Massa a Economía

De la euforia al pesimismo: así pasan los días en el Frente de Todos

Contando billete por billete, sabiendo que lo que viene será "durísimo" y sin la creencia previa de que la llegada de Sergio Massa podría acomodar todo por sí solo, vuelven las dudas sobre el apoyo de la vicepresidenta, a la que todos le siguen desconfiando. Su silencio sigue siendo atronador.

Alejandro Cancelare
Alejandro Cancelare martes, 9 de agosto de 2022 · 17:17 hs
De la euforia al pesimismo: así pasan los días en el Frente de Todos
Foto: EFE

La confianza, esperanza y expectativa, esa que había cohesionado a la mayoría del Frente de Todos tras la llegada de Sergio Massa al Ministerio de Economía, se diluyó tan rápido que los volvió a inmovilizar y revisar expectativas entre todos los miembros de la alianza gobernante.

Es que, con diferencia de días, la dirigencia en general y sus pares en particular, tomaron nota que la sola presencia de Massa no podía cambiar demasiado la situación previa a su llegada. Hasta termina siendo reivindicado Alberto Fernández cuando pretendía que Martín Guzmán le torciera el brazo a la insensatez económica del Instituto Patria.

Hoy Fernández,y Axel Kicillof se vieron en Lomas de Zamora, el distrito que conduce políticamente el dirigente que más poder acumuló en los últimos tiempos en el poderos y crucial Conurbano bonaerense. Martín Insaurralde, actual jefe de Gabinete de la Provincia de Buenos Aires, ha empezado a ordenar detrás de su figura e intereses a la mayoría de los intendentes.

La relación que los jefes comunales mantienen con Insaurralde es mucho más fluida y política que la que reconocen tener con su jefe orgánico, el gobernador Kicillof. A pesar de no estar en actos públicos ni organizar eventos periodísticos, el intendente en uso de licencia e Lomas de Zamora no sólo conduce a la mayoría de los distritos de la zona sur del Gran Buenos Aires sino que, también, ha podido penetrar en la otra zona de influencia política, la del Norte y Oeste de la Primera Sección Electoral.

Estas zonas del Conurbano son de fundamental importancia para lo que se viene en el oficialismo, y todos han decidido preservar su juego personal, sin importarle en demasiado el proyecto colectivo.

Algunos de los que hoy pasaron por Lomas de Zamora con el presidente, el gobernador y el nuevo ministro reconocen que “muchos creemos que la jefa lo está desgastando igual que hizo con el presidente. Lo va a quemar y solo se preocupará por la Provincia, donde defenderá la continuidad de Kicillof”.

En donde el peronismo apuesta todo para poder bancar lo que se pronostica como un “tsunami en contra”, en los distritos del Gran de Buenos Aires, el Frente de Todos sabe que tiene que mantener las diferencias que consigue en Merlo, La Matanza, Almirante Brown, Moreno, Pilar y Florencio Varela, considerados los distritos “grandes” con mayor diferencia de votos a su favor.

Las localidades más cercanas a la Ciudad de Buenos Aires como Avellaneda, la propia Lomas de Zamora, Lanús, Quilmes, General San Martín y lo que consistía el “viejo Morón” son todo un interrogante y nadie se anima a vaticinar un resultado positivo en la previa. En los dos primeros casos, la duda es si podrán mantener la histórica ventaja que tiene el oficialismo sobre la oposición de Juntos. Malvinas Argentinas, Berazategui, Ezeiza y Escobar son otros distritos donde se descuenta que seguirán ganando los referentes del Frente de Todos. 

El peronismo kirchnerista que volvió a creer la semana pasada reingresó en un período de duda y hasta angustia. Por todo lo discutido y debatido, se tomó conciencia que no es sólo una cuestión de expectativas. Falta plata, de la que vale, que no tiene ni animalitos ni colores impresos en la imprenta de la ex Ciccone.

Para peor, a la mayoría de la dirigencia, incluida los gobernadores, le cayó como un balde amenazante las frases de Andrés "El Cuervo" Larroque en relación a la defensa que hizo de Cristina Fernández de Kirchner, haciéndola casi la reencarnación de Juan Domingo Perón. "Ahora nos hacen partícipes de su suerte cuando vinieron para matarnos. "Sin Cristina no hay peronismo, sin peronismo no hay país", dijo el ministro de Kicillof y jefe de La Cámpora bonaerense. 

"Es una locura... ¿Nos dice que desaparece el país si ella tiene un problema judicial?... No podemos jugar con fuego cuando estamos en un incendio", reconoció un importante dirigente provincial de uno de esos distritos que resguarda la ventaja peronista en el Gran Buenos Aires

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