Incertidumbre total

El desorden político del Frente de Todos alimenta una ola de rumores que nadie puede frenar

La crisis política en el seno del oficialismo y la inacción gubernamental ha provocado una ola de rumores y especulaciones que se retroalimentan en el círculo rojo hasta llegar a las embajadas de países centrales. Se ha ingresado en una dinámica donde todo parece posible.

Beto Valdez
Beto Valdez sábado, 23 de julio de 2022 · 07:04 hs
El desorden político del Frente de Todos alimenta una ola de rumores que nadie puede frenar
Foto: Telam

Una de las tareas centrales de cualquier Gobierno en la Argentina pasa por saber administrar las usinas de rumores, sobre todo en tiempos de crisis. Sin embargo, el desorden político y la impericia en la gestión han provocado un aumento significativo de trascendidos, en algunos casos apocalípticos, que dan vueltas por el círculo rojo y hasta se les llega a dar entidad en algunas embajadas acreditadas en Buenos Aires. Lo que se dice un verdadero descontrol comunicacional y de inteligencia.

La Argentina siempre se ha caracterizado por la avidez en el mundo político de los chismes y rumores. Esta obsesión de políticos, lobbistas, empresarios y diplomáticos se ha profundizado en las últimas semanas a un nivel sin antecedentes. Claro, también influye y mucho el fenómeno de las redes sociales, Whatsapp y Telegram, donde se viraliza en tiempo real información seria, operaciones políticas y disparates. Lo que cada vez resulta más difícil es discernir la seriedad de lo que circula.

“Durante las últimas 72 horas, Buenos Aires aparece llena de rumores y especulaciones en torno a la profunda crisis en la que se encuentra inmerso el Gobierno argentino. La anticipación de las elecciones presidenciales parece ser una cuestión inevitable”, dice un paper que se le atribuye a una embajada de un país central.

“Ningún observador responsable puede imaginar a Alberto Fernández capaz de manejar la crisis actual durante 15 meses hasta el final de su mandato en diciembre de 2023”, agrega el supuesto cable que se viene viralizando en las últimas horas. ¿Poco creíble? Parecería que si. Pero esta misma especulación se escucha entre intendentes y gobernadores del Frente de Todos

Al parecer las reuniones que mantuvo la ministra de Economía, Silvina Batakis, con mandatarios provinciales y jefes comunales del oficialismo no sirvió para tranquilizar los ánimos. La mayoría de ellos salieron espantados por el diagnóstico catastrófico que describió la titular del Palacio de Hacienda. “Ella pone la mejor voluntad, pero en vez de contenernos nos asustó y dejó un mensaje que se interpretó como sálvese quien pueda”, comenta a MDZ uno de los participantes de los varios encuentros que encabezó Batakis con estilo de sesiones de autoayuda.

“Cuando nos pide paciencia hasta septiembre porque ahí se va a tranquilizar el dólar y la inflación, todos interpretamos que ese es el plazo que le dio Alberto Fernández”, agrega el vocero. Ergo: sacaron la conclusión de que Batakis se va en dos meses porque es poco probable que se cumplan esos objetivos. 

Si fuera así, ¿entonces quién viene? La mayoría apunta a a Sergio Massa, el único interesado dentro del oficialismo por ingresar a un lugar del cual todos quieren salir. Pero insisten que el presidente continúa renuente a ese desembarco por celos e inseguridad.

“Cree que pasaría a ser un pato rengo”, agregan. Y como si fuera poco, el silencio enigmático de Cristina Fernández de Kirchner genera todo tipo de lecturas, incluso entre la dirigencia alineada a La Cámpora y al Instituto Patria. ¿No habla porque aún no quiere criticar a Batakis? ¿O realmente se asustó con el temible diagnóstico de los economistas de todos los colores respecto a que lo que viene de aquí a fin de año?

En cambio, en las empresas y bancos preocupa mucho más si ella realmente está preparando su candidatura presidencial. “Ese sería el peor escenario para agudizar la incertidumbre, si Cristina juega va a espantar cualquier atisbo de inversión por más que sea derrotada”, comenta un analista muy consultado en el mercado financiero. “Por más mal que le vaya es muy probable que entre al balotaje y eso estiraría la agonía hasta casi el final del año próximo generando una contundente destrucción de riqueza y salida de activos con Puerta 12 incluida”, describe el gurú.

El otro elemento que juega como un problema adicional tiene que ver con las elecciones en la provincia de Buenos Aires. El consenso generalizado es que Juntos por el Cambio es el amplio favorito para ganar los comicios presidenciales. Pero en territorio bonaerense no pasa lo mismo.

Pese a la pésima gestión que ha realizado, Axel Kicillof arranca con chances de poder lograr la reelección en una competencia muy pareja que se gana por un voto. “Si llegamos a la Casa Rosada y perdemos la provincia de Buenos Aires no vamos a tener la capacidad de gobernabilidad que necesitamos”, revela a MDZ uno de los integrantes de la mesa chica de Horacio Rodríguez Larreta.

“Mientras tanto, los líderes de la oposición se están dando cuenta de que se van a adelantar las elecciones generales, acortando el mandato de Fernández”, dice en un parte del supuesto informe diplomático. Ante las consultas realizadas entre voceros de la coalición opositora se percibe poco apuro por adelantar los tiempos porque aún no se han definido muchas cuestiones ligadas a las candidaturas presidenciales y en distritos estratégicos. Pero nadie se anima a descartar ese escenario. Incluso Miguel Ángel Toma, integrante del espacio político de Miguel Pichetto, salió en sus redes sociales a reclamar un urgente adelanto de elecciones al estilo de Eduardo Duhalde en 2003. 

A medida que el oficialismo siga jugando a la interna y no arme una mesa representativa de todos los sectores, los rumores más disparados van a empezar a tener más credibilidad y pueden convertirse en profecías autocumplidas. Un escenario temible donde todo parece ser posible.

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