor" radical elegido por el expresidente Mauricio Macri para que la UCR siga haciendo "seguidismo absoluto" del líder y fundador del PRO.

De Loredo, se refirió al aporte que puede dar su espacio y consideró que este "puede ser muy grande si se observan las debilidades de este gobierno que está entrando que, entre tantas cosas, necesita sustentabilidad parlamentaria que la puede dar el radicalismo".

"La impronta de nuestros gobernadores le puede hacer ver al Gobierno nacional que no caiga en la tentación del centralismo: que no se gobierne para CABA y la región metropolitana, sino para la Argentina profunda. Cinco gobernadores radicales moldea una impronta federal fuerte. Creemos que, además, tenemos un conjunto de cuadros políticos con capacidad de gestión que pueden apuntalar las decisiones que vemos que, por improvisación o alguna precariedad, el Gobierno entrante pueda necesitar", sumó durante su paso por Mendoza.

Respecto a las peleas dentro del partido, indicó que "el radicalismo siempre ha tenido miradas y matices. Muchas veces no ha sido comprendido porque parece que eso es un problema, pero en realidad es porque es un partido democrático que debate los temas y que hace públicas sus diferencias. Pero, justamente, hemos hecho este gesto de manteneros unidos".