Sergio Massa se guardará las buenas noticias para el año electoral

Con los anuncios, vía Twitter, que realizó el sábado Sergio Massa, se puede dilucidar que las buenas noticias en materia económica van a tener que esperar, seguramente para dentro de un tiempo, seguramente para el año que viene, seguramente porque es un año electoral y el flamante ministro de Economía tiene entre ceja y ceja ser el presidenciable del Frente de Todos.

La batería de tuits lanzados por la tarde del sábado, dejaron en claro que los recortes están al llegar; que el cambio en los subsidios en la energía es casi un hecho y que la revisión de la política de asistencia social va a dar que hablar.

El campo, además, es otro de los objetivos de Massa para reperfilar la economía y así generar el ingreso de divisas que son necesarias para inflar las arcas del estado. El plan es seducir al sector, pero no será una tarea fácil.

Reducir subsidios a la energía por unos $110.000 millones de acá a fin de año y más de $500.000 millones en 2023, recortar el gasto en casi todas las áreas de Gobierno, frenar la emisión monetaria y por ende la inflación, hacer crecer las reservas a como dé lugar -echando mano de anticipos de los exportadores- y hacer frente a las expectativas devaluatorias de los agentes económicos, son parte de ese esquema.

Seguramente, el primer grito en el cielo lo pondrán desde los ministerios, ya que los encargados de las economías de cada uno de ellos fueron convocados para esta semana, donde se les informará el recorte de presupuesto.

Massa considera que debe aprovechar el empuje de sus primeras semanas en el cargo para darle las malas nuevas a la sociedad argentina. 

En esa línea, está encaminada una auditoría a gran escala sobre los planes sociales que se llevan cientos de miles de millones de pesos todos los años, en un país en el que hay 182 programas sociales a cargo de distintos ministerios.

Durante 2021, el Gobierno destinó $7 billones a pagar planes, y para este 2022 tiene presupuestado poco más de esa cifra. Pero tal como viene la ejecución presupuestaria se terminará gastando aún más, y las organizaciones piqueteras presionan por aumentar esa cifra con el argumento cierto de la inflación descontrolada.
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Otro de los temas a los que apuntará Massa es controlar los precios de la canasta básica ya que es como una brújula que marca el pulso de cómo está el país. 

Con esta especie de ajuste, Massa espera llegar a los principales centros financieros internacionales mostrando que esta vez el ordenamiento de las cuentas públicas va en serio.

El flamante ministro viajará en el último días de agosto a Washington, Nueva York, París y Qatar, desde donde podría traerse un crédito ofrecido por un fondo soberano.
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