Presenta:

El extraño negocio petrolero en el que involucraron a Walter Bento

Un testigo aseguró que Diego Aliaga compró, con dinero del exjuez, un predio para almacenar combustible y venderlo de forma irregular. Afirma que vio a Bento comiendo un asado en ese lugar.
Foto: Alf Ponce Mercado/MDZ
Foto: Alf Ponce Mercado/MDZ

Una jornada dinámica se vivió en el marco del juicio oral que tiene como principal imputado a Walter Bento. Por un lado el testigo Diego Barrera -condenado a perpetua por asesinar a Diego Aliaga- afirmó que existe un complot político orquestado por el fiscal Dante Vega para remover y condenar al exjuez federal. Pero por el otro lado, un testigo volvió a vincular a Bento con Aliaga y dijo que juntos tenían un negocio irregular vinculado al petróleo.

Se trata de Juan Carlos Iñiguez, cuya relación con Diego Aliaga no quedó del todo clara. Iñiguez, condenado en una causa de contrabando, afirma que conoció a Diego Aliaga hace alrededor de 25 años y mantuvo una relación de amistad. "Festejó dos cumpleaños en mi casa", remarcó. Sin embargo, en 2014 cuando Iñíguez quedó detenido Aliaga le pidió dinero -a través de otro detenido- a cambio de conseguir su libertad. A pesar de esa extorsión, años después Iñiguez fue a cuidar al hospital a Diego Aliaga cuando lo balearon. 

Más allá de ese vaivén en la relación de amistad, Iñiguez narró un episodio que llama la atención. Según comentó ante el tribunal en calidad de testigo y bajo juramento, Diego Aliaga le confesó que había comprado un enorme predio en el Carril Nacional con dinero del "viento" -en referencia al juez- para almacenar gasoil y luego venderlo. Incluso, afirmó que Bento fue a comer un asado a ese lugar al que él también asistió como invitado.

Juan Carlos Iñiguez declaró como testigo.

La declaración de Iñiguez estuvo plagada de imprecisiones. Recordaba detalles pero no daba nombres del resto de las personas que estuvieron presentes. "Eso no lo recuerdo", repitió en varias oportunidades. Incluso, el Ministerio Público leyó las declaraciones anteriores para refrescarle la memoria o marcarle contradicciones.

"Aliaga tenía contactos en el juzgado. El entraba y salía del juzgado federal. Aliaga tenía relación con el juez Bento. Ya sabíamos que tenía relación con él. Siempre lo mencionaba", señaló Iñiguez y luego relató cómo fue el día en que comió un asado con Walter Bento. Sin saber que, años después, ese juez lo enviaría a prisión por contrabando.

"A Bento lo vi una vez en un asado en lo de Aliaga. Diego estuvo en un presente en un remate de un terreno en Carril Nacional. Ganó el remate del predio que tenía tres casas y tanques para gasoil. Cuando fuimos le dije que era enorme y me dijo que 'lo pagó el viento'. Era su forma de referirse al juez cuando estaba conmigo", manifestó.

Según narró el testigo, días después Aliaga lo invitó a comer un asado a ese lugar y entre los asistentes estaba el ahora exjuez federal. 

Lo más llamativo es que ese predio se habría utilizado para almacenar gasoil que Aliaga adquiría de forma sospechosa. "Aliaga compró el terreno para almacenar gasoil y venderlo al menudeo. Con Diego fuimos a la empresa Polipetro a comprar gasoil", sostuvo en referencia al negocio que tenía montado el despachante de aduana.

Pero esa no fue la única oportunidad en la que dijo haber visto juntos a Diego Aliaga y Walter Bento. Juan Carlos Iñiguez aseguró también que un día fue con Aliaga al "Club Golf" para entregarle un sobre de dinero a Bento y un alto funcionario de la aduana. Admitió que no abrió el sobre para ver el dinero pero sabía que tenían que pagarle 200 mil pesos a Bento para ayudar a liberar un camión que traía mercadería del exterior y había quedado trabado.

Iñiguez había ayudado a un amigo -tampoco recordó el nombre- que lo puso en contacto con un tercero que tenía problemas con un camión. "Aliaga habló con él y le dijo que le salía 300 mil pesos arreglar el tema. Le dieron solo 200 mil para el juez y luego le darían los 100 restantes. Lo querían acompañar a entregar el dinero pero Aliaga dijo que fuera yo porque no los conocía", explicó y afirmó que junto a Diego Aliaga entregaron el sobre al magistrado. "Me pagaron 10 mil pesos por ir. 10 mil pesos a valor del 2014", aclaró.

El halo de misterio del testigo

La defensa de Walter Bento se encargó de dejar en evidencia matices oscuros de la figura de Juan Carlos Iñíguez. Por ejemplo, que fue investigado por estupefacientes durante un lapso de tiempo. Iñiguez reconoció que lo investigaron pero negó haber estado vinculado al tema. Dijo que se enteró porque es amigo de comisarios con los que sale a cazar y que en su casa estaba viviendo el "número dos de Gendarmería" que es primo de su esposa.

También dijo que había movido contactos en Buenos Aires afirmando tener llegada a Wado De Pedro y al Instituto Patria, algo que luego intentó minimizar e incluso desmentir. 

Por último quedó en evidencia el rencor que existe con Bento, al que acusó de tenerlo un año con prisión preventiva bajo el único argumento de "falta de moral". "Mi condena fue cinco años y cuatro meses por contrabando. Lo mismo que una tentativa de homicidio. No se ha visto nunca. Y Bento me tuvo preso con preventiva por 'falta de moral' un año. Diez personas detenidas por no pagar 60 mil pesos de impuestos. Para traerme a declarar me tenían desnudo en el penal. Me repartían por todas las cárceles antes de venir acá y después decían que no tenían tiempo para traerme. Cinco veces vine a declarar por orden de Bento. A Ramírez Madrid (Gonzalo) lo sacaron a los bolsazos. A mi no. Todavía tengo marcas de balas de goma. Y se lo llevaron a la rastra porque no quería declarar por un tema de la aduana. Por amoral me tuvo con prisión preventiva. La causa fue armada. 100% No conocía a nadie de la causa. No tengo llamadas con nadie", manifestó.